ACTUALIDAD
Tsunami de emisión: BCRA
precisará un "boy scout", la Casa de la Moneda
La
fábrica de "producir dinero" podría tener este año uno de los más
activos de las últimas décadas. Todo depende finalmente de cuánto sea el
descalabro fiscal del año. ¿Hay tanto margen operativo?
Por Jorge Herrera
Apenas
entrados en el segundo trimestre del año y ya la emisión monetaria volvió a las
andadas y a sus anchas. Claro que, como bálsamo, vale recordar que se venía de
una época de abstinencia, casi total, bajo el mandato del FMI y del último
acuerdo con el Gobierno de Cambiemos de “emisión cero”. Aunque hay que señalar
que esa mentada “ley seca” de emisión en realidad no fue tan así porque la “maquinita”
trabajó fuerte con Macri sobre todo al final de su mandato.
Mientras tanto
algunos se preguntan si está lista la “maquinita” para afrontar semejante
desafío. Al fin y al cabo quien tiene que abastecer al BCRA de billetes y
monedas e indirectamente a la economía es la Casa de la Moneda. Más cuando se
habla en el mercado de una emisión de, por lo menos, otro medio billón de
pesos. Según información recogida por este diario hasta el momento todo es
normal. En la Casa siguen con la programación pautada a fines del año pasado
que implica una producción anual del orden de los 800 millones de billetes. Y
el BCRA aún no pidió ningún cambio de planes. Vale señalar que este nivel de
producción ya viene de un ajuste al pasar de 550 millones de billetes a 800
millones. Esto se pauta en un contrato, que hoy es trianual y vence este año,
entre el BCRA y la Casa. Por ende no se necesita ninguna ley ni normativa
especial para implementar cambios.
Hay que tener en
cuenta que pese a las necesidades del Tesoro y del BCRA, la Casa opera como una
fábrica por ende además de los planes de producción ya programados con
anticipación hay una serie de compras estratégicas también programadas con
tiempo, como por ejemplo, la del papel, e incluso la de la mayoría de los
insumos involucrados que, vale destacar, son casi todos importados. De ahí lo
critico de cualquier sobresalto en los planes operativos, ya que por más que el
BCRA y el Tesoro requieran acelerar la producción de billetes existen
obstáculos operativos que hay que salvar incluso el del abastecimiento de materiales
e insumos importados.
Aunque esto
último, pese al cepo y demás restricciones, la Casa no tendría mayores
inconvenientes ya que se descuenta que el Gobierno aprobaría todo tipo de
importación con el fin de garantizar la producción de billetes. Si
bien la capacidad instalada puede responder al desafío, la cuarentena y demás
restricciones, como por ejemplo, las licencias a grupos de riesgo como los
mayores de 60 años o empleados que deben ocuparse del cuidado de los hijos,
puede en estos momentos menguar la capacidad operativa máxima de 3 turnos que
implica producir 1.200 millones de billetes por año. En la actualidad la Casa
no tendría problemas ni con el stock de insumos ni de repuestos como así
también de maquinaria. El tema sería, entonces, el recurso humano.
En función a lo
visto ya en materia monetaria cabe mencionar que en la actualidad hay en
circulación 5.241 millones de billetes en manos del público y de los bancos más
otros 9.105 millones de monedas. Esto marca una tenencia de efectivo entre las
personas de $1.051.951 millones y $181.372 millones en manos de los bancos. El
billete con mayor circulación es el de $100 que concentra el 45% del total de
billetes, seguido por el de $500 con el 16% y el de $10 con el 10%. Por ahora
el de $1.000 solo representa el 7% del total, al igual que el de $200. Mientras
que por el lado de las monedas las de mayor circulación son la de $10 con el
30% seguida por la de $1 con el 20% y la de $5 con 14%.
Esto es relevante porque si lo
que se avecina es otra ronda de fuerte emisión y ya con tasas mensuales de
inflación crecientes no hay tiempo para elevar la denominación de un billete,
porque el proceso para lanzar un nuevo billete lleva, por lo menos, según los
técnicos, entre 6 a 9 meses y casi un año para que esté en la calle. O sea, el
de $1.000 seguirá siendo el mayor y entre ese y el de $500 deberían llevarse la
mayor parte de la nueva emisión, para optimizar la producción de la Casa. Sobre
todo porque el de $100 y $200 son ya casi para gastos del kiosko.
Cabe recordar que es el BCRA quien decide lanzar un nuevo billete e inicia el
proceso licitatorio y de diseño. Incluso en algún momento de la historia llegó
a comprar directamente billetes y monedas. Por lo pronto, como buen “boy scout”
la Casa está siempre lista y el BCRA respira.
Fuente: Diario Ámbito Financiero, Economía. 07
abril 2020.
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