viernes, 31 de marzo de 2017

Actualidad del Volcán Etna

Fenómeno natural
El volcán Etna entró en erupción y liberó un río de lava
Tuvo un pico de actividad esta semana, aunque por el momento no constituye una amenaza para los pueblos cercanos.
Ríos de lava en el volcán Etna.
ITALIA
El volcán Etna, situado en la isla italiana de Sicilia, entró en erupción en los últimos días y liberó explosiones incandescentes, emisiones de cenizas y un manto de lava fluida, informaron las autoridades italianas.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de la ciudad siciliana de Catania, al sur de la isla, informó que la actividad en el nuevo cráter sudeste comenzó a registrarse el 23 de enero pasado, y se intensificó en esta semana.
Los temblores volcánicos alcanzaron sus niveles más elevados en la noche del martes, entre las 22 y las 24, cuando en la isla siciliana se pudieron ver fuentes de lava que brotaban hacia el cielo y que superaron varios cientos de metros de altura.
También se registraron explosiones de fuego y una "colada de lava", que es un manto de lava fluida, que se dirigió hacia el sudoeste, en dirección al pico Monte Frumento Supino, según el instituto de Catania.
Actividad en el volcán Etna. Foto: AP
Los fenómenos se concentraron en la zona superior del Etna, el volcán activo más alto de Europa, y aún no constituyen un peligro para las poblaciones cercanas, aunque los habitantes de las localidades de Zafferana y Linguaglossa empezaron a notar una modesta lluvia de cenizas.
Actividad en el volcán Etna. Foto: AFP
Las autoridades italianas siguen con atención la situación pese a que por el momento las rutas y el aeropuerto de Catania siguen operando con normalidad.
El Etna en plena actividad. / AP
El Etna tiene 3.322 metros de altura y está situado en la parte oriental de la isla de Sicilia, entre las provincias de Mesina y Catania.
Fuente: Télam y EFE (30-03-2017)
Mapas de Volcanes en Italia

jueves, 30 de marzo de 2017

Biografía de Juan Manuel de Rosas



Juan Manuel de Rosas
1793 – 30 de Marzo – 2017
A 224 Años del Natalicio
Biografía
Juan Manuel de Rosas, el restaurador de las Leyes, el estanciero más poderoso de Buenos Aires, y a la vez uno de los gobernadores con más consenso en toda la historia de la provincia, nació en Buenos Aires el 30 de marzo de 1793. Cursó sus primeros estudios en el colegio privado que dirigía Francisco Javier Argerich. Pero su vocación no iba para el lado de las letras sino para las tareas rurales.
Durante las invasiones inglesas participó activamente de la defensa en el regimiento de Migueletes de Caballería. Tras la reconquista volvió al campo. Se mantuvo completamente al margen de los sucesos de la revolución de mayo, de la que dirá años más tarde: "En los tiempos anteriores a la revolución la subordinación estaba bien puesta, sobraban recursos y había unión."
En marzo de 1813 se casó con Encarnación Ezcurra, quien sería su compañera en la vida y en la política. Tras el casamiento Rosas devuelve a sus padres los campos que les administraba y decide formar su propia empresa.
En noviembre de 1815 se asoció con Juan Nepomuceno Terrero y Luis Dorrego en una compañía destinada a la explotación ganadera, saladero de pescado y exportación de productos varios en la estancia de "Los Cerrillos".
La dirección de sus estancias le dio a Rosas un gran conocimiento sobre la vida y las costumbres de sus peones. "Me propuse adquirir esa influencia a toda costa; para ello fue preciso hacerme gaucho como ellos, protegerlos, hacerme su apoderado, cuidar de sus intereses, en fin no ahorrar trabajo ni medios para adquirir más su confianza."
Tras la caída del Directorio, en 1820 Rosas comienza a participar activamente de la política bonaerense. Apoyó e impuso la candidatura de Martín Rodríguez a la gobernación de Buenos Aires. Participó activamente en el Pacto de Benegas entre Santa Fe y Buenos Aires y se hizo cargo de entregarle al caudillo santafecino, Estanislao López, 30.000 cabezas de ganado.
El derrocamiento de Dorrego y su posterior fusilamiento a manos de Lavalle, vuelve a colocar a Rosas en el primer plano de la política.
Luego de este episodio, Lavalle marcha hacia Santa Fe para encontrarse con Paz, pero es derrotado en Puente de Márquez por las fuerzas aliadas de López y Juan Manuel de Rosas.
Lavalle firma entonces con Rosas el pacto de Cañuelas, que nombra como gobernador interino de Buenos Aires a Viamonte y convoca a una reunión de la sala de representantes porteña para elegir el gobernante definitivo.
El 8 de Diciembre de 1829 la sala de representantes proclamó a Juan Manuel de Rosas gobernador de Buenos Aires otorgándole las facultades extraordinarias y el título de Restaurador de las Leyes.
Rosas llevó a cabo una administración provincial ordenada. Recortó los gastos, aumentó los impuestos, superando lentamente el déficit fiscal heredado, y  reanudó las relaciones con la Santa Sede, suspendidas desde 1810.
Fue el sector terrateniente el que sustentó el liderazgo rosista. La estructura social durante este período  estuvo basada en la tierra. La gran estancia era la que confería status y poder.
Acompañaban a Rosas en el poder los grupos dominantes porteños que no estaban dispuestos a compartir las rentas de la aduana con el resto de las provincias.
El restaurador les garantizaba el orden y la disciplina social necesarios para desarrollar sus actividades económicas.
Rosas gozaba de un gran predicamento entre sectores populares de Buenos Aires, y, de esta forma, aparecía ante los terratenientes de la provincia como el único capaz de contener y encauzar las demandas de las clases bajas.
En agosto de 1830 varias provincias del interior conforman la Liga Unitaria bajo el liderazgo del General Paz.
En enero de 1831 Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos firmaron el Pacto Federal, una alianza político militar para terminar con los unitarios de Paz.
Finalmente Paz será derrotado y capturado por López. Rosas, López y Quiroga dominaban la confederación. Pero el restaurador demostró ser el más poderoso y continuó aislando a Buenos Aires de las otras provincias.
En 1832 Rosas fue reelecto como gobernador de Buenos Aires. Exigió que se le renovaran las facultades extraordinarias. La sala de representantes se opuso y Rosas renunció.
Fue electo el general Juan Ramón Balcarce, candidato de Rosas que, entre 1833 y 1834, emprendió una campaña al desierto financiada por la provincia y los estancieros bonaerenses preocupados por la amenaza indígena sobre sus propiedades.
Rosas combinó durante la campaña la conciliación con la represión. Pactó con los Pampas y se enfrentó con los ranqueles y la Confederación liderada por Juan Manuel Calfucurá.
Según un informe que Rosas presentó al gobierno de Buenos Aires a poco de comenzar la campaña, el saldo fue de 3200 indios muertos, 1200 prisioneros y se rescataron 1000 cautivos blancos.
El éxito obtenido por el restaurador en la campaña aumentó aún más su prestigio político entre los propietarios bonaerenses, que incrementaron su patrimonio al incorporar nuevas tierras y se sintieron más seguros con la amenaza indígena bajo control.
Rosas se alejó de la provincia pero no de los manejos políticos. Su mujer, Encarnación Ezcurra era su fiel representante y con el apoyo de la mazorca, conspiró contra los gobiernos de Balcarce, Viamonte y Maza que se sucedieron durante la ausencia del restaurador.
La agitación política conducida por Encarnación contribuyó de manera decisiva a crear un clima de gran inestabilidad favorable a los intereses de Rosas.
Un hecho agravará aún más la situación. El caudillo riojano Juan Facundo Quiroga, residía por entonces en Buenos Aires bajo el amparo de Juan Manuel de Rosas.
Quiroga había manifestado al Restaurador sus inquietudes sobre la necesidad de convocar a un congreso y organizar constitucionalmente al país. Rosas se opuso argumentando que no estaban dadas las condiciones mínimas para dar semejante paso y consideraba que era imprescindible que, previamente, cada provincia se organice.
A Rosas no se le escapaba que la organización nacional implicaría la pérdida para Buenos Aires del disfrute exclusivo de las rentas aduaneras, entre otros privilegios.
Ante un conflicto desatado entre las provincias de Salta y Tucumán, el gobernador de Buenos Aires, Manuel Vicente Maza (quien respondía políticamente a Rosas), encomienda a Quiroga una gestión mediadora.
Tras un éxito parcial, Quiroga emprendió el regreso y fue asesinado el 16 de febrero de 1835 en Barranca Yaco, provincia de Córdoba.
La muerte de Quiroga determinó la renuncia de Maza y provocó entre los legisladores porteños que prevaleciera la idea de la necesidad de un gobierno fuerte, de mano dura.
Por una amplia mayoría de votos, expresados en la legislatura y a través de un plebiscito que dio un resultado de 9.713 votos a favor y 7 en contra, fue electo nuevamente Juan Manuel de Rosas, en marzo de 1835, esta vez con la suma del poder público.
La hegemonía rosista se consolidó mediante la unificación ideológica del pueblo de Buenos Aires a través del uso obligatorio de la divisa punzó, del riguroso control de la prensa; y de una dura represión a la oposición ideológica y política realizada por la Sociedad Popular Restauradora, conocida como la "mazorca", la fuerza de choque de Rosas, encargada de la intimidación y la eliminación de los opositores. Durante el largo período rosista, la mazorca se cobró miles de víctimas.
En 1835, Rosas sancionó la Ley de Aduanas, que protegía a las materias primas y productos locales, prohibiendo en algunos casos y gravando con altos aranceles en otros el ingreso de la mercadería importada que pudiera perjudicar a la producción nacional.
La Ley favoreció a las provincias pero sobre todo a Buenos Aires que aumentó notablemente sus ingresos aduaneros.
Todo producto argentino destinado al exterior debía pagar su tributo a Buenos Aires y todo producto extranjero destinado a cualquier parte del país debía pagar también a Buenos Aires. Mediante este procedimiento Buenos Aires podía estimular cierta actividad económica del interior y boicotear otra, determinando qué mercadería extranjera y de qué países de procedencia podrá consumir el interior.
Quedaban en manos de Buenos Aires las llaves para favorecer o empobrecer a determinados grupos sociales de las provincias.
En esta segunda gobernación Rosas: favoreció la venta o el otorgamiento de las tierras públicas que pasaron a manos de los grandes ganaderos.
Otorgó opción de compra de tierras a los arrendatarios de contratos de enfiteusis facilitando así el acceso a la propiedad privada tanto al norte como al sur del río Salado.
Rosas mantuvo durante gran parte de su mandato excelentes relaciones con los comerciantes británicos y su gobierno.
Francia no había obtenido de Rosas un tratado comercial como el que Inglaterra había conseguido de Rivadavia.
Los ciudadanos franceses no estaban exentos de hacer el servicio militar como los británicos. Rosas, además había encarcelado a varios franceses acusados de espionaje.
Se produce un conflicto diplomático y las naves francesas que estaban estacionadas en el Río de la Plata, bloquearon el puerto de Buenos Aires a fines de marzo de 1838.
El bloqueo se mantuvo por dos años generando una obligada política proteccionista, más allá de la Ley de Aduana y produjo ciertas grietas en el bloque de poder. Los ganaderos del Sur de la provincia se rebelaron contra Rosas ante la caída de los precios de la carne y las dificultades provocadas por el cerco francés al puerto.
Durante el bloqueo se reanudó la guerra civil. Lavalle, con el apoyo francés, invadió Entre Ríos y Santa Fe pero fracasó en su intento de tomar Buenos Aires por carecer de los apoyos necesarios y debió marchar hacia el Norte.
En octubre de 1840, finalmente por tratado Mackau - Arana, Francia pone fin al bloqueo. El gobierno de Buenos Aires se comprometió a indemnizar a los ciudadanos franceses, les otorgó los mismos derechos que a los ingleses y decretó una amnistía.
Concluido el conflicto con Francia, Rosas limitó la navegación de los ríos Paraná y Uruguay. Bloqueó el puerto de Montevideo y ayudó a Oribe a invadir el Uruguay y a sitiar la capital en 1843.
Estas actitudes de Rosas afectaron los intereses de los comerciantes y financistas extranjeros.
En 1845, el puerto de Buenos Aires fue bloqueado nuevamente, esta vez por una flota anglo-francesa.
A pesar de la heroica resistencia de Lucio N. Mansilla y sus fuerzas, en la Vuelta de Obligado, una flota extranjera rompió las cadenas colocadas de costa a costa y se adentró en el Río Paraná.
El bloqueo no sólo afectaba los intereses de los extranjeros, también perjudicaba a los estancieros del Litoral que no podían navegar libremente por el río Paraná y debían comerciar sus productos por el puerto de Buenos Aires, entre los afectados estaba Justo José de Urquiza, que gobernaba la provincia de Entre Ríos desde 1841
Los ingleses levantaron el bloqueo en 1847 mientras que los franceses lo hicieron un año después. La firme actitud de Rosas durante los bloqueos le valió la felicitación del General San Martín y un apartado especial en su testamento: "El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sur le será entregado al general Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción que, como argentino, he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla."
Recién en 1850 quedaron normalizadas las relaciones con Inglaterra y Francia.
Los bloqueos impusieron sacrificios a los sectores populares pero no tanto a los estancieros, financistas y grandes comerciantes. Estos grupos disponían de importantes reservas para sobrellevar los malos tiempos y de ventajas de todo tipo, entre ellas impositivas:
"El dueño de una estancia de treinta mil cabezas de ganado que en el estado actual de nuestras fortunas figura entre los más ricos hacendados del país, podrá cancelar su cuenta corriente con el erario entregando el valor de cuatro novillos (...) La contribución anual de un propietario de primer orden iguala, pues, a la de un boticario, un fondero, o el empresario de un circo de gallos, sin más diferencia que el primero paga a la oficina de contribuciones directas, mientras los demás lo hacen en la de patentes."
Por otra parte, durante este período se restringe el sacrificio de animales de manera que al finalizar los bloqueos, las estancias se encuentran con su ganado multiplicado y listo para ser exportado.
Año tras año, argumentando razones de salud, Rosas presentaba su renuncia a la conducción de las relaciones exteriores de la confederación, en la seguridad de que no le sería aceptada. Y lo hacía en términos como estos:
"La irreparable pérdida de mi amante esposa Encarnación, la prolongada lucha de mis más queridas afecciones para subordinarlas a mis altos deberes y los principios de mi vida pública, aléjanme de una posición en que fuera desacuerdo reproducir sacrificios ya colmados. Con intenso anhelo, muy encarecida y humildemente, os suplico que, sin pérdida de tiempo, elijáis la persona que ha de sucederme en el mando supremo de la provincia."
Y la Legislatura solía responderle en estos otros términos:
"No es dado a los representantes del pueblo, conceder a V.E. el descanso que tan justamente solicita. Cierto es que las circunstancias de la República exigen un poder con suficiente fuerza, armonía y rapidez: en este convencimiento están los Representantes, y en el de que, aun cuando no hay patriotas esclarecidos, capaces de ponerse al frente de los negocios, sólo en la persona de V.E. pueden depositar confiadamente la plenitud de facultades que acuerda la Ley. Sienten, pues no poder por ahora hacer innovación alguna a las resoluciones anteriores; pero en medio del pesar que les causa su irrevocable resolución, se hacen un deber manifestar a V.E. que están dispuestos a prestarle la más activa y decidida colaboración en todo cuanto concierna al sostén de la libertad e independencia de la República, bajo en concepto que oportunamente facilitarán los recursos necesarios para terminar la cruel guerra promovida por el feroz bando salvaje unitario."
En 1851 el gobernador de Entre Ríos emitió un decreto, conocido como el pronunciamiento de Urquiza, en el cual aceptaba la renuncia de Rosas y reasumía para Entre Ríos la conducción de las relaciones exteriores.
El conflicto era en esencia económico: Entre Ríos venía reclamando la libre navegación de los ríos, -necesaria para el florecimiento de su economía- lo que permitiría el intercambio de su producción con el exterior sin necesidad de pasar por Buenos Aires.
Armado de alianzas internacionales, Urquiza decidió enfrentar al gobierno bonaerense.
El emperador de Brasil, Pedro II proveería infantería, caballería, artillería y todo lo necesario, incluso la escuadra. El tratado firmado entre Urquiza y los brasileños decía en una de sus partes:
"Para poner a los estados de Entre Ríos y Corrientes en situación de sufragar los gastos extraordinarios que tendrá que hacer con el movimiento de su ejército, Su Majestad el Emperador de Brasil les proveerá en calidad de préstamo la suma mensual de cien mil patacones por el término de cuatro meses contados desde la fecha en que dichos estados ratifiquen el presente convenio. S.E. el señor Gobernador de Entre Ríos se obliga a obtener del gobierno que suceda inmediatamente al del general Rosas, el reconocimiento de aquel empréstito como deuda de la Confederación Argentina y que efectúe su propio pago con el interés del 6% por año. En el caso, no probable, de que esto no pueda obtenerse, la deuda quedará a cargo de los estados de Entre Ríos y Corrientes, y para garantía de su pago, con los intereses estipulados, SS.EE los señores gobernadores de Entre Ríos y Corrientes, hipotecan desde ya las rentas y los terrenos de propiedad pública de los referidos estados."
En las provincias la actitud de Urquiza despertó diversas reacciones. Córdoba declaró que era una infame traición a la patria y dijo que "Urquiza se había prostituido a servir de avanzada al gobierno brasileño". Otras se pronunciaron en sentido similar e intentaron formar una coalición militar para defender a Rosas, pero ya era demasiado tarde.
Urquiza alistó a sus hombres en el ''ejército grande" y avanzó sobre Buenos Aires, derrotando a Rosas en la Batalla de Caseros, el 3 de Febrero de 1852.
Vencido, el Gobernador de Buenos Aires se embarcó en el buque de guerra "Conflict" hacia Inglaterra. Allí se instaló en la chacra de Burguess, cerca de Southampton acompañado por peones y criados ingleses. El gobierno porteño, instalado el 11 de septiembre de 1852, confiscó todos su bienes y dependía para vivir de los recursos que le enviaban sus amigos desde Buenos Aires. Volvió a dedicarse a las tareas rurales hasta su muerte ocurrida el 14 de marzo de 1877, a los ochenta y cuatro años.
Unos años antes había escrito una especie de testamento político.
"Durante el tiempo en que presidí el gobierno de Buenos Aires, encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, con la suma del poder por la ley, goberné según mi conciencia. Soy pues, el único responsable de todos mis actos, de mis hechos buenos como los malos, de mis errores y de mis actos.
Las circunstancias durante los años de mi administración fueron siempre extraordinarias, y no es justo que durante ellas se me juzgue como en tiempos tranquilos y serenos".
Por Felipe Pigna
Fuente: http://www.el-historiador.com.ar/biografias/r/rosas.php

martes, 28 de marzo de 2017

Los populismos de Argentina y Brasil en el siglo XX

Los casos de Juan Domingo Perón y Getulio Vargas
Juan Domingo Perón.

Getulio Vargas.
Formulación del proyecto.
Nuestro trabajo se enfoca en la realización de un análisis comparativo del populismo que hubo en Brasil y en Argentina, analizando los regímenes de Getulio Vargas (de 1930 a 1954 con interrupciones) y Juan Domingo Perón (de 1946-1974 con interrupciones) respectivamente. Estos sucedieron en la mitad del siglo XX ante un contexto de importantes transformaciones sociales y económicas.
Para empezar hay que enfocarse en la particularidad histórica de estos dos países, en sus regímenes políticos antes del auge de estos populismos, recursos naturales estratégicos para su prosperidad económica, composición étnica y estratificación social.
Entonces aclarando éstas podremos enfocarnos plenamente en el análisis comparativo, donde daremos a conocer las similitudes y diferencias de sus gobiernos desde diversos puntos de vista, ya sea, política, económicas y sociales. En lo político analizaremos las formas como ascendieron al poder, como se relacionaron con la oposición, el clero y las Fuerzas Armadas. En el contexto internacional veremos el rol jugaron estos populismos ante la influencia hegemónica de los Estados Unidos.
En el contexto interno indagaremos como estos líderes carismáticos se ganaron las adhesiones de las masas y las clases medias con sus reformas sociales que desafiaron al sistema oligárquico liberal.
Entonces podríamos reflexionar que Perón y Vargas ¿son dictaduras fascistas totalitarias o líderes revolucionarios al servicio del pueblo que construyeron otro tipo de democracia que es alternativa a la convencional? Y si así lo fuera ¿Qué tipo de democracias representan?¿qué diferencias tienen con el marxismo?¿cuál es el criterio principal para considerar a estos regímenes de populistas?¿estos regímenes fueron demagógicos o querían profundizar la democracia que había estado oligarquizada desde décadas?¿qué factores fueron fundamentales para el ascenso de los populismos en cuestión?¿por qué a estos populismos se tiende a confundirlos con el marxismo?
Las subjetividades políticas para responder estas preguntas juegan un rol fundamental, en donde la historiografía oficial ha impuesto una etiqueta de populistas a estos regímenes sin mayores cuestionamientos.
Siguiendo esta línea, la pregunta de investigación es ¿Cuáles fueron las semejanzas y diferencias entre el régimen de Perón y Vargas en sus respectivas naciones? y ¿cuánto influyó el contexto económico e ideológico -tanto nacional como  internacional- en la concreción de sus medidas populistas en sus respectivas naciones?
Hipótesis.
Los populismos de Vargas y Perón responden, en cierta medida, a la crisis económica de 1929 que ocasionó graves efectos económicos, sociales y políticos en América Latina, como fue por ejemplo en el desempleo. La crisis significó una reestructuración de las economías de la región, este consistió en el proyecto de la industrialización sustitutiva de importaciones, donde el estado jugaba un rol fundamental y era gestor en la economía.
Los que buscaban estos líderes era convertir a sus naciones en una potencia industrial, en donde se buscaba la independencia económica de sus países sin caer en la  lucha de clases que estaba inspirada en el marxismo, ya que para estos caudillos como Vargas y Perón, esa corriente era estar al servicio de una potencia extranjera que era la Unión Soviética. Por lo tanto se quería impulsar un capitalismo nacional haciendo énfasis en la justicia distributiva de la riqueza.
Estos populismos se vieron influenciados por el fascismo europeo donde el Estado se consideraba como un mediador de los conflictos entre las clases sociales, donde se tenía que llegar a una armonía entre estas para la integración del país.
Estos líderes carismáticos poseían una ideología difusa, de corte nacionalista en donde se apelaba al pueblo, que se le identificaba con la nación, por lo tanto hubo un rechazo a las oligarquías tradicionales, a las que se identificaba con lo anti-nacional. El anti-imperialismo y el nacionalismo se hicieron sentir en el ´´pueblo’’ (burgueses, obreros y clases medias en general) donde se consolida una conciencia nacional republicana en un contexto urbano donde surgía una nueva cultura de masas, sobre todo en los sindicatos que eran el soporte de estos dos regímenes, es decir el estado tenía que jugar un rol paternalista ante las organizaciones obreras.
En lo que es Argentina, el ascenso de Perón surge gracias a una rebelión militar de 1943, y es elegido democráticamente en 1946, sin embargo,  su gobierno fue tomando un aspecto autoritario y demagógico, donde resalta el personalismo de éste, atrayendo a las masas con la creación de canciones que le rendían culto al líder peronista.
En el caso argentino, el populismo fue más clientelar y paternalista que Brasil, ya que en el primero se aumentaron los salarios reales de forma significativa, que benefició significativamente a la clase obrera.
Perón se despegó de las ideologías dominantes a nivel mundial, que eran el capitalismo y el comunismo, ya que estas potencias eran imperialistas, por lo que mostró disidencia de la política económica de los Estados Unidos; en cambio Vargas tenía buenas relaciones con esta potencia.
En lo que es Brasil, Vargas asciende al poder a través de un golpe de Estado, donde funda más adelante el ´´Estado Novo'' que permite desarrollar para el Brasil un estado autoritario, corporativista y centralista, que le permite desarrollar la industrialización de bienes de capital.
Lo que tienen en común estos populismos es su carácter anti oligárquico, nacionalista, en cierto modo,  corporativista, teniendo algunas similitudes con el fascismo europeo, donde la relación líder –masas se basa en el carisma que había por estos dos caudillos castrenses, a través de esto se conforma una relación paternalista y clientelar.
Estos populismos buscaban ser potencias industriales que tenían como trasfondo salir de la condición de nación dependiente de las potencias imperialistas de la Guerra Fria como era Estados Unidos y la Unión Soviética. 
Estos regímenes tenían clientela urbana manifestada principalmente en los sindicatos, y a la vez, dejaron en un segundo plano las condiciones de los campesinos, estando implícito en sus proyectos políticos mantener vigente la dominación del latifundio, estando postergada la reforma agraria.
Marco Teórico.
Al adentrarnos en la etimología del concepto populismo, este proviene del latín ´´pueblo’’, es decir el pueblo es el sustento de poder de los líderes carismáticos, tanto en el caso de Vargas como de Perón. Por lo tanto el concepto de pueblo- en el sentido que pretendemos darle- se origina en el momento crítico en que la comunidad política se escinde, ya que el bloque histórico en el poder deja de constituir una clase dirigente’’, para darle paso a las clases medias y los sectores populares emergentes, desplazando a las oligarquías tradicionales.
Según Octavio Ianni y Juan Manuel Reveco, los movimientos de masas, los partidos políticos y los gobiernos populistas habrían surgido en una fase histórica de transición entre una etapa con predominio agrícola a otra industrial, durante la cual estaría cambiando desde un sistema político de participación restringida a otro de participación amplia. Por lo tanto, el populismo sería un fenómeno inserto en el interior de un proceso de modernización de las sociedades de América Latina, que surge al tropezar éstas con su incapacidad para imponer una democracia representativa en el sentido convencional de la palabra.
Los autores señalan las razones que explicarían el surgimiento del populismo en nuestro continente, que serían:
En primer lugar, se debería a los graves efectos producidos por la depresión económica por el colapso de la bolsa de Nueva York al impactar sobre las estructuras sociales y las economías latinoamericanas. En muchas de las naciones del continente, en esos momentos, las masas asalariadas pasaron a constituir un elemento político dinámico y creador que produjo una transformación de las relaciones sociales y económicas y dio lugar a una combinación de los grupos y las clases sociales. Por lo mismo Ianni define al populismo como un ´´movimiento de masas que aparece en el centro de las rupturas estructurales que acompañan las crisis de las oligarquías latinoamericanas''.
En segundo lugar, el fenómeno histórico de la migración campo-ciudad como un detonador del populismo, esto se habría debido a que las masas asalariadas estarían en proceso de abandonar pautas culturales tradicionales para adquirir otras que se derivaban de la transformación de valores y actitudes propios de una sociedad urbana secularizada.
En tercer lugar se destaca la relación líder y masa con sus componentes de carisma y demagogia. Gino Germani observa esta peculiar forma de relación política que tendrían los movimientos nacional populistas, sin ocultar que el modelo tomado es el de la Argentina de Perón. Expresa que tales movimientos negaron los valores básicos de la democracia representativa, en especial las libertades civiles, privilegiando en cambio el nacionalismo y discurso anti-imperialista. De esta manera lograron incorporar efectivamente a los grupos marginales a la vida social y económica del país, adoptar un modelo de desarrollo basado en la planificación centralizada y en la nacionalización de las empresas extranjeras y poner en marcha un tipo de expansión que los economistas bautizaron como proceso de ´´desarrollo hacía adentro``
Por otra parte, Torcuato Di Tella plantea la tesis de la ´´revolución de las expectativas``. Debido a que estas nuevas expectativas no podían ser satisfechas por la estructura política tradicional, se produciría en dichas masas una ´´incongruencia de estatus`` que las haría fácil presa de manos de líderes carismáticos cuyo discurso demagógico las impulsaría a apoyarlo sin condiciones.
Di Tella concluye que el populismo es un movimiento político con amplio apoyo popular y dirigido por miembros de clases más elevadas que sustentarían una ideología de reemplazo de las estructuras tradicionales’’
En cuarto lugar está la originalidad política del populismo. Según el análisis de Jorge Graciarena, el hecho de que los movimientos populistas surjan al margen de los partidos tradicionales les confiere una singularidad muy propia. Este autor destaca que ellos han dejado de lado los modelos europeos, aunque éstos sean socialistas, comunistas o simpatizantes con el movimiento popular, por lo que esta originalidad les ha permitido captar a las masas marginales.
Pero aunque sea original, el populismo es muy pobre en sus planteamientos. Según Graciarena, los movimientos populistas se caracterizan ideológicamente por una retórica dirigida contra la oligarquía y el sistema vigente, definidos en general de una manera vaga agrega que la fuente del poder es aquí el líder, y no la ideología.
Estos planteamientos, están enmarcados dentro de los parámetros del populismo clásico, en donde están incluidos los caudillos Vargas y Perón. 
Desarrollo.
Las semejanzas y diferencias fundamentales entre el régimen de Perón y Vargas en sus respectivas naciones.
El concepto de populismo, llevándolo a cabo en los gobiernos de Vargas y Perón.
Dentro de la perspectiva clásica, el populismo se considera como ´´un fenómeno ideológico, con una particular forma de las interpelaciones popular democráticas’' además Octavio Ianni plantea que la migración campo ciudad fue una causa preponderante en el advenimiento de este fenómeno ya que ´´ el populismo latinoamericano correspondió a una etapa de predominio agrícola a otra etapa de predominio industrial, en un contexto de ampliación de la participación política de las masas ciudadanas’’, este nueva época estaba enmarcada en un nueva era económica por la crisis mundial de 1929, donde el modelo monoexportador (sobre todo en Brasil con la exportación de café) deja de ser predominante en las economías latinoamericanas, donde se fortalece el mercado interno en pos de la industrialización teniendo como garante al Estado, influenciados por la economía keynesiana de ´´New Deal’’ del presidente Roosevelt de Estados Unidos), en el caso de Brasil ´´ su proyecto político  de la modificación de la estructura económica brasileña se realiza con fundamentos del ´´Estado Novo`` destacándose entre ellos las nacionalizaciones que sirvieron para dar impulso al desarrollo industrial como la política ferroviaria y la construcción de la siderúrgica de Volta Redonda. Igualmente impuso restricciones a las compañías que explotaban y exportaban materias primas e incentivó  la industria nacional gravando con elevados aranceles a los productos importados’’.
El populismo se identificó con el rechazo al orden oligárquico, y pretendía expresar los intereses de la burguesía industrial, las clases medias profesionales y los trabajadores organizados.
Clasificando (sin ningún objetivo de maniqueísmo) los tipos de populismos distinguimos entre aquellos movimientos que han dado origen a regímenes democráticos y los que han generado otros autoritarios’’, a nuestro parecer Vargas y Perón fueron en general regímenes autoritarios con algunos aspectos fascistas (como es el corporativismo) ya que ambos movimientos reprimieron y amordazaron la libertad de prensa y las libertades públicas, restringiendo la participación política opositora creando su propia institucionalidad como fue el caso de Brasil con el ‘’Estado Novo’’ que abolía la vieja república, modificando las reglas del juego de la Constitución, en donde el Estado brasileño justifica el autoritarismo. Algo parecido ocurrió con el Coronel Perón que creó una nueva institucionalidad convocando a una Asamblea Constituyente en 1948, para así formar la ideología del justicialismo que tiene repercusiones hasta el día de hoy en la política argentina.
Una de las características de los populismos es su liderazgo y carisma, en el caso de Perón fueron atributos importantes para atraer y dominar a las multitudes ya que ´´el personalismo fue una consecuencia casi inevitable de un movimiento formado en periodo tan breve y partiendo de la convergencia de fuerzas heterogéneas. Aunque Perón tenía contraída una obvia ideología con la tradición autoritaria en la cual se había formado, el conflicto en el seno del bloque triunfante de 1946 también gravitó para imponer un liderazgo fuerte y centralizado. La anarquía fue el rasgo distintivo del movimiento peronista durante los primeros años. Solo el ejercicio constante de la autoridad por parte del propio Perón neutralizó la falta de disciplina entre sus seguidores, en el cual el soporte de su gobierno se manifestó en el partido peronista, la CGT (cúpula sindical del gobierno) y en las Fuerzas Armadas, siendo derrocado Perón por ellos en el año 1955.
En Vargas a diferencias de otros regímenes, el Estado Novo careció de todo propósito de movilización de masas, sin embargo ´´en la estructura del populismo y, en este caso, del gobierno del Estado Novo, el presidente de la república adoptaba una posición de árbitro haciendo emanar de allí su poder personal. Por esta vía, las masas populares emergentes pudieron ingresar en la política de su país, legitimando con ello al Estado y a sus autoridades, y constituyendo al presidente en intermediario entre las masas populares urbanas, representadas y controladas por el propio jefe de Estado, por una parte, y los intereses económicos dominantes, por la otra.
Esta incorporación de los sectores populares urbanos permitió la participación del proletariado en una parte de los beneficios que disfrutaba la sociedad brasileña, dando la sensación de que había una convivencia social amplia al atraer a los sindicatos a las esferas gubernativas, estaba en realidad subordinando la acción popular a los grupos de poder elitarios que rodeaban al presidente. Ahora aparecía Vargas como el padre de los pobres, protector de sus intereses y dador generoso de sus beneficios, se aprecia en este planteamiento que hay un culto hacia el líder, demostrando Vargas que tiene un poder de credibilidad para apelar a las multitudes, algo similar pasa con Perón ya que ´´la figura política de este es el ensamble perfecto del técnico y el científico, del filósofo y el estadista suma de condiciones y virtudes que raramente se dan en un solo hombre, con esa honda proporción y equilibrio que hacen de él una personalidad excepcional. Se comprende que por estos motivos el pueblo en masa le haya seguido, con esa mística ciudadana que nunca se vio en la Argentina’’ siguiendo esta línea éste ´´ despertado a las masas, les ha dado pan y circo, pero no les ha insuflado otro ideal político que el de la sumisión ciega y mística a su propia persona, bajo el inverosímil disfraz de la doctrina justicialista’’. Con este planteamiento queremos dar a conocer la devoción que está impregnada en la irracionalidad colectiva donde el líder es un Dios infalible e incorruptible para las masas que lo siguen e idolatran, esto es una relación entre gobernantes y gobernados algo muy poco político, sino que es más bien religioso, basada más en la devoción a la personalidad que en la racionalidad entre gobernantes y gobernados.
La relación con la oposición a sus regímenes, y el rol que jugaron los partidos políticos y los sindicatos:¿ambos, son dictaduras fascistas totalitarias o líderes revolucionarios al servicio del ´´pueblo’’ que construyeron otro tipo de democracia que es alternativa a la convencional?.
Como premisa general ´´El populismo intentó ser una respuesta a la crisis de la dominación oligárquica, pero constituyó también un divorcio con la visión liberal de la democracia’’, además desde un punto de vista más matizado´´ los populismos en Sudamérica tienen la particularidad de combinar una instancia política institucional y formal (lógica de partidos, someterse a la voluntad del pueblo vía elecciones, respeto de las leyes vigentes y de la institución parlamentaria) con un contenido fuertemente democratizador a nivel social. Son populismos que, actuado desde esa lógica formal, extienden los límites posibles de la institucionalidad, corriendo sus fronteras y posibilitando la inclusión de aquellos que no eran tenidos en cuenta por el status quo anterior. En síntesis, su fuerza democratizadora radica en que su lógica política hace posible la ampliación de los derechos de “la parte de los sin parte” y en ese movimiento reactiva la tensión constitutiva de la democracia como régimen político y como cuestión social’’, sin embargo, Vargas en Brasil tuvo varios aspectos negativos en su forma de gobernar como por ejemplo por la forma como accedió al poder ya que ´´una sublevación con apoyo de tenientes llevó al poder a Getulio Vargas (en 1930) ’’ es decir a través de un golpe de Estado(que lo distingue de Perón, ya que éste último accedió al poder a través de elección popular en 1946 ). Además ´´Vargas gobernó dictatoríamente, reprimió violentamente a los comunistas y luego a los fascistas (…)creó un fuerte partido oficial y mediante la Constitución de 1934 estableció la representación  corporativa de empresarios y obreros, impuso el gobierno al federalismo y las oligarquías a los estados y, con el apoyo de la policía y el ejército, reprimió toda oposición. Finalmente Vargas se proclamó dictador (1937) y gobernó siete años sin Congreso ni oposición’’; en el caso de Perón ocurrió algo similar; éste ´´con el apoyo del ejército, de los obreros y de la iglesia ganó las elecciones (1945) e implantó lo que llamó justicialismo y que no era sino una modalidad del fascismo. Así controló la economía, nacionalizó los ferrocarriles, teléfonos, telégrafos y transportes, y estimuló las industrias. Los obreros alcanzaron muchos derechos y beneficios convirtiéndose en una poderosa fuerza de descamisados cuya dirigente era Evita Perón verdadero ídolo de los obreros, al extremo de que cuando falleció, su cadáver embalsamado se convirtió en símbolo del peronismo. Con este apoyo, Perón extremó su gobierno dictatorial reprimiendo la libertad de prensa y toda oposición. En esta política perdió el apoyo de la iglesia, con la que chocó al detener y expulsar a dos sacerdotes oposicionistas, y con el propio ejército que lo derrocó en 1955’’. Con estas medidas podemos plantear que Perón a pesar de estar supuestamente en contra de los intereses imperialistas, tuvo ´´mano de hierro’’ para la mínima oposición, para poder llevar a cabo la industrialización que necesitaba su nación, y así expandirla a toda Latinoamérica, bajo la ideología del justicialismo, influenciada por el fascismo europeo, rescatando algunos ápices de totalitarismos, ya que éste'' osciló entre una inspiración mussoliniana aduciendo, en sus últimos años, que el Duce estaba realizando "una versión local del socialismo" y una admiración por Mao, cuyos intentos por construir el socialismo quizás hayan estado tan alejados de la meta como los del italiano, aún cuando gozaran hasta hace poco de mucha mayor credibilidad. En sus comienzos riograndenses Vargas pertenecía al Partido Republicano local, de raíz comtiana, claramente orientado hacia la formación de gobiernos fuertes, capaces de realizar transformaciones profundas en el sentido de la modernización. Pero este partido apenas si merecía tal nombre, y lo mismo ocurrió luego, con los varios intentos de formar partidos oficialistas, o más bien "legiones", que los tenientes enviados como interventores intentaron establecer. De hecho, aún en 1937, con el autogolpe del Estado Novo, Vargas no pudo establecer un partido oficial, y por eso prefirió disolverlo. Es así que el régimen del Estado Novo nunca tuvo las características de un verdadero fascismo, pues al no tener un partido oficial el ejercicio del totalitarismo le resultaba difícil, y a lo sumo constituyó una dictadura tecnocrática.
A pesar de todas sus pretensiones, métodos y técnicas de evidente inspiración totalitaria´´ el peronismo ha sido incapaz de disimular que también le aqueja la desnudez ideológica congénita al caudillismo hispanoamericano corriente’’ ya que ´´las doctrinas del peronismo o justicialismo como todas, de la ideología del  populismo, no pasaban de ser una mezcla  de ideas tomadas de distintas fuentes, lo que las convertía en una filosofía vaga y ambigua. En todo caso, se planteaba como una alternativa entre el capitalismo y el comunismo, una tercera posición frente a los dos bloques mundiales. Creaba el´´ estado de compromiso’’ donde el presidente de la república, en cuanto líder indiscutido y que estaba por encima de los distintos grupos que existían en el país, actuaba como árbitro para solucionar los conflictos de intereses’’, donde actuaba y gobernaba con la legitimidad necesaria para llevar a cabo los cambios, con el objetivo de proyectarse como una potencia industrial, aumentando el gasto público y los salarios reales a los trabajadores, sin embargo el gobierno tuvo muchas dificultades económicas, por ejemplo con la sequía que afectó en 1952, teniendo como efecto la baja de la producción de trigo.     
Con el respaldo del ejército, la iglesia, de la cúpula sindical de la CGT y la lealtad de una masa popular muy pronto encuadrada bajo el liderazgo centralizado, el nuevo régimen había levantado cimientos seguros para su sustentación.’ Perón decidió reforzar igualmente su gobierno por medio de mecanismos burocráticos y represivos. La primera víctima fue la corte suprema, que había opuesto resistencia a las reformas sociales de Perón desde el principio. Ocho meses más tarde fueron destituidos algunos miembros de este poder como parte de una purga general, la universidad, pasó por un proceso parecido con la expulsión de miles de profesores. En 1947 fueron cerrados los semanarios políticos de la oposición, y grupos económicos vinculados al régimen empezaron a adueñarse del sistema de radiofusión nacional’’, donde el oficialismo tenía harto poder de persuasión a las masas, esta consideración es quizás un impedimento para considerar al régimen de Perón como autoritario a ´´secas’’.
En 1951 la expropiación de uno de los periódicos más tradicionales, la Prensa, y su traspaso a la CGT crearon un virtual monopolio estatal de los medios de comunicación. Los que sobrevivieron con cierto grado de independencia se cuidaron bien de no desafiar francamente el tono uniforme y proselitista utilizado por los medios oficiales para celebrar la política del régimen.
Con esta supresión gradual de las libertades públicas, la oposición política se encontró limitada a la esfera del Congreso, ya que el oficialismo tenía mayoría en esta.
Acá podemos ver una diferencia con Vargas que en 1937 con la redacción de la nueva Constitución y con la consiguiente fundación del Estado Novo, cerró el congreso violando las leyes de la democracia representativa.
Con Perón, a pesar de no haber clausurado el parlamento´´ su imposición obligatoria a funcionarios y ciudadanos eliminó todo rastro de pluralismo en la vida política y condenó a los demás partidos a una existencia prácticamente clandestina’’.
Las medidas gubernamentales que hicieron posible refundar estos Estados en el plano político y económico.
Las medidas que aplicaron estos gobernantes favorecieron a una buena parte de los trabajadores organizados, por ejemplo ´´en Brasil se reconoció la jornada laboral de ocho horas, se dio protección al trabajo infantil y de la mujer. Se desarrolló la formación laboral, se estableció una Comisión de Justicia Laboral y se crearon los instintos de retiro y pensiones, medidas, todas éstas, desconocidas hasta entonces en el derecho brasileño. El 16 de julio de 1934, se promulgó la nueva Constitución que sustituía a la de 1891’’
´´Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Argentina se encontró libre de deuda externa y en posesión de importante reservas de divisas extranjeras, al tiempo que se beneficiaba de la gran demanda y los precios elevados de sus exportaciones de su industria de alimentos. Dentro de este marco, el gobierno peronista puso en práctica una política económica con tres objetivos principales: la expansión del gasto público, reforzando el papel del estado en la producción y en la distribución; la alteración de los precios relativos con el fin de fomentar una distribución más igualitaria de la renta nacional; y el progresivo establecimiento de un sistema de incentivos que premió las actividades orientadas al mercado interno y desestimulo de la producción destinada a los mercados internacionales’’
´´La economía peronista no fue fruto de una estrategia económica deliberada. Las bases sociales del régimen condicionaron sus opciones económicas. Entre el progreso de la industrialización para la defensa nacional, a partir de la industria pesada, auspiciado por oficiales del ejército durante la guerra, y la continuación de la industrialización liviana, Perón escogió la segunda opción,que era más congruente con una distribución progresiva de la renta’’
A partir de 1930 cuando Getulio Vargas comienza a ejercer el poder y se plantea, fundamentalmente, el cambio de la política económica, en particular, con la ampliación de las bases del sector industrial. Tales cambios estaban directamente relacionados con la crisis del año 1929 y sus efectos sobre la economía cafetalera que predominaba en el país implicaba la sustitución del modelo agro-exportador por el desarrollo de una fuerte industria que permitiese la eliminación de la dependencia externa y fomentase una economía interna fuerte’’, a este proceso se le conoce como de industrialización sustitutiva de importaciones.
¿Por qué hablar del Brasil de Vargas?, Precisamente porque su proyecto político  de la modificación de la estructura económica brasileña son los fundamentos del ´´Estado Novo`` que se cumplen en gran parte, destacándose entre ellos las nacionalizaciones que sirvieron para dar impulso al desarrollo industrial, la política ferroviaria y la construcción de la siderurgia. 
Vargas se suicidó para evitar un golpe de Estado, mientras que Perón vivió hasta morir en el ejercicio del mando. Pero el varguismo ya no existe, mientras que el peronismo perdura, aunque matizado. Por otra parte, Vargas es hoy una figura histórica poco discutida, y las avenidas que llevan su nombre no producen escozor en quienes las transitan, a diferencia de lo que ocurre con las que recuerdan el nombre del político argentino o de su esposa. Perón dejó una cantidad de libros en que desarrolla su doctrina, mientras que Vargas, aparte de sus discursos, prácticamente sólo dejó un muy interesante Diario íntimo, y una familia.
Al contrario de lo que se piensa, estos populismos no estuvieron en contra del régimen capitalista, sino que plantearon la vía del capitalismo nacional, donde burgueses y proletarios levantaran a la nación armoniosamente, descartando categóricamente ´´la lucha de clases’’, tal como lo planificaba el Coronel Perón ya que  ´´le ofrecía a la burguesía el desarrollo económico y la contención de la clase obrera para que no girara hacia la izquierda, asegurándole su anticomunismo. A cambio proponía una política distributiva que enhebrara el mercado interno y permitiera el control de los trabajadores al servicio del capitalismo, aprovechando la bonanza económica que produjo la Segunda Guerra Mundial para la Argentina, lo que en cierto modo permitió el apogeo de Perón con su esposa como líderes indiscutido de la nación, aprovechando el nacionalismo que en aquella época estaba influenciada por los grupos fascistas.
En Argentina -desde un punto de vista histórico e ideológico- el peronismo es un fenómeno social agotado, sin posibilidades de desarrollo histórico, sin embargo, desde el punto de vista político el peronismo es un fenómeno vivo y actuante, todavía muy importante en la realidad nacional.
Conclusión.
Nuestra apreciación por el populismo de Argentina, como por el de Brasil es que a pesar de que se profundiza y se abren nuevas vías de democratización al ´´pueblo’’ llevándose a cabo la democracia social y la industrialización; en general, es el resultado del éxito de la irracionalidad colectiva y no de la razón entre ciudadanos que se manifiesta por la admiración incondicional dejada a llevar por las emociones hacia estos caudillos como Getulio Vargas y Juan Domingo Perón, que surgieron de la parafernalia social de los efectos de la crisis financiera de 1929, que a nuestro juicio es el ´´oportunismo’’ y la demagogia de las nuevas elites que ´´experimentan’’ con las multitudes que se dejan llevar por las emociones, algo así como si estos líderes carismáticos fueran una especie de mesías o Dios, algo religioso, anti iconoclasta, donde una imagen bonita con un buen discurso al parecer es algo demócrata, y a nuestro parecer no lo es; la gran virtud de la política es la racionalidad entre gobernantes y gobernados, algo que no vemos en estos caudillos.
Estos gobiernos a nuestro juicio fueron en gran medida autoritarios y fascistas pero con el matiz que tuvieron gran arraigo popular, los que le sumaba legitimidad a sus medidas que favorecían en general a la clase media y a los trabajadores organizados en sindicatos cooptados por el Estado.
Ambos populismos entran en la discusión si fueron democracias alternativas o regímenes totalitarios, esto es algo que va más allá del análisis de las medidas que aplicaron en sus gobiernos. El juicio que se tenga por estos regímenes depende mucho de las subjetividades políticas de las personas que vivieron la época.  
Diríamos que en el plano ideológico, Perón (tuvo menos ambigüedad ideológica que Vargas) tuvo mayor repercusión que Vargas, ya que hasta el día de hoy el justicialismo es tomado en cuenta como corriente política en la Argentina como la famosa ´´tercera vía’’ como  alternativa al capitalismo y el comunismo, en cambio el Estado Novo no tuvo mayor repercusión para el Brasil como una vía política a largo plazo.
En el plano económico, Brasil con el populismo de Vargas pudo consolidar su industria de gran envergadura, siendo hoy una potencia económica a nivel mundial (sin embargo, con brutales desigualdades socioeconómicas).
Lo que tuvieron en común estos populismos es la postergación de la reforma agraria, promulgándose posteriormente en el caso de Brasil para el gobierno de Joao Goulart bajo la tutela de Estados Unidos bajo el proyecto de la ‘’alianza para el progreso’’.
También no hay ninguna reivindicación hacia los pueblos originarios y en general a los campesinos de sus países (como fue la formación más delante de la agrupación del Movimiento Rurales Sin Tierra en Brasil), sino que solo se dedican a reivindicar el nacionalismo moderno anti oligárquico.
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1.- Eric Urrutia. Historiador con Mención en Estudios Culturales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
2.- Rodrigo Bustos. Historiador con Mención en Estudios Culturales de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Este texto historico es una adaptación de un trabajo de la cátedra América Latina: desafíos de la democracia y la globalización.
Fuente: http://elneohistoriadoroutsider.blogspot.com.ar/2016/08/el-criterio-comparativo-del-populismo.html