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ECONOMÍA
Coca Cola pide
ayuda al Gobierno para recortar empleos en su embotelladora
Ajuste. En la
planta de Pompeya trabajan 600 personas.
El impacto de la
crisis económica que atraviesa el país no distingue rubros ni tamaño de
empresas. Ayer su sumó a la larga lista de compañías afectadas Coca Cola Femsa
de Argentina, una embotelladora de gaseosas controlada por capitales mexicanos.
Se presentó formalmente ante el Ministerio de Producción y Trabajo para pedir
el Procedimiento Preventivo de Crisis, para recortar personal y achicar sus
operaciones en la planta que posee en el barrio porteño de Nueva Pompeya.
Allí trabajan
alrededor de 600 empleados sobre un total de 2.835 personas según la firma
tiene declarados ante los organismos de seguridad social y la AFIP.
Voceros de la
empresa atribuyeron su situación a la fuerte caída del consumo de gaseosas que
se registró en la segunda mitad de 2018, que se hizo más marcada en enero
pasado. Y que proyecta peores números aun para febrero y marzo. Su intención es
acordar despidos con los propios trabajadores, con asistencia económica del
gobierno para cubrir parte de los sueldos de los suspendidos y pagar menos
indemnizaciones.
En un comunicado, Coca-Cola Femsa Argentina afirmó que está
“atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que
la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo”.
Al mismo tiempo,
la gestión fue confirmada por la cartera que encabeza Dante Sica, que informó
que el pedido “se encuentra en análisis” y que ayer hubo “una primera reunión
donde los representantes de Femsa expusieron la situación de la empresa.
Puntualmente, enmarcaron dificultades en el funcionamiento de atención en la
bodega de la planta y en el turno de una de las líneas de producto”.
También aclaró
que participó el gremio Sutiaga, ya que “los trabajadores involucrados se
encuentran enmarcados bajo dicho convenio”. Las negociaciones seguirán mañana
“para analizar cuáles son las alternativas existentes y el camino a seguir”.
Sin embargo, el
gremio de trabajadores de bebidas gaseosas no emitió ninguna declaración
pública sobre el tema. El que se manifestó fue Camioneros, que rechazó los
argumentos de la empresa y declaró que “la rama de aguas y gaseosas se declara
en estado de alerta y movilización”.
La relación del
gobierno de Mauricio Macri con Coca Cola Femsa estuvo sometida a diversos
vaivenes desde diciembre de 2015 en adelante. En noviembre de 2016 el
Presidente se reunió en Buenos Aires con el CEO global de Coca Cola, Muthar
Kent, en ocasión de una cumbre empresaria. En esa ocasión se cruzaron elogios y
Macri reveló que el ejecutivo turco-norteamericano se había declarado “fanático
de esta nueva etapa de la Argentina”.
Apenas un año
después, la relación pasó a ser muy tirante, ya que el Gobierno impulsó una
reforma impositiva que subía los tributos sobre las gaseosas. Frente a esto, la
multinacional amenazó con bajar su plan de inversiones en el país. Finalmente
se llegó a un acuerdo intermedio, repartiendo la suba entre otras bebidas.
Ahora, la fuerte
caída del consumo golpeó los ingresos de Femsa, que se sumó a una larga lista
de empresas afectadas de distinta forma por la recesión (ver recuadro aparte
con algunos de los casos principales). Las ventas también cayeron porque los
precios subieron. Según el INDEC, en enero el precio de las gaseosas aumentó
6,2%, por encima de todas las demás bebidas, incluyendo la leche. Una botella
de 3 litros puede costar hasta $150.
Fuente: Diario Ámbito Financiero, 21-febrero-2019.