martes, 12 de noviembre de 2019

Bullying

Bullying: Un problema social e institucional donde los niños solo lo reproducen
Bullying: Un problema social e institucional donde los niños solo lo reproducen.

A fines del mes de octubre un nuevo caso de bullying se difundió por las redes, siendo Donato, un adolescente de trece años que, frente a las burlas continuas de sus compañeros, tomó la triste decisión de quitarse la vida.

El caso tomó relevancia porque Donato, oriundo de Concordia, Entre Ríos tomó el arma reglamentaria de su papá, un suboficial de policía (que forma parte del cuerpo de Bomberos Zapadores), para realizar su cometido.
Bullying o acoso escolar es un tipo de comportamiento violento e intimidatorio que se ejerce de manera verbal, física o psicológica entre niños y adolescentes en la etapa escolar.
En una charla con Fernando Cabral, psicólogo y terapeuta del consultorio Rubicón y de la ONG El Kiosco, que, junto a Agustina Campos, Gisela Sotelo y Micaela Juárez, contaron el trabajo que realizan con casos de bullying.
Fernando: “Gisela junto con Micaela fueron las encargadas de hacer un taller de bullying junto conmigo en una de las escuelas, fue una experiencia muy enriquecedora y sorprendente.
Sobre bullying en particular nosotros lo encaramos de manera diferente a como se plantean desde una televisión o en los medios, donde se intenta responsabilizar a los chicos para que no generen discriminación.
Lo cierto es que no son ellos los que generan esa discriminación, en realidad los responsables son las instituciones y la sociedad, los chicos solo lo reproducen.
Las instituciones justamente que más han discriminado en la historia es la educativa, razón por la cual se ve tanto bullying en las escuelas, ahí nació el personaje del vago, del burro, del tonto.
El mismo docente, hasta el día de hoy, sigue encontrando modos del mal educado, del problemático, pero son los discursos del docente, del sistema educativo y los chicos reproducen el mismo discurso”.

“¿Qué los lleva a realizar este tipo de tareas?”

Gisela: “En un principio asistí a la escuela Lasalle que tiene la particularidad de darle mucha voz, mucha expresión a los pibes y a las pibas y es algo que a mi desde chica me llamó mucho la atención (hago trabajo social).
Y si bien es un poco cansador y salís limado de esos talleres, es interesante poder intervenir para un cambio y una transformación social, por eso uno lo hace y porque además nos gusta”.
Micaela: “Soy estudiante de trabajo social, estudio en Hurlingham, pienso que es la vocación los que nos hace hacer lo que hacemos, siempre es bueno darle la voz porque se han sentido reprimidos en este sentido por las instituciones”.
Gisela: “Tampoco es que nosotros tenemos la respuesta, la solución siempre es con el otro, yo no le voy a decir al chico: tenés que hacer esto. El solucionar siempre es conjuntamente con el otro.

“¿Serían un facilitador?”

Fernando: “Tal cual”.

“¿Cómo se puede detectar el bullying en las aulas?”

Fernando: “Para los que tienen experiencia en lo grupal, solo necesitas que te sientas dentro del aula a ver a los chicos, vas pescando la dinámica con lo que se va dando, los grupos que se van construyendo y como son esos tipos de relaciones.
En las escuelas donde estuvimos dando taller de bullying tuvimos tres experiencias, de las dos primeras aprendimos para que en la tercera intentemos realizar una actividad vivencial bastante intensa.
Lo primero que hicimos fue romper con la grupalidad que había en esa aula en particular, porque son esos grupos que se van armando en el aula y que determinan la delimitación, la reproducción y la discriminación.
Y digo reproducción porque no son los chicos los que discriminan, sino que ellos la reproducen, en realidad los que terminan generado la discriminación son los adultos.
Entonces, lo que hice fue separarlos aleatoriamente, fuimos armando los diferentes grupos para realizar una actividad muy particular para ver hasta qué punto ellos estaban dispuestos a hacerme caso en algunas consignas que tenía que ver con la agresividad y la violencia.
Y notamos que no me interpelaban en ningún momento, tampoco a las chicas, en un momento les preguntamos si ellos se daban cuenta que nosotros éramos desconocidos y que nos estaban haciendo casos solo porque somos adultos.
Entonces comenzaron a ver que había manifestaciones de cosas que hacían en la casa, en la escuela, con los familiares o en otros lados solamente porque a ellos se les enseñaron de chiquitos a hacer caso”.
Gisela: “Ellos mismo saben quién es la víctima, quién es el acosador y quién el que mira. Entonces, por ahí nosotros desde afuera intentamos que ellos puedan romper con eso y con los efectos que trae el bullying.
Que sientan lo que le pasa al compañero, por ejemplo, y que ellos mismo se den cuenta como se tratan en el aula, porque son ellos los que están ahí, nosotros vamos un día, pero después seguimos con nuestro laburo”.

“¿El docente recibe capacitación o información acerca de este tipo de problemática para que puedan enfrentarlo? Porque a veces pareciera que están ajenos a la situación”.

Fernando: “Lo que puedo decir es que a él docente se lo capacita para trabajar con el tema del bullying. Lo que pasa que el docente es parte del sistema educativo donde se genera estas cuestiones de discriminación y de poder.
Están tan metidos dentro del sistema que no pueden pescar estas cuestiones y resolverlos y por eso esta bueno que venga alguien de afuera, de otras instituciones para que trabajen con los chicos.
Primero porque los pibes se van a sentir más cómodos de hablar porque saben que a ese alguien se lo pueden decir de otra manera, que tienen otro tipo de escucha.
Segundo porque tradicionalmente hay tres factores en el bullying, acosador, victima, y espectador. Nosotros no lo trabajamos así, porque en general, casi siempre los tres son participe o protagonistas pasivos del mismo sistema de poder, el mismo sistema discriminatorios.
Lo único que pasa es que, un año el acosador puede ser víctima y en otro espectador, es cambiante el rol de cada uno, no es algo fijo. Supimos de un caso donde un chico era acosador dentro del aula, pero en su barrio era víctima.
Tratar de tipificar los roles de esa manera hace que se pierda un poco el eje en lo que realmente importa y es que hay una relación de poder en las escuelas, hay una tradición de los mismos docentes y directivos donde muchas veces participan sin darse cuenta y no se dan cuenta porque es parte de los códigos”.

“¿Tiene que ver la época? ¿Es posible que con el paso del tiempo el docente deje de observar y percibir si en su aula se presenta estos problemas?”

Fernando: “Hay un factor de época”.
Gisela: “El bullying siempre existió por ahí ahora es un poco más complejo porque hay otras maneras, no solo tenés en la escuela sino también los ciberbullying en donde los pibes de burlan de una foto, de comentarios, de que escribe mal. Va cambiando”.
Micaela: “Es un problema de naturalizar las cosas porque puede decirte algo, pero hay que ver como lo toma la persona.
Fernando: “También lo que se trabaja en el taller es que no puede uno solo salir de la situación, todos tiene que salir, porque todos están involucrados en un tema de bullying (acosador, victima, espectador).
No terminamos de resolver el problema sino visibilizamos el tema de base, que es que hay un sistema que enseña a discriminar que enseña que si no cumplimos ciertas categorías después se pueden burlar de nosotros y si no acatamos esas normas tampoco tenemos derecho a burlarnos de los demás”.

¿Cuál es el rol de ustedes?

Gisela: “Nuestro rol se diferencia del rol del técnico porque como operadores territoriales muestro objetivo es tener un vinculo con los jóvenes del programa como también con la familia.
Creemos que para llegar a tener una buena intervención es importante que el joven tenga una persona con quien pueda hablar y contarle sus problemas que por ahí un adulto o familiar no tiene la misma confianza y no se anima.
Nuestra participación pasa por ahí por crear un lazo con el joven que permita pensar un diagnostico e intervenir en conjunto con la comunidad, la familia y el programa”.

“¿Cómo se puede tratar el tema?”

Fernando: “Tenemos que tratarlo entre todos, vos como mamá, yo como papá en casa solo no alcanza, podes hablarlo y está buenísimo, pero no es suficiente.
La intervención que realizamos en la escuela fue a través de la mesa territorial del Barrio San José Obrero, que es un centro donde se reúnen todas las instituciones para trabajar ciertas problemáticas en las escuelas, en los jardines, en la ONG El Kiosco y así poder detectar que institución necesita que se trabaje bullying, ESI, etcétera para armar los talleres.
El espacio la gestiona Nora Chamorro que es la referente territorial que nos permite realizar estos trabajos en la comunidad, es muy difícil hacerlo solo, vos como mamá podés pedirle a la escuela que se trate estos temas, pero no tiene la misma fuerza que si vas con los vecinos o con otras instituciones.
Podes pedir que se hable de bullying, pero no sobre que a los chicos no se los discriminan sino lo que significa en sí el bullying y romper con este sistema de discriminación y poder.
Por otro lado, las escuelas deberían responsabilizarse porque están dentro de su agenda, nosotros desde la ONG El Kiosco tenemos abiertas las puertas para los chicos entre 12 y 21 años.
Cualquier caso relevante hay que trabajarlo en los talleres grupales o en las mesas territoriales donde se puede llevar esa cuestión a las escuelas. Pero es también importante que los mismos vecinos puedan reunirse y tratar estas situaciones como comunidad y no como familia aislada.
Saber también que, como papá, tener el conocimiento de que hay casos de bullying en la escuela y que, aunque no sea su hijo quien lo esté pasando, involucrarse.
No nos exime que estamos dentro de una situación de agresividad, de discriminación, todos estamos implicados y por eso es importante que los papás se reúnan y piensen en esto”.

“Y desde la familia, ¿cómo se puede detectar si el niño o niña está padeciendo acoso escolar?”

Fernando: “El bullying en sí no es una enfermedad, es una situación de violencia que puede ser un factor importante para la emergencia de trastornos psíquicos, como la anorexia y depresión. Pero ya te digo, el bullying por sí solo no puede generar un trastorno.
Se requieren otros factores que lo acompañen, como la estructura psíquica del sujeto y su capacidad de resiliencia, o bien, el acompañamiento afectivo de la familia, sin embargo, el cambio de los estados de ánimo y las conductas antisociales pueden ser observables a tener en cuenta por parte de la familia”.

“¿Qué es lo que se debería hacer?”

Gisela: “En todas las escuelas o en la mayoría hay un equipo de orientación, además de los directivos y docentes que se tienen que encargar de solucionar o dar respuestas a estas problemáticas.
Que no es que los excedan con tantas tareas, sino que hay que intentar ayudar y comprometerse porque si no se están pasando la pelota y nunca le ponen fin al tema”.

“Entonces, ¿en las escuelas tiene que haber un equipo de orientadores?”

Gisela: “Mayormente debería haber, pero no en todas hay y por eso en esos lugares los directivos son los que tienen que responder, la falta de ese equipo muchas veces tiene que ver con el presupuesto”.

“En esto también vemos que hay discriminación, algunas escuelas tienen sus equipos y otras no ¿y por qué? Si todas pertenecen al mismo sector”

Fernando: “Si, eso tiene que ver con algo muy interno del sistema educativo y habría que indagar por qué pasa esto”.

“¿Es decir que el Ministerio de Educación se tendría que encargar de que cada establecimiento escolar tenga su equipo de orientación o mínimo un taller donde se traten estas problemáticas?”

Fernando: “Tengo entendido que está en agenda el tema de bullying, pero sí, se tiene que trabajar estas cuestiones y ver cómo hacerlo, porque intentar decirle a un adolescente que no sea víctima o a un acosador que no tiene que serlo, no es fácil.
A nosotros no sirve mucho trabajar desde el pensamiento de que somos parte de un sistema donde todos estamos incluidos, incluso los que hoy estamos acá sentados lo pasamos, lo vivimos, lo generamos y lo reproducimos, por lo tanto, el compromiso es de todos”.

“¿Dónde se los puede ubicar?

Fernando: “En Laferrere está la ONG el Kiosco en la calle Los Toldos 2680, la mesa territorial está ubicada en San José Obrero y está a cargo de Laura Chamorro y Rosa Brun. También pueden comunicarse conmigo al número 1140658796.
Fuente: Diario NCO, N° de Edición 6889, Martes 12 de noviembre de 2019.