OPINIONES
Cerrando la grieta económica:
hacia el desarrollo con equidad
Se
habla mucho de la grieta política. Pero poco se ha discutido sobre la grieta
económica.
Por Alejandro Vanoli
Se habla mucho de la grieta política. Pero poco se ha discutido sobre la
grieta económica. Grieta que ha generado lo que Marcelo Diamand describió como
“péndulo argentino” que impidió la consolidación de un proyecto nacional que
asegure progreso y bienestar al conjunto de la sociedad argentina.
Es absolutamente necesario reflexionar sobre virtudes y defectos de los
distintos procesos históricos, para mantener lo bueno, cambiar lo que se hizo
mal y hacer lo que faltó. Lo sostengo desde el rescate de mucho de lo que se
hizo en 2003-2015, habiendo advertido en 2015 lo que iba a suceder con las
políticas de Cambiemos y con el deseo que el gobierno de Alberto Fernández
concrete las mejores políticas para nuestro pueblo.
En lugar de priorizar enfrentamientos estériles que anulan el pensamiento
crítico y el pragmatismo, es vital encontrar una síntesis de distintas visiones
y aplicarlo a nuestra realidad concreta, teniendo en cuenta las oportunidades y
restricciones del contexto global y local.
Por supuesto que no es posible regresar a ningún pasado. La geopolítica
es distinta, la estructura económica también, además de los cambios
productivos, sociales, tecnológicos y culturales, que exigen una estrategia
innovadora, coherente y creativa.
Es fundamental actuar sobre las urgencias de corto plazo, pero con una
mirada de mediano y largo plazo que permita proyectar en forma consistente, el
perfil productivo y la inserción internacional de Argentina para las próximas
décadas.
Quiero plantear 13 dicotomías de una polaridad, que nos ancló mucho tiempo
en antinomias totalizantes e impide ver una gama intermedia de soluciones que
se adapten a la realidad para construir un futuro deseable y posible. Aporto un
esbozo de síntesis de cada una.
Apertura Comercial Indiscriminada versus Economía cerrada
Instrumentar políticas globales que persigan el Interés nacional,
maximizando grados de soberanía, buscando una inserción inteligente hacia el
desarrollo, con equilibrio externo, promoción del empleo y potenciamiento de
las economías regionales.
Estado versus Mercado. Sector Privado versus Público
Entender que no puede haber sector privado eficiente sin un Estado que
funcione y preste servicios esenciales y bienes públicos universales de
calidad. Ni políticas públicas exitosas sin mecanismos de eficiencia de mercado
que contemplen la rentabilidad económica y social. Sinergias para Más y mejor
Estado. Más y mejor mercado. Construir una economía integrada competitiva y
solidaria
Espontaneísmo y Cortoplacismo versus Planificación rígida
Hace décadas que la Argentina no formula planes de mediano plazo
consistentes que permitan hacer más diversificada la estructura productiva,
evitar la restricción externa, ampliar la infraestructura física y energética y
desarrollar cadenas de valor, en forma simultánea a un conjunto de iniciativas
sistémicas para eliminar la indigencia y bajar el núcleo duro de la pobreza.
Crecimiento desequilibrado versus No uso de los recursos
Existe una amplia experiencia internacional de movilización racional de los
recursos naturales, con pleno respeto y cuidado sustentable del medio ambiente
con promoción de energías no convencionales. Inversión extranjera con reglas
claras en el marco de un proceso de desarrollo con transferencia tecnológica,
desarrollo de proveedores, cuidado del balance de divisas y evitando meros
enclaves extractivistas.
Equilibrios macro versus Crecimiento
Promover el crecimiento de la economía y no el ajuste es la mejor forma de
lograr equilibrios macroeconómicos vía ampliar la base de recaudación. Se deben
desarrollar instituciones que permitan políticas anticíclicas y mecanismos que
promuevan políticas monetarias y fiscales flexibles pero claras y consistentes
que concilien estabilidad y crecimiento evitando el sobreendeudamiento.
Campo versus Industria. Mercado Interno versus Exportaciones
Se deben desarrollar cadenas de valor que sobre la base de los recursos
materiales del sector primario y el talento humano se genere una gama de
productos industriales y servicios. Generar políticas productivas permite
atender la demanda interna y externa para usar todos los motores de la
economía: Consumo, Inversión y Exportaciones.
Centralismo versus Interior
Repensar políticas fiscales que concilien proporcionalidad con la
producción generada y la población, con criterios de desarrollo a las regiones
más postergadas. Desarrollo de infraestructura productiva y social para una
demografía más balanceada. Integración de transporte por hidrovía, sistema
ferroviario y aéreo en todo el país para preservar la sustentabilidad de
pueblos y ciudades para un país integrado y federal.
Capital versus Trabajo
Un pacto social para armonizar la puja distributiva que promueva la
productividad, adopción de nuevas formas productivas modernas y flexibles con
respeto a derechos laborales y avances en la reducción de la pobreza y una
mayor equidad social. Políticas de crecimiento que permitan incrementar
armoniosamente beneficios y salarios limitando la inercia inflacionaria.
Promover incentivos para la reinversión de utilidades.
Individualismo versus Estatismo
Existen sociedades que garantizan un pleno derecho a la libertad
individual, al emprendimiento creativo pero con responsabilidad y conciencia
social, sin desigualdades exorbitantes, como ocurre en los países nórdicos.
Desarrollo de mecanismos asociativos y cooperativos. Fomento de esquemas
complementarios a la propiedad privada y estatal.
Empleo no productivo versus Tecnología con desempleo
Las políticas de desarrollo generan una mayor tecnificación de la
producción y el desarrollo de servicios, con mayor demanda de mano de obra en
otras actividades fabriles o servicios conexos. Políticas de capacitación de la
fuerza laboral. Uso de parte de los beneficios de la mayor productividad para
reconversión evitando despidos y generación de empleos de baja calidad.
Apertura financiera total versus “Cepo”
En noviembre de 2013 señalé públicamente que ciertos controles debían ser
revisados. En mi renuncia al BCRA también afirmé que la eliminación de todos
los controles financieros iba a aumentar el déficit externo y el endeudamiento
y propuesto la eliminación gradual de ciertas restricciones para evitar lo que
lamentablemente ocurrió con la estrategia de Macri. Con políticas consistentes
se podrán eliminar algunas restricciones reimplantadas hace un mes, pero
ciertas regulaciones financieras prudenciales mínimas no deben ser eliminadas
como absurdamente se hizo en 2016-2017.
Especulación Financiera versus subdesarrollo financiero
En línea con el punto anterior se debe promover un sistema financiero que
evite las burbujas de activos y el endeudamiento desenfrenado que desemboca en
crisis. Se requiere un sano desarrollo del sistema financiero, sistema bancario
y el mercado de capitales, con mecanismos de ahorro con tasa real positiva para
la población, instrumentos que potencien a la economía real como por ejemplo,
bonos de YPF y el ahorro en m2 de inmuebles y políticas de crédito que
estimulen la producción en condiciones favorables.
Dolarización versus Pesificación
Argentina osciló entre proyectos dolarizadores como la convertibilidad y
otras formas de dolarización y pesificaciones más o menos forzosas. Contar con
una moneda nacional es necesario para tener mayores grados de libertad en
políticas autónomas para promover crecimiento y estabilidad.
Inicialmente y hasta lograr estabilidad y confianza hay que aceptar ciertas
formas de dolarización y gradualmente promover mecanismos de ahorro y formas
contractuales en pesos indexados (con la inflación estabilizada) para
gradualmente lograr un sistema financiero, mercado de deuda, mercado
inmobiliario y formación de precios en pesos nominales como lograron otros
países de nuestra región.
Estos 13 puntos no pretenden abarcar todas las cuestiones a debatir, pero
sí poner sobre el tapete algunas que entiendo relevantes y plantear así bases
para un debate colectivo que permita elaborar políticas de Estado sostenibles.
Para lograr una síntesis superadora, necesitamos algo más que un Pacto
Social. Requerimos de un nuevo Contrato Social donde todos los sectores asuman
compromisos concretos para salir de la crisis, debiendo los sectores más
favorecidos contribuir en mayor proporción.
Sería muy importante avanzar en una discusión de mente abierta para superar
antinomias, la negación del otro, la falta de autocrítica, manteniendo
legítimas discrepancias pero sobre la base de incorporar algo de quienes
disentimos, repensando integralmente estructuras y sistemas políticos,
jurídicos, económicos y sociales sin tabúes ni prejuicios. Sin detenernos ante
el “statu quo” de los intereses creados, pero evitando también empezar de cero.
Estamos en un laberinto y debemos por una vez salir por arriba para que el
desarrollo con equidad sea posible
Fuente: Ámbito Financiero, 01 octubre 2019.