En
la mitología griega, “Sísifo”
(Σίσυφος) fue fundador y rey de Éfira (nombre antiguo de Corinto). Era hijo de Eolo
y Enareta, y marido de Mérope. Hay tradiciones que indican que fue padre de Odiseo
con Anticlea, antes de que esta se casase con su último marido, Laertes. Es
conocido por su castigo: empujar cuesta arriba por una montaña una piedra que,
antes de llegar a la cima, volvía a rodar hacia abajo, repitiéndose una y otra
vez el frustrante proceso.
Sísifo por Tiziano 1549
El mito de Sísifo
Es un ensayo
filosófico de Albert Camus, originalmente publicado en francés en 1942 como Le
Mythe de Sisyphe. El ensayo se abre con la siguiente cita de Píndaro:
No te
afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible.
El título
del ensayo proviene de un atribulado personaje de la mitología griega. En él,
Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando el
mito de Sísifo como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre.
De esta
forma plantea la filosofía del absurdo, que mantiene que nuestras vidas son
insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos. Siendo el mundo
tan fútil, Camus pregunta, ¿qué alternativa hay al suicidio? El ensayo se
inicia: No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio.
Sísifo,
dentro de la mitología griega, como Prometeo, hizo enfadar a los dioses por su
extraordinaria astucia. Como castigo, fue condenado a perder la vista y a
empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo
para que volviese a caer rodando hasta el valle, desde donde debía recogerlo y
empujarlo nuevamente hasta la cumbre y así indefinidamente.
Camus
desarrolla la idea del "hombre absurdo", o con una "sensibilidad
absurda". Es aquel que se muestra perpetuamente consciente de la completa
inutilidad de su vida. También es aquel que, incapaz de entender el mundo, se
confronta en todo momento a esta incomprensión. El hombre rebelde será, por lo
tanto, aquel que se encuentre en todo momento frente al mundo: “El rebelde no
niega la historia que le rodea y trata de afirmarse en ella. Pero se encuentra
ante ella como el artista ante lo real, la rechaza sin eludirla. Ni siquiera
durante un segundo hace de ella un absoluto”. (1)
Para
explicar su teoría, Camus se basa en una ética de cantidad, no de calidad, que
acumule el mayor número de experiencias. Esta "eterna vivacidad",
este eterno confortamiento con el absurdo mediante el mayor número de
experiencias es justamente lo que daría sentido a no renegar del absurdo. En
este punto Camus muestra cómo su existencialismo no promueve el quietismo y la
pasividad ante el absurdo. Aceptar el absurdo, afirma, es la única alternativa
aceptable al injustificable salto de fe que constituye la base de todas las
religiones (e incluso del existencialismo, que por ende Camus no aceptaba
completamente). Aprovechándose de numerosas fuentes filosóficas y literarias, y
particularmente de Dostoievski, Camus describe el progreso histórico de la
conciencia del absurdo y concluye que Sísifo es el héroe absurdo definitivo.
En su
ensayo, Camus afirma que Sísifo experimenta la libertad durante un breve
instante, cuando ha terminado de empujar el peñasco y aún no tiene que comenzar
de nuevo. En ese punto, Camus sentía que Sísifo, a pesar de ser ciego, sabía
que las vistas del paisaje estaban ahí y debía haberlo encontrado edificante:
"Uno debe imaginar feliz a Sísifo", declara, por lo que,
aparentemente, lo salva de su destino suicida.
Camus es un
escritor que parte de la existencialidad que tiene la existencia como algo dado
y que sólo acepta eso como punto de partida para que el hombre pueda resolver
la única cuestión de importancia vital, a saber: si es que vivir merece o no la
pena, si es que efectivamente puede tener sentido el ser hombre. (2)
La obra se
cierra con un apéndice sobre la obra de Franz Kafka, interpretada finalmente de
manera similar, en términos de un esteticismo, a su modo, esperanzador.
El Mito de
Sísifo se forja como una metáfora, describiendo todo lo que abruma a los
hombres hoy en día, así como a Sísifo y diferentes héroes antiguos a soportar
las diferentes pruebas o castigos a los que eran impuestos para conseguir
libertad o ser acreedores a ciertos beneficios; en el mundo contemporáneo
serían los diferentes sentimientos y pruebas que la vida pone enfrente y la
manera en que el hombre comienza o está dispuesto a superarlas con la propia
convicción de saberse el único con el poder para hacerlo.
El
existencialismo presente en El Mito de Sísifo, nos presenta la capacidad de
elección en la toma de decisiones individuales que confieren a cada persona
encontrar el sentido a su propia existencia; es una alerta a la conciencia.
Camus intenta
una reconstrucción por vía del análisis de signos de la vida contemporánea, En
él, el vínculo entre filosofía y literatura responde al esfuerzo por
sensibilizar al hombre contemporáneo frente a la urgencia de emprender una
re-invención de la civilización, al tiempo que da cuenta de su pensamiento de
que el hombre absurdo, por excelencia es creador. (3)
Biografía
1)-Camus, Albert (1951). “El Hombre Rebelde” Alianza. p. 268.
2)-Pollamn, Leo (1973). “Sastre y Camus” Madrid.
3)-Maldonado Ortega, Rubén (2008) “Absurdo y rebelión: una lectura de contemporaneidad en la obra de
Albert Camus” Ediciones UniNorte.