BIBLIOGRAFÍA
Nació en Rosario, el 6 de diciembre de 1868,
Político argentino. En 1886 se trasladó a Buenos Aires para estudiar derecho;
se graduó en el tiempo récord de dos años con una tesis sobre el régimen
municipal.
En 1890 participó en la revolución del
Parque, movimiento cívico-militar que, aunque derrotado en las armas, logró el
reemplazo del presidente Miguel Juárez Celman por el vicepresidente Carlos
Pellegrini. Como corolario de la revolución frustrada, dos de sus dirigentes,
Leandro N. Alem y Aristóbulo Del Valle, se retiraron de la Unión Cívica y
fundaron la Unión Cívica Radical (UCR). Los siguieron Juan B. Justo, fundador
luego del Partido Socialista; Hipólito Yrigoyen, que sería en 1916 el primer
presidente de la Nación por el radicalismo; José Félix Uriburu, que como
general derrocaría al anterior en 1930, y Lisandro de la Torre.
Este último volvió a su ciudad natal, donde
participó del levantamiento armado de la UCR de julio de 1893. En Santa Fe la
sublevación fue un éxito: fue derrocado el gobernador y se constituyó un
gobierno provisorio del que Lisandro de la Torre fue ministro de Justicia, pero
el movimiento fracasó en el ámbito nacional. Su posición política era en aquel
tiempo más cercana a la de Aristóbulo del Valle, negociador y pactista, que a
la más inflexible de Leandro Alem.
En 1896 murió Aristóbulo Del Valle, por lo
que Lisandro de la Torre quedó al frente de la fracción acuerdista de la UCR, y
ese mismo año se suicidó Leandro N. Alem, hecho que dejó a Yrigoyen como jefe
del sector intransigente. Al acercarse las elecciones de 1898, Lisandro de la
Torre dirigió el diario El argentino, en Buenos Aires, para juntar fuerzas
que permitieran a la UCR disputarle a Julio A. Roca la presidencia de la
República. Ideó a tal efecto un acuerdo con Bartolomé Mitre, ex presidente
durante el período 1862-1868, a lo que se opuso terminantemente Yrigoyen. Ante
su fracaso, De la Torre renunció a la UCR con una carta que motivó que Yrigoyen
lo retara a un duelo, que se llevó a cabo el 6 de setiembre de 1897 y que
granjeó al primero una lesión en la mejilla.
De vuelta a Rosario, se dedicó a las tareas
del campo, pero pudo además fundar el diario La República en 1898, con
la colaboración de Florencio Sánchez, que estaba iniciándose en el periodismo.
Viajó entre 1900 y 1902 a París, Londres y fundamentalmente a Estados Unidos,
donde pudo reafirmar sus convicciones municipalistas. Admiró la organización
federal del país del norte, la cual, partiendo de la célula más pequeña, el
municipio con su sheriff, y continuando por el condado, el estado local y por
último el gobierno federal, vértice de la pirámide del poder, le pareció la
manera más fecunda y prudente de administrar el poder.
Regresó a su país y en 1907 fue presidente
de la Sociedad Rural de Rosario y, al año siguiente, volvió a la política
fundando la Liga del Sur, cuyo programa político, redactado por el mismo
Lisandro de la Torre, preveía la reforma de la constitución de la provincia de
Santa Fe, la del colegio electoral y del Senado provinciales, la concesión a
cada distrito rural del derecho a elegir en comicios sus autoridades
policiales, su juez de paz y su consejo escolar y la inamovilidad de los
jueces. Con esta plataforma logró en 1911 ingresar a la legislatura provincial
como representante de la minoría por el departamento de San Lorenzo, pero su
actuación fue breve porque la provincia fue intervenida por disidencias
internas entre la mayoría.
En 1912 se sancionó la ley que instituía el
voto universal, secreto y obligatorio para todos los varones, en reemplazo del
voto cantado vigente hasta ese momento. Además, se establecía que las
elecciones se realizarían sobre los padrones del servicio militar obligatorio y
no basándose en las listas que se confeccionaban con los nombres de quienes
querían inscribirse para votar. Asimismo, se modificaba el sistema de
representación, que preveía ahora dos tercios de los escaños para la mayoría y
un tercio para la minoría.
El radicalismo decidió entonces levantar el
abstencionismo que pregonaba desde la muerte de Alem y participar en las
elecciones que se realizarían ese mismo año. Yrigoyen le pidió a Lisandro de la
Torre que se reincorporara a la UCR, para lo cual le ofrecía la jefatura del
partido en Santa Fe y la candidatura a gobernador con la condición de disolver
la Liga del Sur, un acuerdo al que el santafecino no accedió.
En realidad, Lisandro de la Torre creía, al
igual que los principales exponentes del gobierno, que la UCR sería incorporada
al sistema para convalidarlo porque no lograría obtener más que la minoría,
desactivándose así la amenaza continua que constituían los intermitentes
levantamientos cívico-militares que promovía esta agrupación. Pero se equivocaba;
la primera muestra de su error la proporcionaron esas mismas elecciones de 1912
en Santa Fe, en las que se presentó como candidato de la Liga del Sur en
competencia con radicales y conservadores. En ellas ganó la UCR, al igual que
en Buenos Aires, y Lisandro de la Torre fue consagrado diputado nacional por la
minoría por Santa Fe, con un mandato válido hasta fines de 1915.
En la Cámara de Diputados presentó, a los
dos meses de su incorporación, un proyecto de ley de municipalidades que
establecía que toda población superior a doscientos habitantes tenía derecho a
elegir su comisario, juez de paz, jefe del registro civil y otras autoridades,
y que las comunas así creadas serían autónomas. La ley no prosperó, no sólo
porque la mayoría no la apoyó, sino además porque en un régimen federal las
provincias conservan el derecho de reglamentar sus municipios.
En 1914 murió el presidente Roque Sáenz
Peña, gestor de la ley del voto secreto, y fue reemplazado por su
vicepresidente Victorino de la Plaza, que prosiguió con su proyecto de
liberalizar las elecciones confiado en que el partido del gobierno iba a
mantener los principales resortes del poder, incluso la presidencia. Por otro
lado, la Liga del Sur, que se había convertido en la expresión política de la
burguesía agraria del sur de Santa Fe, analizaba su papel en las próximas
elecciones para presidente en 1916, con la seguridad de que podría formalizar
un programa de alcance nacional. Sus dirigentes decidieron entonces fundar,
hacia finales de 1914, el Partido Demócrata Progresista (PDP).
Desde un principio el PDP estuvo
aprisionado desde dos frentes. El oficialismo lo veía como su posible
continuidad, básicamente porque se enfrentaba a la UCR, pero también porque
coincidía con el ala reformista que había llevado adelante la reforma
electoral. Pero Lisandro de la Torre consideró que el PDP no había nacido para
ser la fachada electoral del régimen, ahora remozado, y su antiradicalismo no debía
ser confundido con conservadurismo. De tal modo, la democracia progresista se
presentó sola en los comicios de 1916, con la fórmula De la Torre-Carbo. La
consulta fue ganada por la UCR y el PDP obtuvo el segundo puesto por delante
del oficialismo y del socialismo.
El golpe fue bien asimilado por Lisandro de
la Torre, preocupado en adelante de reorganizar su partido para ejercer la
oposición. Se produjo un nuevo intento por parte de los conservadores para
tratar de convertirlo en su caballo de Troya, pero Lisandro de la Torre fue
concluyente en ello: manifestó claramente que su posición no lo colocaba a la
derecha de la UCR y del presidente Hipólito Yrigoyen, sino muy por el contrario
a su izquierda, más cerca del socialismo de Juan B. Justo y de Alfredo Palacios
que del radicalismo.
Inmediatamente lo abandonaron los grupos
conservadores que se habían insertado en su organización con la idea de que
habría de convertirse en el jefe de la oposición, nostálgica del pasado. El PDP
quedó reducido a su mínima expresión en cuanto a representación, con fuerza en
el sur santafecino y en sectores medios de la Capital Federal. En 1922, ante
las elecciones presidenciales, el PDP presentó como candidato a una figura
menor y Lisandro de la Torre se reservó la candidatura a diputado por su
provincia. Es así como volvió al recinto que había dejado en 1915 y ocupó un
escaño hasta 1925. Luego se retiró a la vida privada en el campo.
Sin embargo, poco antes del golpe militar
del 6 de septiembre de 1930, Lisandro de la Torre regresó a Buenos Aires y se
reincorporó a la actividad política. El PDP se declaró en esa oportunidad,
antes del movimiento golpista, contrario a todo acto que significase desconocer
la constitución nacional. El gobierno surgido del levantamiento llamó a
elecciones presidenciales a fines de 1931, tras de una compulsa que demostró
que el radicalismo seguía vivo, motivo por el cual se lo declaró interdicto. El
régimen había creado la Concordancia, conjunto de fuerzas políticas lideradas
por el general Agustín Pedro Justo, y el PDP formalizó una alianza con el
socialismo bajo el nombre de Alianza Demócrata-Socialista, cuya fórmula estuvo
encabezada por Lisandro De la Torre, mientras el segundo término correspondía
al socialista Nicolás Repetto.
Sabía que se enfrentaba a la maquinaria
política del golpismo, que no se amilanaría ante la posibilidad de llevar a
cabo un fraude. En el ámbito nacional las elecciones fueron ganadas por la
fórmula oficial, pero la Alianza triunfó en la Capital Federal y en la
provincia de Santa Fe. El socialismo logró incorporar 43 diputados nacionales y
dos senadores, mientras que el PDP obtenía la gobernación de Santa Fe y el
acceso de Lisandro de la Torre al Senado.
En 1934 se formó una comisión en el senado
para investigar las exportaciones de carnes al Reino Unido, de la cual formaba
parte Lisandro de la Torre, que dio lugar a lo que en la historia argentina se
ha dado en llamar "el debate de las carnes". El pacto
Roca-Runciman, entre Argentina y Gran Bretaña, fijaba que un 15% del total de
las exportaciones de carnes a ese país podían realizarse a través de
frigoríficos argentinos, mientras las restantes debían procesarlas los de
origen inglés. Esto creaba una situación de monopolio por parte de estos
últimos que dañaba los intereses de los pequeños productores, que no tendrían
otra posibilidad que venderles su producción a los ingleses.
Pero cuando comenzaron las investigaciones
se pusieron en evidencia, por parte de los frigoríficos extranjeros, maniobras
de toda índole para ocultar ganancias y evadir impuestos. En la sesión del
Senado del 23 de julio de 1935, en la que Lisandro de la Torre interpeló al
ministro de Hacienda, un individuo del público le disparó, pero falló e hirió
de muerte al senador Enzo Bordabehere, de la provincia de Santa Fe. El debate
se suspendió y el Senado, dominado por el oficialismo, negó su aprobación al
despacho propiciado por la comisión, aunque el ministro de Hacienda, Pinedo, y
el de Agricultura, Duhau, debieron renunciar.
La contraofensiva del régimen no se hizo
esperar, y fue intervenida la provincia de Santa Fe hacia fines de 1935 para
evitar un nuevo triunfo del PDP. Lisandro de la Torre fue acusado de comunista
y, desazonado, renunció a su escaño en enero de 1937. Durante los dos años
siguientes se dedicó a dictar conferencias, pero rechazó varias ofertas para
incorporarse a diversas universidades como profesor. En 1952 se publicaron sus
discursos y escritos en Obras Completas de Lisandro de la Torre (tres
tomos).
Falleció en Buenos Aires el 5 de enero de
1939.
Bibliografía consultada
Ruiza, M., Fernández,
T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de Lisandro de la Torre.
En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona
(España).