viernes, 25 de enero de 2019

Poema

Estaba mirando al jacarandá de nuestro jardín, y pensaba ¡Cuánto sabe de nosotros! Es, fue y (seguramente) será sombra y testigo de nuestro espacio bajo sus ramas.
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De ese momento surgió este poema:
Jacarandá, sombra y testigo
Jacarandá, eres sombra y testigo,
sombra y testigo eres de aquellas tardes
en nuestro jardín,
sombra de nuestros espacios y
cuerpos finitos apaciguando el calor
o abrazándonos en el frío invierno.
Testigo de conversaciones, recuerdos,
aspiraciones, deseos, proyectos.. de sueños;
testigo del amor familiar con hijos,
sobrinos, hermanos y amigos;
testigo de nuestro amor que fue mutando
y madurando con los años.
Jacarandá… mudo testigo de los años…
¿quién podrá sacarte un recuerdo?
Samuel A. Ramires