Misterio en el Río de la
Plata: la historia detrás del niño que camina de espaldas sobre el agua
De
espaldas, sobre la franja costera del Río de la Plata, camina a paso firme y
sin descubrir su rostro, apenas algunas facciones, un niño preadolescente. El
reflejo del sol en la zona es intenso y encandila: no permite divisar quién es;
menos intuir por qué está ahí.
En verano, cerca
del mediodía y durante las primeras horas de la tarde, el efecto borroso se
agudiza y la imagen se escurre ante los ojos en una inmensa postal. Casi en
espejo, cuando anochece, su sombra adquiere más cuerpo, más forma, más color.
Se erige y patentiza como un pasado lejano pero intrínseco a la memoria, que
copia el movimiento y se vuelve presente.
El retrato, que aparentaba horas antes ser anónimo, recupera nombre y en
simultáneo identidad. Ese niño, casi adolescente, fundido en acero inoxidable y
emplazado desde hace ocho años en el Parque de la Memoria, simboliza una vida
perdida, la de Pablo Míguez, una de las víctimas del terrorismo de Estado,
quien desapareció junto a su madre en 1977. Hoy es una de las esculturas más
valoradas dentro de las 14 hectáreas que conforman este espacio público creado
veinte años después como un predio de silencio, respeto y reflexión.
Visualmente
inaccesible
"Me gusta creer que la imagen definitiva, la que me interesa comunicar
como objeto de memoria, está cargada de la motivación e intención del
trabajo... Es visualmente inaccesible y se crea en la mente del espectador
mediante la evocación de su rastro. Esta es la representación del desaparecido:
está presente, pero se nos está vedado verlo", explica a LA NACION la
artista Claudia Fontes al repasar el proceso de creación. Y en ese sentido,
sostiene: "Un retrato es siempre una posible versión... tal vez ésta sea
la más real porque está construida en base a la memoria colectiva desde
distintos ángulos".
Se trata de una pieza única, minuciosa y distinguida, pensada por Fontes a
modo de homenaje, después de tomar contacto con la familia, reconstruir sus
rasgos en base a material de archivo, entrevistarse con sobrevivientes que
compartieron cautiverio en la ESMA, y consultar al Equipo Argentino de
Antropología Forense. Lejos de lo que podría pensarse, esa búsqueda -según
revela- fue llevada al límite de la precisión, pese a que la figura de Míguez
se encuentra "de espaldas" al espectador.
"La obra estuvo concebida específicamente para su sitio de
emplazamiento: el Río de la Plata, adonde fueron arrojadas varias víctimas, y
constituye un referente simbólico del Monumento en su totalidad", explica
en diálogo con este medio Florencia Battiti, curadora artística del lugar,
mientras agrega: "Entre otras cosas, el material con el que fue hecho se
refleja con el agua y los rayos del sol, y articula así la idea de la aparición
y la desaparición: esa figura que está y no está por momentos que la artista
quería transmitir".
Una escultura
singular
¿Por qué Pablo Míguez? La historia de esta escultura tan singular dentro
del predio representa un verdadero entramado, por el recuerdo de una época
oscura para los argentinos y también por la identificación inmediata que nace
-producto de los testimonios y sus protagonistas- con sus visitantes. "Es
una experiencia muy emocionante estar en este espacio, es como un lugar
sagrado. Le recomendaría a la gente que venga, porque esta historia no se puede
dejar de contar una y otra vez. Sucede en muchos lugares, en muchos niveles,
por eso la gente debería venir y experimentarlo", expresa Margaret
Taeobald, turista norteamericana, al conocerla.
Con los años,
aunque a mayor distancia y menor rigurosidad, testigos ocasionales en el aire
incorporaron inevitablemente ese retrato a la postal habitual que devuelve la
costanera norte. Eso explica porqué se muestran inquietos frente a imprevistos
que atentan contra una imagen que ya les es familiar. "Obviamente hay una
identificación con el personaje, ese adolescente desaparecido, y una de las
historias que recuerdo es cuando la tuvimos que quitar del río para hacerle
limpieza y mantenimiento. Recibimos llamados de Aeroparque -que está aquí
cerca- porque los pilotos que trabajan, que despejan o arriban en la zona, no
lo veían y estaban preocupados", cuenta Battiti para marcar la aceptación
del público respecto de la pieza.
La elección de
esta vida perdida por encima de otras víctimas esconde, además de la empatía
manifiesta que genera, un detalle biográfico de la autora, que cobra fuerza y
se revela durante la recorrida: en la actualidad, si Pablo viviera, ambos
tendrían la misma edad.
El Monumento fue impulsado por organismos de
derechos humanos en 1997
UNA HERIDA
ABIERTA
Los organismos
de derechos humanos, surgidos durante la última dictadura, se unieron para
impulsar un espacio de recuerdo, centrado en un monumento con los nombres de
los víctimas del terrorismo de Estado. Así, la iniciativa del Parque de la
Memoria fue presentada en diciembre de 1997 y convertida en ley un año más
tarde.
El predio de 14
hectáreas junto al Río de la Plata - testigo mudo del destino de miles de
desaparecidos- respeta el medio ambiente, y persigue a la vez un equilibrio
entre el paisaje natural y la presencia de una ciudad en movimiento. Simula un
corte, una herida abierta, una cicatriz, en una colina de césped despojada de
cualquier elemento, que descansa sobre el agua en consonancia con el pasado que
busca rememorar.
Video: Parque de la Memoria: la única obra que está ubicada en las aguas del Río de la Plata
Ver: https://www.youtube.com/watch?v=HRM2ziQrycM
Ubicación Google Maps: Av. Costanera Rafael Obligado 6745, Buenos Aires.
(Ver):https://www.google.com/maps/place/Av.+Costanera+Rafael+Obligado+6745,+Buenos+Aires/@-34.543691,-58.433059,15z/data=!4m5!3m4!1s0x95bcb44f40f67b7b:0x633f1fe98860dd3f!8m2!3d-34.5436911!4d-58.4330594?hl=es-ES
Biografía consultada
Diario La Nación, Misterio en el Río de la Plata: la historia
detrás del niño que camina de espaldas sobre el agua,