lunes, 8 de junio de 2020

Conicet

SOCIEDAD
Silvia Goyanes, Investigadora Superior del Conicet y referente de la iniciativa
Coronavirus: científicas del Conicet desarrollan barbijos con propiedades antivirales
Resta ultimar detalles pero todo parece indicar que los barbijos realizados por investigadoras de la UBA, UNSAM y Conicet cuentan con propiedades bactericidas, fungicidas y antivirales. El 10% será donado a los barrios humildes de la zona, en el partido de San Martín.
Por Pablo Esteban
“Realizar un producto así nos produce orgullo, esa alegría que solo se siente cuando estás ayudando sin pedir nada a cambio. Hay tanta gente que no puede comprar un barbijo, o bien, que ni siquiera tiene agua potable para lavarlos. Ayudarla de algún modo para nosotros es conmovedor”, expresa Silvia Goyanes, Investigadora Superior del Conicet y docente la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Es experta en materiales poliméricos para aplicaciones industriales y, junto a científicos y científicas de la Universidad Nacional de San Martín y el Conicet, trabajaron codo a codo con una PyME –denominada Atom Protect– en el diseño de un barbijo muy particular. Posee triple capa protectora con activos antivirales, bactericidas y antihongos. Además, se puede utilizar hasta 8 horas al día y resiste hasta 15 lavados sin perder sus propiedades. En dos semanas llegará el visto bueno de los especialistas del INTA que confirmarán su efectividad respecto del coronavirus, aunque todo parece indicar –al ser puesta a punto en etapas previas– que su calidad es muy fiable. A continuación, narra algunos detalles sobre la innovación.
-¿Cómo surgió la idea de desarrollar un barbijo con estas propiedades?
-Junto a colegas de la Universidad Nacional de San Martín y del Conicet comenzamos a pensar en la idea de diseñar un barbijo de uso médico con capas de polipropileno. Sin embargo, cuando estábamos iniciando recibí el llamado de la empresa Atom Protect. Querían producir telas con efecto bactericida. Entonces, les ofrecí algo superior: que sea bactericida, pero además que sea antihongos y utilice propiedades antivirales para coronavirus. Hay muchas publicaciones científicas –incluso patentes– que afirman que el cobre combate cualquier tipo de virus envuelto. La PyME se entusiasmó así que empezamos a trabajar en conjunto. Lo único que le pedimos es que nos pagasen los costos de los insumos y que a cambio de nuestro know how debían donar el 10% de la tela de los barbijos a la Fundación de la UNSAM para que, luego, sea transferida a los barrios cercanos con más necesidades.
-¡Qué buena idea!
-Claro, nos pagaron los viajes a la empresa, los activos y, en caso de funcionar, se comprometieron a abonar un plus a los becarios que nos estaban ayudando y que habitualmente ganan poco dinero. De este modo, colocamos manos a la obra. Desde hacía muchísimo tiempo andábamos concentrados en cosas parecidas. Solo era cuestión de preparar bien las mezclas que necesitábamos para que las telas tuvieran todas las propiedades de protección.
-¿Cómo fueron esas pruebas?
-Conseguimos unos tachos de 200 litros. Colocamos los insumos necesarios y los empezamos a mezclar de una manera bien artesanal, con la ayuda de una paleta. El producto es un polímero que no causa ningún daño ambiental, que trabaja con agua y es biocompatible, con lo cual puede estar en contacto con nuestros cuerpos sin causarnos ninguna reacción alérgica ni efectos secundarios o nocivos para la salud. Es lo que en la jerga –comúnmente– se denomina “biomaterial”. Cuenta con iones de plata (acción bactericida) y de cobre (actúa sobre los virus), así como también con cloruro de benzalconio (un inhibidor de la actividad viral y antihongo) y otros componentes ya aprobados por la Anmat. A ello, se suma un componente que se coloca sobre las telas y las vuelve impermeables. Es lo que evita que los principios activos se vayan con los lavados.
-Mezclaron todos esos productos, ¿y luego?
-Los volcamos en una batea por donde pasa la tela de algodón poliéster (como la de las sábanas) con el objetivo de que siguiera el proceso de producción que se realiza con cualquier barbijo. Luego por el fular y más adelante por un horno de secado. En este momento, el producto está en el INTA y en dos semanas sabremos si sirve para repeler Sars CoV-2. Faltan ensayos pero confiamos en que será efectivo.
-Es decir, aún no pueden afirmar si repele coronavirus pero sí que cuenta con los activos antivirales.
-Exacto. Nosotros pudimos comprobar, por intermedio de microscopía electrónica, que la tela ya terminada cuenta con el porcentaje adecuado de los productos antivirales para que actúe con éxito. Advertimos que la plata y el cobre están presentes en el material así que todo debería andar muy bien según nuestras expectativas. Las lavamos con agua fría y jabón 15 veces y las propiedades se conservan sin ser alteradas. Con lo que te comentaba respecto de Escherichia coli es muy pero muy efectivo, a las bacterias las hace bolsa. Por ello, estamos pensando en que la tela podría emplearse, a mediano plazo, para recubrir las camillas, o bien, para los propios camisolines que utiliza el personal de salud.
-De modo que iniciaron con la idea de confeccionar un barbijo médico pero culminaron haciendo uno “social”.
-Sí, es un barbijo de uso social, de los que puede utilizar cualquier ciudadano. Para que sea médico debe cumplir con una capacidad que se vincula con la cantidad de partículas que puede retener y que le otorga el famoso nombre “n95”. Esas pruebas no las hicimos en este caso. El 10% de la tela con estas propiedades será donado por Atom Protect a otras PyMES barriales de la zona y éstas, a su vez, los distribuirán a la gente más necesitada. Por otra parte, acordamos que los barbijos que Atom comercialice sean puestos a la venta a un precio razonable. Según nos afirmaron, los venderán a $100 si se compran al por mayor. Me parece un valor accesible, hace poco compré uno bastante malo a $200.
-Una iniciativa más de la ciencia que demuestra estar presente en una situación tan crítica como esta…
-Realizar un producto así nos produce orgullo, esa alegría que solo se siente cuando estás ayudando sin pedir nada a cambio. Hay tanta gente que no puede comprar un barbijo, o bien, que ni siquiera tiene agua potable para lavarlos. Ayudarla de algún modo para nosotros es conmovedor.
Fuente: Diario Página 12, 08 de junio de 2020.