HISTORIA
El misterioso viaje de San
Martín a Escocia
En
agosto de 1824, José de San Martín viajó a Banff, al Noroeste de Gran Bretaña.
Lo esperaba allí un amigo cercano, muy relacionado a la masonería europea: Lord
James Duff, conde de Fife. El prócer fue declarado Ciudadano Ilustre.
Por Carlos Campana - las2campanas@yahoo.com.ar
Muy poco se ha
escrito sobre la visita del General San Martín a Gran Bretaña, luego de su auto
exilio en Europa, producido en 1824. Menos aún de la “escapada” que el Padre de
la Patria realizó a la pequeña ciudad de Banff a 70 kilómetros al Norte de
Aberdeen, en Escocia.
Y, nada más ni
nada menos, que para estar unos días con su amigo Lord James Duff, conde de
Fife, donde recibió el honorífico título de Ciudadano Ilustre.
Este particular
viaje, tiene más preguntas que respuestas. Más allá de la fama que tuvo San
Martín como Libertador de América, su trayectoria no era muy conocida por la
mayoría de los británicos. ¿Qué hizo San Martín en Banff? Eso es lo que hoy
trataremos de explicar.
Un deseo frustrado
Luego de
regresar de Lima en febrero de 1823, San Martín se instaló en su chacra de los
Barriales, con el objeto de dedicarse de lleno a las tareas del campo,
alejándose de su actividad militar y política.
Pero, en vez de
vivir en paz, fue injustamente molestado tanto por el gobierno como sus
detractores, al punto tal de tomar la decisión de auto-exiliarse a Europa.
En mayo, viajó a
Buenos Aires para encontrarse con su esposa que estaba agonizando, pero fue
obligado a regresar a Mendoza.
Recién en
diciembre llegó a la ciudad porteña con la noticia que su cónyuge Remedios de
Escalada había fallecido. En febrero de 1824, partió con su hija Mercedes
desde el puerto de Buenos Aires hacia Francia, en la fragata Le Bayonnais.
La llegada de
San Martín al país galo, no cayó muy bien entre las autoridades y fue negado su
desembarco en tierras francesas. Indignado partió hacia Gran Bretaña y llego al
puerto de Southampton y luego llegaron a Londres donde fueron muy bien
recibidos por varios amigos, entre ellos el parlamentario James Duff, conde de
Fife.
Amigos son los amigos
Duff, nació en
1776, en una familia noble escocesa. Durante la guerra en España, contra la
invasión napoleónica, luchó como general en el ejército español y fue herido
dos veces. Además participó en la batalla de Talavera.
Fue allí en
donde conoció al Padre de la Patria y se hicieron grandes amigos.
Cuando San
Martín se encontraba en Londres junto a otros patriotas con el objetivo
de viajar a Sudamérica, fue Duff quien le otorgó los contactos para obtener el
pasaporte y viajar en la fragata George Canning.
El conde de
Fife, fue elegido en 1814 como Gran Maestre de la masonería en Escocia, cargo
que ocupó hasta 1816. Luego, siguió participando en esta sociedad secreta hasta
su muerte.
La relación
entre ambos amigos nunca fue interrumpida y varias son las cartas que Duff
enviara al Santo de la Espada en toda la campaña libertadora. James Duff,
falleció en 1857, siete años después que el Libertador.
Hacia las tierras de los Highlanders
En agosto de
1824, José de San Martín viajó a Banff. En Londres, compró un
boleto de 2 libras y se trasladó en diligencia para recorrer un total de 931
kilómetros hasta el Noreste de Gran Bretaña.
El 9 de agosto, el Libertador partió desde la capital del Reino Unido. El
servicio de coches era excelente como también los caminos.
La diligencia de
la Royal mail inició puntualmente su marcha, acompañados por otros carruajes
hacia su destino.
La travesía
duraba unos cuatro días y el Héroe de Chacabuco y Maipú descansó en algunas de
las muy buenas posadas que se encontraban muy cerca del camino principal en
plena campiña inglesa.
Ya en Escocia,
el transporte llegó primero a la ciudad de Aberdeen y luego tomó otro coche
para viajar directamente a Banff. Faltaban para llegar a la tierra de su gran
amigo 73 kilómetros.
El viernes 13
por la mañana llegó y fue recibido por la servidumbre de James Duff. Inmediatamente
se alojó en el primer piso de la Mansión del escocés llamada Duff-House.
El Cuarto Conde
Fife estaba enterado de su visita a Banff pero no sabía con exactitud el día.
Cuando llegó el General San Martín, su amigo escocés estaba de cacería en Balmoral.
Enterado de la
visita de su gran amigo, regresó antes de lo previsto y ambos se encontraron.
Un par de días,
estuvieron en la mansión conversando de todo lo que les había sucedido a ambos
en esos largos años. También en aquellas reuniones se comentaron algunos
secretos que quedaran ocultos por una eternidad.
Además, Duff,
le tenía reservada una verdadera sorpresa a su gran camarada.
El ciudadano ilustre
Diez días
después de su llegada a la residencia de Duff, el General fue invitado a
trasladarse unos días a Town House, sede de la alcaldía de Banff, donde
autoridades y ciudadanos ilustres participaron de un hecho inusual.
Frente a esos
miembros notables, se le otorgó al "Ilustrísimo y Nobilísimo varón D. José
de San Martín un diploma por el que se lo designó ciudadano libre de la Ciudad
y cofrade de la Hermandad.
Aquel pergamino
-que se encuentra hoy en el Archivo Mitre- dice así: "En Banff, a los 19
días del mes de agosto de 1824, en presencia de los honorables varones George
Garden Robinson, Armígero Preboste, Lewis Cruikshank, Wlliams Robertson, Tomás
y Jack Wright, Armígero Bailes, John Pratt, Armígero Decano del Guiad y James
Simpson, Armígero Tesorero del Real Burgo de Banff.
Este día Su
Ilustrísimo y Noblísimo Señor Don José de San Martín, fue recibido y admitido
como Ciudadano del Municipio y Cofrade de las Hermandades de este Burgo.
Y este diploma
acredita la posesión de todos los privilegios que corresponden a un Ciudadano y
miembro de las Cofradías de Hermandades, a mérito de la Reverencia y la Estima
de dichos magistrados. Expedido por mí, Notario Público Autorizado. Firmado Geo
R. Forbes".
Luego de la gran
ceremonia que le rindió la nobleza de aquella pequeña ciudad, el General y su
amigo visitaron a dos Logias masónicas: una llamada St. Andrew N° 52 y Saint
John, Operative N° 92.
Ambos fueron
recibidos por con todos los honores. Como ya mencionamos, su gran amigo el
conde, fue Gran Maestre de la Gran Logia de Escocia desde 1814-1816 y tres años
después de la llegada de San Martín a Banff, fue elegido Gran Maestre de la
Logia Provincial de Banff hasta su muerte en 1857.
Ya de regreso a
Londres, el 25 de agosto de 1824 el periódico Aberdeen Journal publicó:
"El lunes y martes último no menos de 250 carrozas, han sido vistas
pasar por la calle George Street …un hombre de tez morena y atuendo de
forastero formaba parte de ese contingente de turistas…"
Fuente: Diario Los Andes, Espectáculos, Cultura,
Historia, Domingo, 17 de agosto de 2014.