lunes, 31 de agosto de 2020

Historias en el pago de La Matanza

COLUMNAS

Historia de la Universidad en La Matanza

Una nueva entrega de "Historias en el pago de La Matanza"

por Alejandro Enrique Investigador-Historiador IPHC-LM

El año pasado se celebraron los primeros 30 años de la aprobación de la ley 23.748 por la cual se creó la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). Por otra parte, en 2021 se cumplirán tres décadas desde el momento en que esta casa de altos estudios de nuestro distrito comenzara a dictar las primeras cátedras de educación en el nivel superior. Es un buen momento para refrescar algunos datos de esta parte de la historia reciente de nuestro distrito, pero a la vez para aportar más información producto del hallazgo de documentación que había quedado en el olvido y que ahora incorpora una nueva narrativa a los acontecimientos oficiales.

Recordemos que la idea de una sede matancera para estudios superiores es algo que surgió originalmente durante los primeros dos gobiernos de Juan Domingo Perón (1946-1955). Dentro del proyecto integral que suponía Ciudad Evita, que no se agotaba sólo en un plan de viviendas, estaba planificado también un Centro Recreativo, una Ciudad Deportiva, un Parque Sanitario, pero también una Universidad Obrera. De todo eso sólo llegó a construirse el edificio del Parque Sanitario Nacional (actualmente utilizado por la Escuela de Arte Leopoldo Marechal) y el de la Universidad Obrera; hoy funciona allí la Escuela de Gendarmería Nacional “Martín Miguel de Güemes”.Debieron pasar más de treinta años hasta que nuevamente se empezara a pensar en la creación de una universidad en La Matanza para los miles de estudiantes que se veían obligados a viajar a Morón, Lomas de Zamora o a la Ciudad de Buenos Aires para cursar sus carreras.

Cuando se confirmó la reapertura democrática de octubre de 1983, el candidato a intendente por el peronismo, Federico Russo, propuso a sus votantes la necesidad de crear una Universidad en La Matanza. Los resultados de aquellas elecciones le dieron el triunfo al radicalismo en los niveles nacional y provincial, pero en nuestro distrito Russo se aseguró el triunfo y a los pocos meses de gestión hizo realidad su promesa.

Fue un concejal del bloque Justicialista quien había llevado la idea a Russo. Se trataba de Néstor Barissoni, quien desde su banca ingresó el proyecto al Honorable Concejo Deliberante de La Matanza el 2 de julio de 1984. Esta fecha es verdaderamente significativa pues se trata del primer envión para la realización de un sueño que miles de estudiantes forjaron desde sus inicios. Una utopía que tardó siete años en materializarse. En el articulado de aquel proyecto de resolución se facultaba a las autoridades municipales para realizar las gestiones ante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín para la instalación de una universidad nacional en La Matanza y se proponía como lugar prioritario unas tierras ubicadas en Isidro Casanova en “Avda. Provincias Unidas y San Petersburgo” (hoy avenida Brigadier General Juan Manuel de Rosas y José Ignacio Rucci). El lugar no era otro que el edificio construido por Perón en 1955 para el interrumpido Parque Sanitario Nacional. En verdad, en la mente del concejal Barissoni estaba la idea de crear algo más abarcativo que sólo una universidad para La Matanza y por eso originalmente el proyecto contemplaba la “Universidad del Oeste”.

Concejal Néstor Barissoni

Durmiendo en un cajón

Sin mucho eco, aquel pedido fue elevado a las autoridades nacionales. Para fines de ese año 1984 el director nacional de Asuntos Universitarios, Hugo Storani, contestó lacónicamente que se iba a conformar una “comisión especial” para la evaluación técnica del proyecto. “El estudio mencionado permitirá definir la política a seguir”, decía la nota enviada por Storani. Como era de esperar, en junio del año siguiente el proyecto seguía durmiendo en un cajón del Ministerio de Educación nacional.

Anta la desidia del gobierno de Alfonsín, desde La Matanza se optó por darle un nuevo empujón al proyecto y para eso Federico Russo le pidió al diputado nacional Alberto Medina que el tema tome estado parlamentario. Es así que la idea de crear una Universidad Nacional en nuestro distrito ingresó al Congreso Nacional.

En marzo de 1986 ingresó ese proyecto de ley de la mano del diputado Medina, oriundo de Gregorio de Laferrere, lo que fue un jalón más en pos del objetivo. En los fundamentos se argumentaba que cerca de 2.700 alumnos del distrito concurrían a la Universidad de Buenos Aires (UBA) para cursar el Ciclo Básico Común (CBC). Por primera vez el parlamento de la Nación tenía en sus entrañas un proyecto de Ley concreto para la creación de la universidad.

Para entonces se realizaban en La Matanza campañas en los establecimientos de educación secundaria para la adhesión a la idea de la universidad matancera. Cerca de 6.000 alumnos hicieron un encuentro en el estadio de Almirante Brown reclamando que el proyecto avance. Ante la negativa del gobierno radical, un grupo de dirigentes universitarios, docentes y profesionales deciden realizar negociaciones con la Universidad de Lomas de Zamora para abrir una subsede de la facultad de Ciencias Económicas. En 1987 esa subsede universitaria comenzó a funcionar en un edificio ubicado sobre la Ruta 3 en Isidro Casanova.

Según uno de los promotores de aquella experiencia, el contador Victor Gil, entre 1988 y 1989 cerca de 20 docentes dieron clases a un millar de alumnos. Entre los docentes se encontraba Daniel Martínez, actual rector de la UNLaM. Pero esa subsede dejó de existir cuando en 1989 el presidente de la Cámara de diputados, Alberto Reynaldo Pierri (PJ) presentó un proyecto propio creando mediante la ley 23.748 la Universidad de La Matanza. Aunque a pesar de tener ley, la puesta en marcha no fue sencilla porque recién en julio del año siguiente se nombraría al rector normalizador que iba a poner en funciones la casa de altos estudios.

Es que Pierri quería ser el mandamás político de La Matanza y para eso debía correr del medio al intendente Russo. En 1991 debían elegirse autoridades municipales y la creación de la universidad era su carta de presentación para ello. Arrebatarle el “padrinazgo” del proyecto a Federico Russo era el primer paso e inaugurar la universidad sería el siguiente.

Finalmente el 4 de julio de 1990 en la Casa de la Cultura de Ramos Mejía se presentó oficialmente la nueva universidad con la presencia del ministro de Educación de la nación, Antonio Salonia, de Alberto Pierri como autor de la ley, del ingeniero Mario Pinelli como rector normalizador y del concejal Héctor Cozzi (delfín pierrista que un año más tarde iba a reemplazar al intendente Russo). Aquel acto fue muy cuestionado porque casi a un año de aprobarse la ley, universidad matancera seguía siendo un sueño y nadie sabía cuál iba a ser su sede. “Con Bombos y Platillos, pero sin sede ni alumnos” titulaba el periódico local La Comunidad. Barissoni, autor del proyecto original, se sintió tocado por la jugada y salió a criticar a Pierri: “al pueblo no se le puede mentir y es por eso que tengo la obligación de aclarar que la iniciativa de crear la Universidad de La Matanza fue del gobierno municipal”.

Finalmente hay que marcar que los cursos se iniciaron en abril de 1991 en tres carreras para una matrícula inicial de 1.200 alumnos. Al no tener edificio propio las cursadas tuvieron que realizarse en las escuelas N°27 y N°51 de San Justo. Pero el gran salto se dio cuando a fines de ese año se hizo entrega de las más de 30 hectáreas donde había funcionado la automotriz Chrysler para instalar allí la sede definitiva de la UNLaM.

Por último, vale agregar que en 2019 fueron cerca de 55.000 los estudiantes cursaron diferentes carreras, tal vez sin saber que esos claustros son producto de la una larga historia de luchas.

Antigua Chrysler

Fuente: Matanza Digital, 31 de agosto de 2020.

https://www.matanzadigital.com.ar/historia-de-la-universidad-en-la-matanza/

 

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Cuarentena

EL PAIS

La continuidad de la cuarentena en la provincia de Buenos Aires

Axel Kicillof: "En esta situación no podemos acompañar más aperturas"

El gobernador bonaerense descartó más flexibilizaciones, dijo que la prioridad en este momento es "estabilizar" y alertó por el crecimiento de casos de coronavirus en el interior provincial. "No podemos arriesgar lo que logramos en cinco meses, perderlo en cinco días", explicó.

https://www.youtube.com/watch?v=bKgY9CLJGiE&feature=emb_title

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, encabeza la conferencia semanal de informe epidemiológico sobre el Covid-19 en la provincia de Buenos Aires con las expectativas puestas en las precisiones sobre las actividades habilitadas para la nueva etapa del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que comienza este lunes y rige hasta el 20 de septiembre.

"El aprendizaje que logramos y que nos da el mundo es que es un error abrir de más prematuramente. Ha pasado en el mundo, en el país y en algunos lugares de nuestra provincia. En esta situación no podemos acompañar más aperturas. Tenemos que estabilizar, no podemos arriesgar lo que logramos en cinco meses, perderlo en cinco días", dijo Kicillof.

Agregó que "la situación que se vive en el AMBA es de una estabilidad tremendamente frágil". "Los últimos dos días los casos empezaron a crecer y esa tendencia se consolidó. El fin de semana hubo el doble de casos, que hubo otros fines de semana", remarcó.

El gobernador planteó que el virus "está golpeando muy fuerte el interior de la provincia" y mencionó que "se duplicó la importancia del interior en la totalidad de casos, que pasó del 5 por ciento al 11 por ciento".

Reuniones sociales, mesas al aire libre

Kicillof no se refirió particularmente al permiso anunciado por el presidente Alberto Fernández respecto de las reuniones de hasta 10 personas al aire libre sino que se limitó a indicar que en la situción epidemiológica actual "no se pueden permitir más aperturas".

Al ser consultado por la apertura de bares y restaurantes con atención al aire libre en Ciudad de Buenos Aires, el gobernador dejó claro que "no es el criterio" de la gestión bonaerense porque "las actividades se ven sumando y sumando y generan, simbólicamente, la idea de que esto ya pasó".

"Son discursos muy difíciles de explicar con la situación que hay. Estamos pasando el último tiempo, después de mucho. No lo podemos tirar a la basura. La provincia tiene una población, un ingreso per cápita, muy distintas a la Ciudad", agregó.

"El problema no está puntualmente en alguna de esas actividades, que con los cuidados pueden no ser contagiosa. Pero alguien puede ver otra persona comiendo en un restaurante y pensar que está bueno hacerse un asado en la casa y sabemos que las reuniones cerradas son las que más contagian", consideró el gobernador.

El viernes por la noche funcionarios bonaerenses habían adelantado que las reuniones no se permitirán en los municipios de la provincia que se encuentran en fase 3, como el total de los distritos del Conurbano --a las que se sumaron Guaminí y General Pueyrredón en los últimos días-- y que se mantendrán el permiso para aquellos municipios que ya están en fase 4 y 5.

De acuerdo a las condiciones puestas por el gobierno provincial en la que denominaron "cuarentena intermitente", las localidades en fase 4 y 5 cuentan con el permiso de "salidas recreativas", bajo las siguientes condiciones: encuentros de hasta 10 personas, fuera de horario pico, con uso de tapabocas obligatorio y en espacios abiertos ubicados a una distancia máxima de 500 metros a la redonda del domicilio.

El cambio de anuncio

Luego del cambio de modalidad en el anuncio de la nueva fase de la cuarentena, en la que el presidente Alberto Fernández publicó un breve video sin la participación del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta ni el mandatario bonaerense, Kicillof encabeza la conferencia desde la Casa de Gobierno provincial, en la que se esperan precisiones sobre la habilitación de reuniones de hasta 10 personas al aire libre.

En esta nueva modalidad de anuncio de la cuarentena, Kicillof incorporó a intendentes oficialistas y opositores del Conurbano. Por el oficialismo están presentes les intendentes de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; de Quilmes, Mayra Mendoza; y Hurlingham, Juan Zabaleta. Mientras que por la oposición estarán los jefes comunales de Lanús, Néstor Grindetti; y de La Plata, Julio Garro.

El gobernador sumó a la mesa de la conferencia provincial a Elisa Estenssoro, jefa de terapia intensiva del Hospital San Martín de La Plata, en representación de los trabajadores y trabajadoras de la salud de la provincia. Estenssoro apeló "a la conciencia y a la solidaridad de la sociedad" cuando los profesionales de terapia intensiva están trabajando al cien por ciento, mientras "coexiste con una sociedad cansada y que quiere volver a la normalidad en un marco de crecimiento de los casos".

"Estamos en una situación muy crítica, si seguimos de esta forma se va llevar a la ocupación del 100 por ciento de las camas y va a haber gente que se va a quedar sin atención", lamentó.

En qué fase están los municipios bonaerenses

Según el último reporte del gobierno provincial, hay 40 distritos bonaerenses que se encuentran en etapa 3, de los cuales 35 pertenecen al conurbano y cuatro al interior, debido a que presentaron un brote o un aumento significativo y repentino de contagios, o un incremento en la velocidad de transmisión.

Se trata de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Bragado, Cañuelas, Coronel Pringles, Ensenada, Escobar, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, General Las Heras, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz y La Matanza.

También se encuentran en esa instancia los partidos de Lanús, La Plata, Laprida, Lomas de Zamora, Luján, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, Moreno, Merlo, Morón, Pilar, Presidente Perón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Vicente, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López.

Por otro lado, un total de 43 municipios del interior de la provincia de Buenos Aires transitan la fase 5 del aislamiento social, con la mayoría de sus actividades habilitadas, mientras que otros 52 permanecen en la etapa 4.

Los que transitan la etapa 4, son aquellos municipios que en las últimas dos semanas hayan tenido "más de diez nuevos casos de Covid-19 cada cien mil habitantes, en al menos alguna de las semanas y no formen parte del AMBA".

En fase 5 están: 9 de Julio, Adolfo Alsina, Adolfo González Chaves, Alberti, Benito Juárez, Carlos Casares, Carlos Tejedor, Carmen de Areco, Chacabuco, Dorrego, Coronel Suárez, Daireaux, Florentino Ameghino, General Alvear, General Arenales, General Guido, General Lamadrid, General Lavalle, General Pinto y General Villegas.

Otros de los que se encuentran en la fase 5 -con mayor apertura- son Guaminí, Leandro N. Alem, Lincoln, Lobería, Maipú, Monte Hermoso, Navarro, Necochea, Olavarría, Pehuajó, Pila, Puan, Rauch, Rivadavia, Rojas, Saavedra, Salliqueló, San Cayetano, Suipacha, Tapalqué, Trenque Lauquen, Tres Arroyos y Tres Lomas.

Fuente: Diario Página 12,  31 de agosto de 2020.

https://www.pagina12.com.ar/288788-axel-kicillof-en-esta-situacion-no-podemos-acompanar-mas-ape

Fundación Balcarce Gutiérrez de Estrada

HISTORIA

EHPAD

Hace cerca de 114 años, cerca de París, una gran dama de 70 años, nieta del fundador de un país muy lejano creó una institución para dar asilo y atención médica gratuita a ancianos sin recursos.

Más de 100 años después, en esta época de pandemia, esta institución aun existe y es una de las tantas EHPAD (residencia medicalizada) de Francia, que constituye la primera trinchera del estado francés contra el coronavirus.

La gran dama era nada menos que Josefa Balcarce, nieta del General San Martín. Era la única heredera de una finca en Brunoy, al este de Paris, que le había legado su padre, Mariano Balcarce.

Josefa, ya viuda, decidió convertirla en una residencia para pobres y ancianos, gratuita, muy avanzada para su tiempo, dedicando casi 18 años a administrarla.

Para eso creó la Fundación Balcarce Gutiérrez de Estrada (el último era el apellido de su marido, que ya había fallecido). Todavía existe con el mismo fin y en la misma dirección, el 28 de la Rue de Bellevue, con un aspecto muy parecido al que tenía en 1906. Tiene capacidad para unos 50 residentes permanentes y es gestionada por la Sociedad Filantrópica de París, a quien cedió su administración  por legado testamentario.

Durante la I GM, Josefa transformó la residencia en el Hospital Auxiliar Nº 89 (hospital de sangre) y, a los 82 años, lo dirigió incluso durante la ofensiva de 1918, cuando se negó a evacuarlo a pesar del avance alemán. El Gobierno francés la condecoró con la Legión de Honor.

Mañana se cumplen 96 años de la muerte de Josefa en su Brunoy. Es la última que queda en la cripta de los Balcarce en el cementerio local. Ella se encargó del traslado de los restos del General a Buenos Aires en 1880, de preservar sus cartas y biblioteca (que cedió a Bartolomé Mitre).

Tiempo después los otros restos, de Mariano y Merceditas fueron trasladados a Mendoza. El Gobierno francés la considera una heroína francesa y no autorizó su traslado.

Argentino Lopez

El Petit Chateau, en una pintura de la época en la que pertenecía a la realeza francesa.