¿Qué
es una teoría ética?
Las teorías éticas tienen carácter normativo,
pretenden la fundamentación de los postulados y normas morales. La ética es
solamente una reflexión acerca de la moral. No pretende crear una nueva moral,
porque sería una pretensión inútil.
Esto es lo que hacen las teorías éticas: permiten que los seres humanos podamos justificar y fundamentar nuestros principios y normas.
Tipos de teorías éticas
Estas teorías permiten justificar las normas y los juicios
morales. Las normas expresan obligaciones, los juicios morales son juicios de
valor.
La estructura gramatical de una norma moral es Todos
deben hacer X; la forma del juicio moral es X es bueno.
Las teorías éticas quieren establecer principios que
justifiquen normas y juicios de este estilo, pero el modo de justificarlos
cambia de unas teorías a otras.
Teorías
cognitivistas
Estas teorías afirman:
-que bueno es una cualidad de X
-que X es bueno es una oración descriptiva
-que una oración así aporta un nuevo conocimiento acerca
de X.
Éticas sustancialistas
•
Afirman que es imposible hablar acerca de la corrección
de las normas si no es sobre el trasfondo de alguna concepción compartida de la
vida buena.
•
Quienes defienden las posiciones sustancialistas
coinciden en concebir lo moral como un ámbito en el que lo principal no es el
discurso sobre las normas justas, sino el de los fines, los bienes y las
virtudes comunitariamente vividos en un contexto vital concreto.
Teorías naturalistas.
Afirman que los términos morales equivalen a propiedades
naturales observables.
Teorías intuicionistas.
Afirman:
1) que los términos morales no son cualidades naturales,
2) que los términos morales solamente pueden ser definidos
mediante otros términos morales,
3) que por lo menos un término moral será indefinible.
Teorías no
cognitivistas
Niegan los tres supuestos de las cognitivistas. Son el emotivismo
y el prescriptivismo.
Teorías teológicas (materiales)
Tratan de determinar el fin de la vida humana, aquello
que, si lo conseguimos, nos hará buenos. Fundan el deber en el bien que se
ofrece a la voluntad para que lo realice.
Éticas materiales
•
Afirman que el criterio de moralidad para enjuiciar
cuándo nos hallamos ante acciones o normas morales, puede explicitarse mediante
enunciados con contenido, ya que estas éticas suponen que hay un bien, un fin o
un valor determinado a la base de la moral.
•
Ya sea que se trate de un bien ontológico, teológico,
psicológico o sociológico, lo primero que una ética de este tipo debe emprender
es la tarea de descubrir el bien, fin o valor supremo, definiéndolos en su
contenido. A partir de ello es posible extraer criterios de moralidad con
contenido.
Éticas teleológicas
•
En principio, se entendería por teoría teleológica
aquella para la que la corrección o incorrección de las acciones está siempre
determinada por su tendencia a producir ciertas consecuencias que son
intrínsecamente buenas o malas
•
Serían éticas teleológicas aquellas que se ocupan en
discernir qué es el bien no moral antes de determinar el deber, y consideran
como moralmente buena la maximización del bien no moral.
Teorías deontológicas (formales)
Tratan de determinar qué es lo correcto.
Éticas formales
•
No hacen depender el bien moral de un contenido, sino
de la forma de unos mandatos. Aquellas normas que revistan una determinada
forma son las que deben ser realizadas, porque tienen la forma de la razón.
En el caso de Kant, la forma
racional de las normas se descubre cuando adoptamos la perspectiva de la
igualdad (en un mundo de personas empíricamente desiguales) y de la
universalidad (en un mundo de individuos dotados de preferencias subjetivas).
Éticas deontológicas
Una teoría
deontológica consideraría que una acción sería siempre intrínsecamente correcta
o incorrecta, fueran cuales fueran las consecuencias.
•
Serían éticas deontológicas las que marcan el ámbito
del deber antes de ocuparse del bien y sólo consideran bueno (o correcto) lo
adecuado al deber.
Éticas procedimentales
•
Se consideran, en general, como herederas del
formalismo kantiano, aunque sustituyen algunas de sus ideas más vulnerables ─la
conciencia individual es el lugar privilegiado de la experiencia moral─ por
nuevos elementos teóricos que pudieran salvar las dificultades a que debió
enfrentarse la ética de Kant.
•
El procedimiento buscado ha de expresar la racionalidad
práctica en el sentido kantiano, es decir, el punto de vista de una voluntad
racional entendida como lo que todos podrían querer.
•
Esto significa que aquello que la razón proponga como moralmente obligatorio
no puede identificarse sólo con lo que de hecho deseamos o con lo que
subjetivamente nos conviene, sino más bien con lo que cualquier persona
desearía si adoptase la perspectiva de igualdad y universalidad aludida
anteriormente.
ÉTICAS NATURALISTAS
Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.).- Conocemos a Sócrates a través de diversas fuentes, su discípulo y admirador Platón y otros
pensadores coetáneos, aunque dichas fuentes no son coincidentes. De todas formas, el Sócrates
platónico –independientemente de su grado de fidelidad al Sócrates histórico-
es el que ha influido en el pensamiento occidental.
Sócrates aparece como el fundador de la
reflexión ética. La base de sus enseñanzas es la creencia en la existencia de
valores objetivos (justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo) así
como en nuestra capacidad de comprenderlos. Creía que nadie elige el mal a
sabiendas, sino por ignorancia. La virtud es conocimiento y aquellos que conocen
el bien, actuarán justamente.
El eudemonismo
aristotélico (felicidad)
Aristóteles comienza reconociendo que todo el mundo busca
la felicidad.
- examinar críticamente el concepto de felicidad.
- examinar si es acertada la elección
- proponer el perfeccionamiento de la propia naturaleza
humana como forma auténtica de encontrar la felicidad.
- exponer como se fundamentan así las virtudes y las
normas morales, etc.
Aristóteles sostiene que el bien supremo del hombre es la
felicidad, es lo único que se basta a sí mismo. Es una actividad del alma
conforme a una virtud perfecta. Lo que nos hace felices es una actividad del
alma, y la actividad que nos hace buenos es el pensamiento.
Para que sea buena la actividad humana debe estar conforme
a una virtud perfecta. La virtud es un hábito selectivo, una disposición
permanente a elegir lo más adecuado para nuestra felicidad y perfección. La felicidad
requiere no dejarse llevar por el deseo.
La buena elección consiste siempre en un término medio de
todo.
La ética de Aristóteles es de perfeccionamiento del
hombre.
Aristóteles (384- 322 a.C.).-
- Bien, ser y fin coinciden.-
Como existen muchos seres y muchas actividades existen también muchos bienes:
El bien de cada realidad es el fin de esa realidad, según su propia esencia:
por ejemplo, el bien de la medicina es la salud; el bien del veneno es producir
la muerte. En el hombre también hay muchos bienes-fines..
- De entre todos los bienes,
algunos se buscan siempre para conseguir otros
bienes (por ejemplo el dinero); otros se persiguen en parte por sí
mismos y en parte por otros bienes (la salud se quiere por sí misma, pero
además si estamos sanos podremos conseguir otras fines; pero hay un bien que se
busca sólo por sí mismo: La felicidad, que es, por tanto, el bien más perfecto.
¿En qué consiste la felicidad, el bien supremo del hombre?
- El bien
de cada ser consiste en realizar la función propia de cada ser: el bien del
hombre consistirá en realizar la función propia del hombre.
-
¿Cuál es la función propia del hombre?
La racionalidad.
- Por tanto, el bien del hombre
(=la felicidad) consistirá en el ejercicio de su función racional: y esto en
dos sentidos: En sentido activo (dedicación al conocimiento racional) y en
sentido pasivo (guiarse por la razón). Y todo ello no de vez en cuando, sino a lo
largo de toda la vida.
El hedonismo
(placer)
Es vivir conforme a la naturaleza, y se identifica la
felicidad con el placer. Vivir de acuerdo con la naturaleza implica la
moderación del placer. Los excesos proceden de las falsas opiniones.
Sólo será feliz quien escoge con prudencia, sabe
contenerse en la moderación e ignora las opiniones de los libertinos.
Se distinguen tres tipos de deseos:
Deseos naturales y necesarios. La pobreza, de
acuerdo con las necesidades de la naturaleza, es una gran riqueza; en cambio,
la riqueza que no conoce límites es una gran pobreza.
Deseos naturales y no necesarios. Nacen del deseo
de variación y hay que moderarlos prudentemente.
Deseos no naturales ni necesarios. Nacen de las
opiniones de los que no se satisfacen con lo que tienen.
El hombre bueno es el que sabe gozar de todos los placeres
que ofrece la naturaleza pero dentro de un orden que ella misma impone.
El epicureismo. Sus ideas fundamentales se deben a
Epicuro (Samos, 341-270
a.C.).
- Para él es necesario eliminar el temor a
los dioses y el temor a la muerte. Lo primero lo consigue afirmando que los
dioses existen (muchos han considerado que Epicuro era ateo) pero son indiferentes
a los destinos humanos. Lo segundo se consigue razonando que mientras se vive
no se tiene sensación de la muerte y cuando se está muerto no se tiene ninguna
sensación.
- El fin de la vida es vivir tranquilamente,
por lo que recomienda apartarse de la política. La felicidad sólo se consigue
con la autarquía para alcanzar la ausencia de temor, de dolor, de pena... El sabio debe suprimir todos los obstáculos
que se oponen a la felicidad y cultivar todo aquello (por ejemplo, la amistad)
que contribuye a aumentarla
- Todo placer es bueno y todo dolor es malo.
-
Pero de
aquí no se deduce que debemos intentar conseguir cualquier placer a cualquier
precio (la experiencia muestra que muchos placeres causan gran dolor, por lo que el hombre sabio
se abstendrá de ellos).
-
Tampoco
que debamos huir de todo dolor (la
experiencia muestra que a muchos dolores le sigue un gran placer, por lo que el
hombre sabio actuará en consecuencia).
La felicidad está, pues, muy relacionada con
la sabiduría, con saber elegir: Se trata de conseguir un placer reposado, el
equilibrio, la supresión de la ansiedad y la turbulencia.
El estoicismo: Séneca. Es una escuela filosófica y moral que se
desarrollo en el mundo grecorromano durante todo el periodo helenístico. La ética estoica se funda en el concepto de
Eudaimonía (=la felicidad), que no consiste en el placer sino en el ejercicio
constante de la virtud, en la propia autosuficiencia que permite al hombre desasirse
de los bienes externos.
- El primer imperativo ético es vivir conforme
a la naturaleza que en el caso del hombre es vivir conforme a la razón.
- Ahora bien, las pasiones y los sentimientos
nos mueven a obrar contra la razón, por lo que deben ser no sólo controlados,
sino arrancados de raiz, para de esta forma lograr la imperturbabilidad
(άταραξία)
- La felicidad radica en la aceptación del
destino y en el combate contra las pasiones.
Escuela cínica (s. IV a.C. fundada por Antistenes, tiene en Diógenes de Sínope su más
reconocido representante) La felicidad se consigue con una vida sencilla y
acorde a la naturaleza: El hombre tiene en sí mismo su propia fuente de
felicidad, por lo que la autonomía (la libertad, la no dependencia) es el
verdadero bien. El hombre con menos necesidades es más libre y por tanto más
feliz. Los cínicos fueron famosos por sus críticas contra la corrupción y
vicios de la sociedad.
El utilitarismo
(bien)
Jeremías Bentham intentó mejorar las condiciones de
vida del pueblo. Tomó de la obra De los delitos y las penas la fórmula:
la máxima felicidad posible para el mayor número posible de personas. Este
carácter altruista es su mayor aportación a la doctrina moral de
la felicidad, ya que las doctrinas anteriores eran individualistas.
Utilitarismo: utilidad es la propiedad de cualquier objeto
de producir beneficio, ventaja, placer o felicidad.
Principio de utilidad: el principio que aprueba o
desaprueba cualquier acción según su tendencia a aumentar o disminuir la
felicidad de la parte interesada.
Los utilitarstas pretendieron convertir la moral en
ciencia. No quisieron hacer santos, sino hombres que colaborasen en una
sociedad más feliz.
Si el principio de utilidad se aplica directamente a actos
particulares se llama utilitarismo de los actos. El utilitarismo de
las reglas es la norma general, la que cumple el principio de utilidad.
Utilitarismo (Stuart
Mill, Jeremy Bentham, finales del
XVIII).- defiende que el criterio ético debe ser conseguir el mayor bien para
el mayor número de personas (en su forma negativa, evitar la mayor cantidad de
dolor para el mayor número de personas). Se trata, por tanto, de una concepción
inspirada en el epicureismo, pero sustituyendo el bienestar individual por el
bienestar mayoritario. En realidad el utilitarismo consideraba que era posible
construir una moral basada en la razón aceptable por todas las personas,
independientemente de sus creencias religiosas.
"La
naturaleza ha colocado a la humanidad bajo el gobierno de dos amos soberanos,
el dolor y el placer. Les corresponde sólo a ellos señalar lo que debemos
hacer, así como determinar lo que haremos. Por un lado, la norma del bien y del
mal, por el otro la cadena de causas y efectos, están sujetos al trono de
ellos. Nos gobiernan en todo lo que hacemos, en todo lo que decimos, en todo lo
que pensamos; todo esfuerzo que hagamos para librarnos de nuestra sujeción
servirá solo para demostrarla y confirmarla" (Bentham).
"El
principio de utilidad significa aquel principio que aprueba o desaprueba cada
una de las acciones según la tendencia que aparenta tener para aumentar o
reducir la felicidad de la parte cuyo interés está en cuestión; o, lo que es lo
mismo en otras palabras, para promover u oponerse a esa felicidad"
(Bentham).
Éticas inspiradas en las
religiones.- Para muchas personas, su religión es la fuente fundamental de la ética. En
nuestro entorno las religiones con mayor número de creyentes o simpatizantes
son Judaísmo, Cristianismo e Islamismo.
Dichas concepciones han sido (y siguen
siendo para una parte numerosa de la humanidad) el núcleo ético fundamental
hasta, por lo menos, el siglo XVIII. Las reflexiones éticas posteriores se han
desarrollado, por lo menos en gran parte,
a partir de, sobre o contra ellas.
Aunque existen notables
diferencias entre las concepciones éticas relacionadas con estas religiones (y
con las demás), sin embargo hay ciertos
aspectos en que parecen coincidir:
a)
Fundamento en la fe.-
Las normas (obligaciones y prohibiciones) aparecen como emanadas
directamente de la divinidad y deben ser aceptadas incondicionalmente. Por
ello, aunque puedan resultar más o menos razonadas y razonables, su fundamento
último no está en la razón y los argumentos, sino en la autoridad de la
divinidad, y por tanto en la fe.
b)
Permanencia en el tiempo.- Aunque tales normas surgen en una
determinada época y en el seno de una sociedad con determinadas características,
deben valer para siempre.
c)
Premio o castigo.- Se relaciona el cumplimiento de la
norma con un premio o castigo.
d)
Intérpretes de la norma.- Suele haber una persona o
grupo de personas que tiene la capacidad de interpretar la norma tanto para
decidir en situaciones en las que no haya acuerdo como para adaptarla a las
nuevas situaciones.
e)
Universalidad.-
Aunque se trata de normas para los creyentes en una determinada religión,
es una constante histórica el intento de extender tales normas morales a toda
la sociedad hasta el extremo de exigir, en algunos casos, que
las leyes del estado se acomoden a la moral religiosa dominante.
f)
Ambigüedad.- Existen textos y mensajes que sirven de
base tanto a las interpretaciones más
extremistas como a las más moderadas.
ÉTICAS PROCEDIMENTALES
La ética formal
kantiana
La pregunta fundamental de la ética es: ¿Qué debo hacer?,
aunque también puede formularse: ¿Qué condiciones debe cumplir una norma moral
para que pueda obligar?.
-Las normas morales tienen que tener validez universal.
(Todos deben hacer X)
Kant rechaza las éticas del bien, y las éticas de
la felicidad las considera egoístas, porque la búsquedade la felicidad no puede
fundar normas universales.
-Propone una ética deontológica y procedimental No
aparece sólo como criterio de búsqueda, sinotambién como normal moral. (Imperativo
categórico). Obra de tal modo que la máxima de tuvoluntad pueda valer
siempre al mismo tiempo como principio de una legislación universal.ç
-La moral kantiana reposa sobre la libertad. El
imperativo categórico supone que es el sujeto moralquien se da a sí mismo las
normas morales.
-Es deontológica y procedimental, porque sólo atiende al
procedimiento para establecer que es locorrecto.
La ética de
Kant (1724-1804).-
a) Kant
critica las morales anteriores, mostrando que:
-
Sus imperativos
son hipotéticos (=condicionales): si
quieres conseguir... cumple...
-
Sus imperativos
son a posteriori (dependen de la
experiencia),
-
Sus imperativos no son universales ni necesarios (no
valen para todo hombre en toda circunstancia),
-
Son éticas heterónomas (la voluntad del hombre se
somete a la voluntad de otro).
En resumen: Tales éticas son éticas materiales (= establecen lo que hay que hacer).
b) La ética kantiana.- Frente a ello Kant pretende formular una
ética cuyos imperativos sean categóricos, universales, necesarios, a priori,
ante los cuales la voluntad se determine a sí misma (autonomía), como reflejo
de su libertad. Tal ética solo es posible como ética formal, es decir,
una ética que no establece lo que hay que hacer, sino cómo hay
que hacer lo que hay que hacer:
c) Los imperativos.- La única norma
de dicha moral sólo puede contener la pura expresión del deber: “Obra por puro
respeto al deber”.
d) Kant concreta esta norma en cuatro
imperativos, de los cuales nombraremos dos.
-
1º (basado en la universalidad).- “Obra de manera que puedas querer que el principio
que dirige tu acción pueda ser tomado como principio de una legislación universal”.
3º “Obra de manera
que tomes a la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro,
siempre como un fin al mismo tiempo y nunca meramente como un medio”.
El
Existencialismo (Heidegger, Jaspers, Sartre).- Se trata de una corriente
filosófica (con influencia en otros campos culturales como la literatura) que
tuvo notable éxito, sobre todo en el periodo que va desde el final de la
segunda guerra mundial hasta aproximadamente 1970.
a) Concepción filosófica: mientras que los demás seres son
(tienen una esencia que determina lo que serán sus posibilidades de ser, su
existencia), en el hombre no se da tal esencia, sino que es él quien ha de decidir lo que será su ser (=
Libertad radical), y, por tanto, tiene la total Responsabilidad de
tal decisión sobre su ser. Los existencialistas suelen resaltar esta concepción
bajo diversas fórmulas, como El ser y la nada (título de la principal
obra de Sartre), Ser y tiempo (título de la principal obra de Heidegger),
la existencia precede a la esencia...
b)
Su concepción ética se desarrolla sobre
tres pilares: Libertad, responsabilidad, autenticidad.
Absoluta libertad:
El hombre se encuentra arrojado al mundo y entre los demás hombres y a cada
paso tiene que decidir lo va a ser y en esta decisión no tiene ninguna norma
externa que le guíe: el hombre se hace a sí mismo, construye sus propias
posibilidades de ser. No es libre de lo que le ocurre (no es un dios) pero es
libre de las decisiones que toma ante lo que le ocurre.
Absoluta responsabilidad: El hombre es totalmente responsable de sus decisiones
y, en la medida en que tales decisiones implican a las demás personas y al
mundo, también es absolutamente responsable de las demás personas y del mundo.
Responsable ¿ante quién? Ante sí mismo.
Autenticidad.- No valen excusas ni “yo no sabía”, ni “es que... (mala
fe = negar la propia responsabilidad = Inautenticidad): Sea lo que sea lo que
yo haya hecho o dejado de hacer, yo lo he decidido o he decidido permitir que
otros decidan por mí.
Bibliografía consultada