SOCIEDAD
El hematólogo Juan Dupont explica la terapia de infusión de plasma
Coronavirus: los curados como estrategia de tratamiento de los enfermos
Los médicos recuerdan que las personas recuperadas de la
infección pueden ayudar a otros pacientes en estado grave gracias a esta
terapia, ya empleada en epidemias históricas. Hay Servicios que realizan
estudios para demostrar su efectividad para Covid-19.
Por Pablo Esteban
"El
que se cura le brinda algunas de sus defensas al que está contagiado”, explica
Juan Carlos Dupont, Jefe de Hematología de Cemic. ¿De qué manera sucede? El
plasma ("la porción líquida de la sangre donde se encuentran suspendidos
los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas") de los pacientes que
estuvieron infectados y se recuperaron contiene anticuerpos que pueden
transferirse a otras personas en estado grave por covid-19, detalla el
especialista. Por eso, cuenta Dupont, Cemic lanzó una convocatoria para que
aquellos ciudadanos que tengan entre 18 y 65 años y que se hayan repuesto del
virus (previa demostración viral negativa por hisopado nasal) puedan donar
plasma.
-¿Qué
es el plasma?
-Es
la porción líquida de la sangre donde se encuentran suspendidos los glóbulos
rojos, los blancos y las plaquetas. Posee una cantidad de proteínas muy
importantes: algunas de corte alimentario como la albúmina (mantiene el líquido
dentro del torrente sanguíneo), otras portan grasas como las lipoproteínas y,
finalmente, están las gammaglobulinas. Éstas últimas se vinculan con las
defensas y los anticuerpos de nuestros organismos y, en efecto, constituyen la
fracción que nosotros deseamos manejar para este proyecto.
-¿En
qué consiste la terapia de infusión de plasma?
-La
gammaglobulina, empleada para la covid-19, lleva la inmunidad activa del
individuo curado y se la transfiere de manera pasiva al paciente que se halla
con una infección aguda. Para resumirlo: el que se cura le brinda algunas de
sus defensas al que está contagiado. Se suministrará a gente que está muy grave
y cuyas defensas no responden de manera adecuada para combatir al coronavirus.
Las propias proteínas inmunes que contiene el plasma despliegan un efecto
neutralizante sobre el virus.
-¿De
qué manera lo neutraliza?
-Actúa
sobre las proteínas de la cápsula del virus. Sus picos y corazas son
neutralizados y eliminados por el sistema inmunológico. En el mundo ya se ha
comprobado que, al menos en muy pequeñas series, la terapia de plasma funciona
con éxito. Los primeros experimentos se desarrollaron en Wuhan (epicentro y
origen de la pandemia) y en el presente se desarrolla de forma irrestricta en Estados
Unidos. Las investigaciones publicadas en revistas de prestigio (como The
Lancet) por especialistas de todo el planeta indican que el procedimiento
es satisfactorio en la gran mayoría de los casos.
-La
donación de sangre de pacientes recuperados ya se usó en otras epidemias
históricas.
-Sí,
la gente donaba sangre en forma completa (es decir, no solo plasma) durante la
gripe española de 1918 que, quizás, constituya el antecedente más importante
del que tenemos recuerdo. No obstante, también ocurrió en otros casos más
patentes para nosotros. Con la fiebre hemorrágica argentina, producida por el
virus Junín, también fue utilizada. Esa fue la contribución histórica de Julio
Maiztegui, que tuvo la brillante idea de aprovechar el plasma del convaleciente
reciente para disminuir –en 10 veces– la mortalidad para este tipo de
infecciones. El plasma da origen a una cantidad de subproductos que pueden ser
aprovechados en diferentes sentidos. Las personas que nacen sin gammaglobulina,
por ejemplo, requieren inyectarse la proteína durante toda su vida. También es
útil para la hemofilia, una enfermedad caracterizada por una mala coagulación
sanguínea.
-¿En
Argentina los pacientes con covid-19 ya reciben plasma?
-Desde
el CEMIC ya pusimos en marcha el proceso con infectados pero no podemos revelar
ningún dato aún. Cuando podamos extraer alguna conclusión significativa en el
corto plazo, de seguro, tendremos noticias para compartir. Sabemos que hay
evidencia de que el plasma ha sido central para la recuperación de pacientes
con otras enfermedades infecciosas y consideramos que podría ayudar a salvar
vidas por covid-19. Pero todavía no sabemos cuán efectivo será hasta que se
completen más estudios.
-¿Cómo
es el proceso de donación?
-Es
como el de donación de sangre pero con una diferencia. En este caso, nosotros
extraemos todos los componentes de la sangre, se centrifugan y se devuelven los
glóbulos rojos, que son los que tardan más en reconstituirse. El individuo que
se acerca al Centro retorna a su casa casi con los mismos componentes que tenía
cuando vino. Por lo general, las personas deben esperar entre dos o tres meses
para poder volver a donar; aquí solo tienen que aguardar dos semanas. Ese
plasma luego es trasladado a pacientes con enfermedades respiratorias severas,
por lo cual se aplicará en aquella porción de infectados con covid-19 que se
encuentra en las peores condiciones. Neumonías que comprometen la llegada de
oxígeno al cuerpo, de tal manera que los internados deben ser asistidos
mediante respiradores. La terapia proporciona un impulso al sistema inmunitario
del paciente enfermo y puede ayudar a acelerar el proceso de recuperación.
-El
Ministerio de Salud está detrás de un proyecto similar.
-Sí,
un plan similar lidera el Ministerio de Salud de la Nación y los ensayos
incorporarán a algún otro hospital, probablemente al Italiano. Existe un
consenso entre las instituciones públicas y privadas para concentrar los
esfuerzos en la misma dirección. El Conicet, por ejemplo, está haciendo un
aporte muy importante también.
-¿Todas
las personas recuperadas de coronavirus pueden donar?
-Puede
donar cualquiera que haya tenido la enfermedad y que haya pasado por un proceso
de, al menos, tres semanas sin síntomas y un test de PCR negativo. La donación
es solidaria, espontánea, gratuita para el donante y también para el receptor.
No hay costo alguno. Lo único que toda la población debe concebir es que un
banco necesita contar con depósitos para seguir donando. Decía Ramón Carrillo
que “no existe avance en la medicina si no es bueno para el pueblo”. En eso
pienso todos los días al levantarme.
Fuente: Diario Página 12, 22 de abril
de 2020.