Bullying: Un problema social e
institucional donde los niños solo lo reproducen
Bullying: Un
problema social e institucional donde los niños solo lo reproducen.
A fines del mes de octubre un nuevo caso de bullying se difundió por las redes, siendo Donato, un adolescente de trece años que, frente a las burlas continuas de sus compañeros, tomó la triste decisión de quitarse la vida.
El caso tomó
relevancia porque Donato, oriundo de Concordia, Entre Ríos tomó el arma
reglamentaria de su papá, un suboficial de policía (que forma parte del cuerpo
de Bomberos Zapadores), para realizar su cometido.
Bullying
o acoso escolar es un tipo de comportamiento violento e intimidatorio que se
ejerce de manera verbal, física o psicológica entre niños y adolescentes en la
etapa escolar.
En una charla
con Fernando Cabral, psicólogo y terapeuta del consultorio Rubicón y de la ONG
El Kiosco, que, junto a Agustina Campos, Gisela Sotelo y Micaela Juárez,
contaron el trabajo que realizan con casos de bullying.
Fernando:
“Gisela junto con Micaela fueron las encargadas de hacer un
taller de bullying junto conmigo en una de las escuelas, fue una experiencia
muy enriquecedora y sorprendente.
Sobre bullying
en particular nosotros lo encaramos de manera diferente a como se plantean
desde una televisión o en los medios, donde se intenta responsabilizar a los
chicos para que no generen discriminación.
Lo cierto es que
no son ellos los que generan esa discriminación, en realidad los responsables
son las instituciones y la sociedad, los chicos solo lo reproducen.
Las
instituciones justamente que más han discriminado en la historia es la
educativa, razón por la cual se ve tanto bullying en las escuelas, ahí nació el
personaje del vago, del burro, del tonto.
El mismo
docente, hasta el día de hoy, sigue encontrando modos del mal educado, del
problemático, pero son los discursos del docente, del sistema educativo y
los chicos reproducen el mismo discurso”.
“¿Qué los lleva a realizar este tipo de tareas?”
Gisela:
“En un principio asistí a la escuela Lasalle que tiene la
particularidad de darle mucha voz, mucha expresión a los pibes y a las pibas y
es algo que a mi desde chica me llamó mucho la atención (hago trabajo social).
Y si bien es un
poco cansador y salís limado de esos talleres, es interesante poder intervenir
para un cambio y una transformación social, por eso uno lo hace y porque además
nos gusta”.
Micaela:
“Soy estudiante de trabajo social, estudio en Hurlingham,
pienso que es la vocación los que nos hace hacer lo que hacemos, siempre es
bueno darle la voz porque se han sentido reprimidos en este sentido por las
instituciones”.
Gisela:
“Tampoco es que nosotros tenemos la respuesta, la solución
siempre es con el otro, yo no le voy a decir al chico: tenés que hacer
esto. El solucionar siempre es conjuntamente con el otro.
“¿Serían un facilitador?”
Fernando:
“Tal cual”.
“¿Cómo se puede detectar el bullying en las aulas?”
Fernando:
“Para los que tienen experiencia en lo grupal, solo necesitas
que te sientas dentro del aula a ver a los chicos, vas pescando la dinámica con
lo que se va dando, los grupos que se van construyendo y como son esos tipos de
relaciones.
En las escuelas
donde estuvimos dando taller de bullying tuvimos tres experiencias, de las dos
primeras aprendimos para que en la tercera intentemos realizar una actividad
vivencial bastante intensa.
Lo primero que
hicimos fue romper con la grupalidad que había en esa aula en particular,
porque son esos grupos que se van armando en el aula y que determinan la
delimitación, la reproducción y la discriminación.
Y digo reproducción
porque no son los chicos los que discriminan, sino que ellos la
reproducen, en realidad los que terminan generado la discriminación son los
adultos.
Entonces, lo que
hice fue separarlos aleatoriamente, fuimos armando los diferentes grupos para
realizar una actividad muy particular para ver hasta qué punto ellos estaban
dispuestos a hacerme caso en algunas consignas que tenía que ver con la
agresividad y la violencia.
Y notamos que no
me interpelaban en ningún momento, tampoco a las chicas, en un momento les
preguntamos si ellos se daban cuenta que nosotros éramos desconocidos y que nos
estaban haciendo casos solo porque somos adultos.
Entonces
comenzaron a ver que había manifestaciones de cosas que hacían en la casa, en
la escuela, con los familiares o en otros lados solamente porque a ellos se les
enseñaron de chiquitos a hacer caso”.
Gisela:
“Ellos mismo saben quién es la víctima, quién es el
acosador y quién el que mira. Entonces, por ahí nosotros desde afuera
intentamos que ellos puedan romper con eso y con los efectos que trae el
bullying.
Que sientan lo
que le pasa al compañero, por ejemplo, y que ellos mismo se den cuenta como se
tratan en el aula, porque son ellos los que están ahí, nosotros vamos un día,
pero después seguimos con nuestro laburo”.
“¿El docente recibe capacitación o información acerca de este tipo de problemática para que puedan enfrentarlo? Porque a veces pareciera que están ajenos a la situación”.
Fernando:
“Lo que puedo decir es que a él docente se lo capacita para
trabajar con el tema del bullying. Lo que pasa que el docente es parte del
sistema educativo donde se genera estas cuestiones de discriminación y de
poder.
Están tan
metidos dentro del sistema que no pueden pescar estas cuestiones y resolverlos
y por eso esta bueno que venga alguien de afuera, de otras instituciones para
que trabajen con los chicos.
Primero porque
los pibes se van a sentir más cómodos de hablar porque saben que a ese alguien
se lo pueden decir de otra manera, que tienen otro tipo de escucha.
Segundo porque
tradicionalmente hay tres factores en el bullying, acosador, victima, y
espectador. Nosotros no lo trabajamos así, porque en general, casi siempre
los tres son participe o protagonistas pasivos del mismo sistema de poder, el
mismo sistema discriminatorios.
Lo único que
pasa es que, un año el acosador puede ser víctima y en otro espectador, es
cambiante el rol de cada uno, no es algo fijo. Supimos de un caso donde un
chico era acosador dentro del aula, pero en su barrio era víctima.
Tratar de
tipificar los roles de esa manera hace que se pierda un poco el eje en lo que
realmente importa y es que hay una relación de poder en las escuelas, hay una
tradición de los mismos docentes y directivos donde muchas veces participan sin
darse cuenta y no se dan cuenta porque es parte de los códigos”.
“¿Tiene que ver la época? ¿Es posible que con el paso del tiempo el docente deje de observar y percibir si en su aula se presenta estos problemas?”
Fernando:
“Hay un factor de época”.
Gisela:
“El bullying siempre existió por ahí ahora es un poco más complejo porque hay
otras maneras, no solo tenés en la escuela sino también los ciberbullying en
donde los pibes de burlan de una foto, de comentarios, de que escribe mal. Va
cambiando”.
Micaela:
“Es un problema de naturalizar las cosas porque puede decirte
algo, pero hay que ver como lo toma la persona.
Fernando:
“También lo que se trabaja en el taller es que no puede uno
solo salir de la situación, todos tiene que salir, porque todos están
involucrados en un tema de bullying (acosador, victima, espectador).
No terminamos de
resolver el problema sino visibilizamos el tema de base, que es que hay un
sistema que enseña a discriminar que enseña que si no cumplimos ciertas
categorías después se pueden burlar de nosotros y si no acatamos esas normas
tampoco tenemos derecho a burlarnos de los demás”.
¿Cuál es el rol de ustedes?
Gisela:
“Nuestro rol se diferencia del rol del técnico porque como
operadores territoriales muestro objetivo es tener un vinculo con los jóvenes
del programa como también con la familia.
Creemos que para
llegar a tener una buena intervención es importante que el joven tenga una
persona con quien pueda hablar y contarle sus problemas que por ahí un adulto o
familiar no tiene la misma confianza y no se anima.
Nuestra
participación pasa por ahí por crear un lazo con el joven que permita pensar un
diagnostico e intervenir en conjunto con la comunidad, la familia y el
programa”.
“¿Cómo se puede tratar el tema?”
Fernando:
“Tenemos que tratarlo entre todos, vos como mamá, yo como papá
en casa solo no alcanza, podes hablarlo y está buenísimo, pero no es
suficiente.
La intervención
que realizamos en la escuela fue a través de la mesa territorial del Barrio San
José Obrero, que es un centro donde se reúnen todas las instituciones para
trabajar ciertas problemáticas en las escuelas, en los jardines, en la ONG El
Kiosco y así poder detectar que institución necesita que se trabaje bullying,
ESI, etcétera para armar los talleres.
El espacio la
gestiona Nora Chamorro que es la referente territorial que nos permite realizar
estos trabajos en la comunidad, es muy difícil hacerlo solo, vos como mamá
podés pedirle a la escuela que se trate estos temas, pero no tiene la misma
fuerza que si vas con los vecinos o con otras instituciones.
Podes pedir que
se hable de bullying, pero no sobre que a los chicos no se los discriminan sino
lo que significa en sí el bullying y romper con este sistema de discriminación
y poder.
Por otro lado,
las escuelas deberían responsabilizarse porque están dentro de su agenda,
nosotros desde la ONG El Kiosco tenemos abiertas las puertas para los chicos
entre 12 y 21 años.
Cualquier caso
relevante hay que trabajarlo en los talleres grupales o en las mesas
territoriales donde se puede llevar esa cuestión a las escuelas. Pero es
también importante que los mismos vecinos puedan reunirse y tratar estas
situaciones como comunidad y no como familia aislada.
Saber también
que, como papá, tener el conocimiento de que hay casos de bullying en la
escuela y que, aunque no sea su hijo quien lo esté pasando, involucrarse.
No nos exime que
estamos dentro de una situación de agresividad, de discriminación, todos
estamos implicados y por eso es importante que los papás se reúnan y piensen en
esto”.
“Y desde la familia, ¿cómo se puede detectar si el niño o niña está padeciendo acoso escolar?”
Fernando:
“El bullying en sí no es una enfermedad, es una situación de
violencia que puede ser un factor importante para la emergencia de trastornos
psíquicos, como la anorexia y depresión. Pero ya te digo, el bullying por sí
solo no puede generar un trastorno.
Se requieren
otros factores que lo acompañen, como la estructura psíquica del sujeto y su
capacidad de resiliencia, o bien, el acompañamiento afectivo de la familia, sin
embargo, el cambio de los estados de ánimo y las conductas antisociales pueden
ser observables a tener en cuenta por parte de la familia”.
“¿Qué es lo que se debería hacer?”
Gisela:
“En todas las escuelas o en la mayoría hay un equipo de
orientación, además de los directivos y docentes que se tienen que encargar de
solucionar o dar respuestas a estas problemáticas.
Que no es que
los excedan con tantas tareas, sino que hay que intentar ayudar y comprometerse
porque si no se están pasando la pelota y nunca le ponen fin al tema”.
“Entonces, ¿en las escuelas tiene que haber un equipo de orientadores?”
Gisela:
“Mayormente debería haber, pero no en todas hay y por eso en
esos lugares los directivos son los que tienen que responder, la falta de ese
equipo muchas veces tiene que ver con el presupuesto”.
“En esto también vemos que hay discriminación, algunas escuelas tienen sus equipos y otras no ¿y por qué? Si todas pertenecen al mismo sector”
Fernando:
“Si, eso tiene que ver con algo muy interno del sistema
educativo y habría que indagar por qué pasa esto”.
“¿Es decir que el Ministerio de Educación se tendría que encargar de que cada establecimiento escolar tenga su equipo de orientación o mínimo un taller donde se traten estas problemáticas?”
Fernando:
“Tengo entendido que está en agenda el tema de bullying, pero
sí, se tiene que trabajar estas cuestiones y ver cómo hacerlo, porque intentar
decirle a un adolescente que no sea víctima o a un acosador que no tiene que
serlo, no es fácil.
A nosotros no
sirve mucho trabajar desde el pensamiento de que somos parte de un sistema
donde todos estamos incluidos, incluso los que hoy estamos acá sentados lo
pasamos, lo vivimos, lo generamos y lo reproducimos, por lo tanto, el
compromiso es de todos”.
“¿Dónde se los puede ubicar?
Fernando:
“En Laferrere está la ONG el Kiosco en la calle Los Toldos
2680, la mesa territorial está ubicada en San José Obrero y está a cargo de
Laura Chamorro y Rosa Brun. También pueden comunicarse conmigo al número
1140658796.
Fuente: Diario NCO, N° de
Edición 6889, Martes 12 de noviembre de 2019.