Actualidad
CONTRATAPA
Otra mentira de los medios
internacionales sobre Venezuela
Fake news: El puente
de Venezuela Aid Live
Por Felipe
Yapur y Ernesto Tiffenberg
El puente Las Tienditas está cerrado porque Colombia
nunca construyó las instalaciones aduaneras. Imagen: AFP
La imagen es
impactante. Tan impactante que ocupó la portada de la mayoría de los grandes
diarios internacionales. Muestra un inmenso puente de tres vías con dos
conteiners y un acoplado cruzados que, obviamente, impiden el paso. El puente
está desierto y los títulos que acompañan a la fotografía intentan explicar
porqué: “El bloqueo fue dispuesto este 6 de febrero por el gobierno de Nicolás
Maduro para impedir la llegada de ayuda humanitaria a su país”. Así lo
reprodujo Clarín y, palabra más o menos, así lo repitieron en todo el mundo
después de que se conociera que en uno de los extremos del puente, llamado Las
Tienditas, se levantaría el escenario del promocionado festival Venezuela Aid
Live.
El único
problema es que el 6 de febrero de 2019 no se bloqueó ningún puente. El puente
está bloqueado desde el día en que terminó su construcción, a principios de
2016. En otras palabras, el puente nunca fue inaugurado y hace tres años que
muestra la misma impactante imagen de la inmensidad desierta.
Los
grandes medios internacionales amplificaron las mentiras sobre el puente Las
Tienditas.
La historia de
Las Tienditas puede resumirse en pocas líneas. Frente a una frontera colapsada
por la intensidad del tránsito, acordaron su construcción los presidentes de
Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Hugo Chávez, en alguno de los
escasos momentos en que las relaciones entre los dos países no eran tan malas.
Empezaron las obras en 2014 y veinte meses después estaban terminadas. O casi.
Colombia nunca construyó las correspondientes instalaciones aduaneras porque ya
estaba claro que el puente no se usaría. Las relaciones entre los dos países ya
no eran tan buenas. Los colombianos aseguran que por decisión de Caracas. Los
venezolanos aseguran que por decisión de Bogotá. Lo mismo ocurre con el
financiamiento. Los colombianos sostienen que se pagó a medias. Los venezolanos
sostienen que todo el dinero lo pusieron ellos. Lo que está fuera de discusión
es que Colombia levantó una impresionante reja en la mitad del puente que
impide desde hace mucho el paso. Si uno mira con cuidado las fotos que ahora se
hicieron famosas, puede ver las rejas adelante de los conteiners.
La diferencia
entre lo publicado y la realidad no es inocente. Presentar al Gobierno
venezolano levantando muros en su frontera, para evitar que llegue “ayuda
humanitaria” para sus ciudadanos, no contribuye a mejorar la imagen
internacional de Nicolás Maduro, justo cuando es en el terreno internacional
donde se juega la principal batalla por su continuidad en el cargo.
El mapa
que indica dónde se realizaron los conciertos.
Algún desprevenido podría argumentar que en estos días, y sobre todo en los
días de Donald Trump, los muros entre países no son mal vistos. Pero las
noticias no están destinadas a Donald Trump. Están destinadas a convencer a los
ciudadanos de todo el mundo, en especial a los estadunidenses y
latinoamericanos, de que la ofensiva contra el gobierno venezolano no es por el
petróleo o el coltán o el oro, ni para escarmentar a cualquiera que desafíe los
mandatos de Washington, sino por “la ayuda humanitaria”.
La imagen del puente ya quedó instalada en la historia. El Venezuela
Aid Live se transmitió en cadena mundial. El promocionado objetivo del
festival, financiado por el magnate británico Richard Branson y su socio
colombiano Bruno Ocampo, es “conseguir ayuda humanitaria para repartir entre
los necesitados venezolanos”.
Branson no oculta que la idea surgió a pedido de Juan Guaidó, el
autoproclamado presidente por decisión de la Casa Blanca, ni que casualmente el
día siguiente al recital es el anunciado por Guaidó, bajo el estricto
cronograma fijado por Trump, como el destinado a que entre en Venezuela la
“ayuda humanitaria” enviada por Washington. Si es posible por las buenas y si
no queda más remedio por las malas. Como el Gobierno venezolano ya anunció que
no está autorizado el ingreso “por las buenas” todo indica que si la entrada se
concreta será “por las malas”.
Resulta muy difícil imaginar un desemboque pacífico y humanitario para un
festival convocado por “la paz” y “la ayuda sin banderías políticas”. Aunque
así lo repitieron, sin ponerse colorados, cada uno de los músicos presentes.
Fuente: Diario Página 12, Contratapa, Fake news: El puente de Venezuela Aid Live,
Felipe Yapur y Ernesto Tiffenberg, 23 de febrero de 2019.