La primera tabla periódica de los elementos fue presentada
al mundo por Dmitri Mendeléyev en 1869. En la actualidad, en cualquier buscador
de Internet se puede encontrar un número casi infinito de versiones de
distintos colores y opciones. En la Argentina, un equipo de divulgadores y
científicos del Centro Atómico Bariloche (CAB), dependiente de la Comisión
Nacional de Energía Atómica (CNEA), creó una innovadora versión en español.
Tabla Periódica de los Elementos
La tabla
producida en cuestión, que está disponible también en formato digital, ya tiene
incorporados los cuatro elementos que fueron reconocidos en 2016 por la Unión
Internacional de Química Pura y Aplicada: Nihonium, Moscovium, Tennesine y
Organesson. Principalmente orientada a despertar el interés de estudiantes y
docentes de los distintos niveles de enseñanza, también está destinada para los
ojos de los curiosos en general.
El equipo que creó esta tabla es el mismo que organiza cada
año la “Muestra CAB-IB”. La misma consiste en una exposición que incluye
charlas y experimentos, de una semana de duración. Los expositores son
investigadores y técnicos del Centro Atómico Bariloche y docentes y estudiantes
del Instituto Balseiro (institución dependiente de la Comisión Nacional de
Energía Atómica y la Universidad Nacional de Cuyo). Se realiza en Bariloche y
también ha visitado otras ciudades. Tanto en ese marco, como también en cursos
de capacitación para docentes y en talleres de experimentación para niños y jóvenes,
se distribuyen copias impresas de la tabla periódica.
Patricia Mateos, Licenciada en Física del Instituto
Balseiro y responsable de la Sección de Divulgación de Ciencia y Tecnología del
CAB, fue la ideóloga de la innovadora tabla. En 2011, durante el Año
Internacional de la Química, Mateos propuso a su equipo producir una atractiva
tabla periódica para repartir en la Muestra anual CAB-IB. Planteó la idea
inicial a su equipo y entre comunicadores y científicos llegaron a una primera
versión, cuyo diseño gráfico estuvo a cargo de la diseñadora de la Sección de
Relaciones Públicas del CAB. Desde entonces, las sucesivas actualizaciones las
realiza la diseñadora del Instituto Balseiro.
“La tabla es especial, no es la clásica. Si bien tiene
algunos datos ‘duros’, como el número atómico, su principal objetivo es contar
alguno de los usos de los elementos o dónde encontrarlos en la naturaleza”,
detalla la periodista científica Jordana Dorfman, integrante de la citada
Sección de Divulgación Científica del CAB y quien estuvo a cargo del armado de
esta pieza. Así, la tabla muestra por ejemplo que el hidrógeno se utiliza como
combustible de cohetes, que el calcio se encuentra en los huesos o que el
tungsteno se emplea en biromes.
PARA CURIOSOS
Una de las particularidades de la tabla de la CNEA es que
fue actualizada en 2014, durante el Año Internacional de la Cristalografía. Lo
novedoso fue que se incorporó la estructura cristalina de cada elemento. “Ese
año, en el marco de la Muestra CAB IB hubo muchas actividades vinculadas a la
cristalografía. Además, desde entonces, brindamos capacitaciones para docentes
y talleres de experimentación para niños y jóvenes sobre crecimiento de
cristales”, informó Mateos.
El
equipo detrás de la producción de la tabla. Crédito: Prensa Instituto Balseiro
En 2015, se hizo una nueva actualización. Luego de
investigar, el equipo de Mateos incorporó más aplicaciones novedosas e
información sobre la presencia de algunos elementos en la naturaleza. En 2016,
ante la noticia del reconocimiento de los cuatro elementos nuevos también se
realizó otra actualización (ver recuadro “Tabla al día”). Además de usarla en
química, los estudiantes suelen usar esta tabla en otras materias de la
escuela, como tecnología, biología y física.
“La tabla es para despertar la curiosidad en todas las
personas. Es muy fuerte el concepto de que toda la materia conocida, que todo
lo que nos rodea, que todo lo que somos está ‘construido’ con esos pocos
elementos. Además de algunos datos extra que sumamos”, señala Dorfman.
“No somos
originales, ya que tablas con características similares existen hace muchos
años en inglés”, explica la periodista. Y agrega que lo novedoso de esta tabla
en particular es que está en español y que el equipo trabajó sobre cada
elemento para asegurarse de que las aplicaciones o el lugar de la naturaleza
que refiere sea lo más conocido posible. “Además cuenta con un gran diseño que
permite identificar cada objeto a simple vista. También, sumamos algunos datos
extra”, dice. E invita a todos a leerla y a usarla en las escuelas.
Cada integrante con su "elemento". Créd. Prensa
IB.
Mateos comenta que la tabla les encanta a chicos y grandes,
algo han registrado a través de encuestas y también del contacto directo con el
público de la Muestra CAB IB en Bariloche, así como de otras ciudades. Destaca
que han recibido muchos comentarios positivos de docentes e incluso reciben
pedidos de copias impresas desde otras localidades de la región y de otras
provincias. “Es divertido encontrarse con elementos que uno no conoce y
descubre que en realidad lo usa en alguna aplicación cotidiana o uno conocido
que aporta a los asados y resulta que también está en nuestro ADN, como el
carbono” reflexiona la física y divulgadora científica.
Además de Jordana Dorfman y Patricia Mateos, el equipo
humano detrás de esta tabla periódica de los elementos está compuesto por
Morena Robles, también miembro de la citada Sección de Divulgación; y Andrea
Bellver y Margarita Ruda, investigadoras del CAB que se ocupan de hacer una
revisión general. Además, el diseño gráfico inicial fue realizado por Natalia
Mastrangelo, del CAB, y en la actualidad está a cargo de María José Zubrzycki,
del Instituto Balseiro.
La tabla está disponible para bajar en formato PDF, junto
con otro material de divulgación científica, desde esta página del Centro
Atómico Bariloche, en este link:
RECUADRO
TABLA AL DÍA
La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada anunció
en 2016 que había sido confirmada la existencia de los elementos 113, 115, 117
y 118. “Nos enteramos porque estamos atentas a las novedades sobre los
elementos para mantener la tabla actualizada. Luego, la IUPAC dio un tiempo a
los investigadores que habían realizado la identificación de esos elementos
para que propusieran los nombres”, contó la periodista científica y divulgadora
Jordana Dorfman, miembro de la Sección de Divulgación de Ciencia y Tecnología
del CAB.
Una vez que los científicos propusieron y justificaron el
por qué de cada nombre, la IUPAC los aprobó y abrió una consulta pública que
finalizó el mes de noviembre pasado donde quedaron definidos los nombres, según
los mismos que habían propuesto los investigadores: Nihonium, Moscovium,
Tennesine y Organesson respectivamente y como se puede ver en la innovadora
tabla periódica de los elementos de la CNEA.
De izq.
a der.: Arriba, Morena Robles, Jordana Dorfman, Andrea Bellver, María José
Zubrzycki. Abajo: Margarita Ruda, Patricia Mateos, Natalia Mastrangelo y su
beba Julieta.
Área de
Comunicación del Instituto Balseiro
San Carlos
de Bariloche, 31/01/2017
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Fuente: Instituto Balseiro (31-01-2016) http://www.ib.edu.ar/index.php/comunicacion-y-prensa/noticias/813-una-innovadora-tabla-periodica-de-los-elementos.html