viernes, 4 de mayo de 2018

Actualidad: César Luis Menotti

César Luis Menotti: la charla con Borges, su afiliación al Partido Comunista y el recuerdo de unos balazos
"Mi casa, en Rosario, era un quilombo", dice. La grieta familiar.
La señal ya estaba establecida: cuando su padre prendía la luz, debían tirarse al piso.
César Luis Menotti tenía 10 años y convivía en un ambiente dominado por la política.
Mi casa era un quilombo. Mi tío Ignacio Martínez del Valle era el hermano de Isabelita Martínez del Valle, la novia de Gardel. Yo tengo fotos de ellos con Gardel. Un quilombo. Mi tía, enferma de Evita. Mi vieja, enferma de Evita y odiaba a Perón. Y mi viejo odiaba a Evita: decía que regalaba muñequitos mientras los pibes se cagaban de frío… Era un quilombo mi casa”, cuenta.
—¿Cómo fue el momento en el que la balearon?
—Mi casa fue una unidad básica. Y fue baleada dos veces. Yo tenía 10 años y me tenía que tirar al suelo. Nosotros, en Rosario, teníamos una casa de 2 pisos: mi papá y mi mamá dormían en una habitación y yo en otra. Cuando mi viejo prendió la luz de la escalera empezaron a sonar los tiros. Me gritaba que me tirara al suelo. Eran disputas internas del peronismo.
—Con su padre militante del peronismo, ¿por qué usted se afilió al Partido Comunista?
—Mi viejo se murió en el 55. Nosotros pintábamos los camiones con "Perón vuelve" por todos lados. Hasta que un día yo me meto en un debate, me agarra el "Chacho" Rena (su mejor amigo, ya fallecido) y me dice: “Lo único que te pido que pienses es dónde se fue Perón”. Yo me fui a mi casa y me puse a pensar. Se había ido a Panamá, se fue a Paraguay, con el máximo dictador de Paraguay (Alfredo Stroessner) y se había ido a España, con Francisco Franco. Eso me chocó mucho.
Menotti en 1974: DT de la Selección.
—¿Cómo fue su encuentro con Borges?
—Muy gracioso. Borges era un genio de la palabra. Me hizo reír tanto... Cuando entro, me hace sentar y hace sentar al gato blanco que tenía. Me dice: “Bueno, un placer. Usted debe ser muy famoso”. “No, yo no, debe ser el fútbol que me hace famoso”. “No, le digo porque mire que aquí ha venido gente importante y mi empleada nunca me pidió un autógrafo”. Me hizo reír. Le digo: “¿Puedo fumar?”. “Sí, fume tranquilo. Si no es el cigarrillo lo que hace mal, son las conversaciones imbéciles”.
La vuelta al ruedo
—¿Por qué decidió abrir una escuela de entrenadores?
—Vi un montón de cosas que se hacían y me dio vergüenza, realmente me daba vergüenza. Empecé a recopilar lo que tengo escrito de fútbol desde el 78. Y me di cuenta de que teníamos que abrir el análisis de los futuros entrenadores a través de las 4 acciones que tiene el juego: defender, recuperar la pelota, gestar jugadas y definir. Esas 4 acciones el entrenador puede elegirlas. Por ejemplo, Simeone las elige retrocediendo y poniendo recuperadores de pelota y es válido. Guardiola reduce los espacios, a favor de los buenos jugadores. Después viene la segunda parte: ya tenemos la pelota y hay que ver cómo se gesta. Y la malinterpretación que hay de la tenencia de la pelota como si fuese una estrategia cuando en realidad es una necesidad. El artista que es el jugador es feliz cuando juega. Así como un artista en una obra de teatro pelea por llegar al escenario, ¿qué pasaría si cuando llega al escenario lo sentaran en una silla y le dijeran que cuide la puerta? Yo siento que el futbolista llega al gran escenario, que es jugar en Primera, con las ganas de jugar. Ahora, para jugar también hay otro. Entonces ahí vienen las maneras de búsqueda de eficacia, que no es jugar lindo: es jugar bien. En favor de jugar bien se encuentran los resultados. Pero si uno revisa la historia del fútbol se va a dar cuenta de que los que quedan en la memoria son aquellos equipos que ganaron jugando bien.
—¿Seguimos encerrados en la disputa sin sentido entre ganar o jugar bien?
Al fútbol lo manosean mucho. Ponen palabras que no existen, dicen cosas que no tienen nada que ver con el juego. Hay una competitividad en el periodismo deportivo, también en los entrenadores… Pretenden hacer difícil un triunfo. Me empezaron a molestar un montón de cosas. Y me siguen molestando. Por ejemplo, Guardiola salió campeón y había ido a jugar al golf. Entonces cuando perdió empezaron a decir un montón de pavadas. Si yo tuviera que hablar lo mismo tendría que decir que Simeone no ganó nada y hace un montón de años que está.
César Luis Menotti. (Foto: David Fernández)
—¿Y cuál es la salida?
─Hay una necesidad en mí de que el futbolista entienda que tiene que haber una relación afectiva entre él y el público. No con el espectador, que es el que va a la cancha a gritar y se come un pancho mientras están jugando. Eso es un espectador, como si yo fuera a ver ballet, que no entiendo nada. Pero hay un público de fútbol que es excelente, que se está yendo de las canchas porque se aburre. Esta es mi preocupación.
Por Mariano Verrina
Fuente: Diario Clarín / Deportes (04-05-2018) https://www.clarin.com/deportes/futbol/cesar-luis-menotti-charla-borges-afiliacion-partido-comunista-recuerdo-balazos_0_rk6-Ei1aG.html