FACTURAS.
ANARQUISMO y PANADEROS
El término “factura”
En Argentina se
conoce el término “factura”, a una variedad de masas de gustos dulces y
horneados a partir de una mezcla de harina, levadura y manteca pintadas con
dulces, baño de azúcar o crema pastelera; fueron introducidas por la
inmigración europea.
El término
“factura”, proviene del latín significa creación, resultado de un trabajo, del
verbo facere o hacer.
Variedad de
formas, sabores, texturas y aromas esconden pretensiones de protesta en el
siglo XIX. Se relacionan con el Anarquismo en Argentina.
Anarquismo y
Panaderos en Argentina
Partidarios de
la acracia o supresión de toda autoridad defienden una sociedad sin gobierno.
El anarquismo con ideas humanistas, priorizan la actividad sindical, oponiéndose a los partidos políticos y a su consecuencia natural: los gobiernos.
El anarquismo con ideas humanistas, priorizan la actividad sindical, oponiéndose a los partidos políticos y a su consecuencia natural: los gobiernos.
Ven en la
religión un enemigo que justifica el poder terrenal de la burguesía.
Son pioneros en
la defensa del voto femenino. Luchan contra la trata de blancas, a favor de la
legalización del divorcio, el aumento del presupuesto educativo y la jornada de
ocho horas.
Proponen una sociedad de libertades individuales, sin poder político partidario, basado en la ayuda mutua y cooperación voluntaria. Apuestan por una organización horizontal.
Proponen una sociedad de libertades individuales, sin poder político partidario, basado en la ayuda mutua y cooperación voluntaria. Apuestan por una organización horizontal.
Entre finales
del siglo XIX y comienzos del XX, el movimiento anarquista seguía los ideales
teóricos modernos del italiano Ernico Malatesta (1853-1932).
Fugado de
Italia; vino a nuestro país recorriendo la Argentina, ayudó a organizar varias
asociaciones sindicales; junto a Errico Ferrer organizó la primera huelga del
sindicato de panaderos de la Argentina, que duró diez días.
La mayoría de
los panaderos eran de tendencia anarquista, el trabajo nocturno facilitaba el
horario para sus reuniones y actividades secretas.
Malatesta vivió
en la Argentina entre 1885 y 1889, fue el encargado de redactar sus estatutos.
En 1887, se creó
en Buenos Aires una organización laboral la “Sociedad Cosmopolita de
Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos”.
Se editó por
varias décadas el periódico “El Obrero Panadero”. Malatesta
regresó a Italia recibiendo arresto domiciliario por Mussolini.
El sindicato de
panaderos fue conducido por dirigentes anarquistas por varias décadas.
Allá por 1887,
cuando se crea el primer sindicato de panaderos en Argentina.
En su momento
fue llamado Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos.
La creación de este primer sindicato de obreros panaderos fue tarea del famoso
anarquista Enrique Malatesta, activista político que dejó una fuerte impronta
en lo que fueron los orígenes de la organización del movimiento obrero en el
país.
En 1888, los
panaderos organizados iniciaron una huelga que duró más de 15 días. Durante ese
protesta, decidieron dejar en claro sus reclamos y no tuvieron mejor idea que
hacerlo a través de los nombres de sus creaciones.
¿Qué mejor
manera de exponer su reclamo que cambiando los nombres a sus propias
producciones, las que popularmente en Argentina conocemos como “ Facturas”.
Sacramentos: son
las facturas que tienen relleno de membrillo, su nombre es una crítica a la
Iglesia Católica.
Bolas de fraile
o Suspiro de monja: rellenas de dulce de leche o crema pastelera, los panaderos
de 1888 les pusieron ese nombre para ironizar sobre los curas y las hermanas.
Bombas: estas
facturas son una burla directa contra el Ejército. Son los clásicos
profiteroles, rellenos de crema o dulce.
Cañoncitos:
también con relleno de pastelera o dulce de leche, espolvoreados con azúcar
impalpable, hacen alusión a los cañones del Ejército.
Vigilantes: su
nombre es una burla directa a la fuerza policial.
Libritos: las
galletitas de grasa que con su forma hacen referencia a la educación.
Cremonas: se
asemejan a una fila pegada de letras A, símbolo del anarquismo.
Pero eso no es
todo. El propio término "facturas" está cargado de significados. Su
uso fue utilizado para referirse a todas las producciones de los panaderos, de
forma tal que los miembros del sindicato "llamaran subversivamente la
atención sobre el valor de su trabajo".
Por su parte, el
nombre de las medialunas tiene un origen más antiguo. Se remonta a 1529 y
representa una blasfemia contra el Islam. Viena estaba sitiada por ejércitos
turcos y ellos crearon la medialuna como elemento provocador: era una especie
de pizza con la forma del símbolo musulmán y se asomaban a la muralla
masticándolas.
Fuente: Revisionismo Histórico Argentino.