ECONOMÍA
Adiós a un clásico: cierra la
fábrica de las "Bombuchas"
La
firma también producía los preservativos Camaleón. Su principal insumo, el látex,
es importado y por eso no pudo absorber la suba de costos, mientras las ventas
siguieron cayendo por la crisis.
Nostalgia. Varias
generaciones jugaron en su infancia con bombitas durante las fiestas de
carnaval. Bombucha era marca registrada.
Por Yanina Otero
A la larga lista
de empresas nacionales que bajaron la persiana ante la profunda crisis
económica que vive el país, esta semana se sumó
la fabricante de “Bombuchas”, una marca de globos de agua que se convirtió en
un clásico con el paso de los años. La firma, fundada en 1953, anunció su
cierre y el despido inmediato de sus más de 60 empleados.
Ahora, sus más
de 60 empleados están tomando el establecimiento productivo ubicado en la
provincia puntana y reclaman el pago de salarios adeudados además de las
correspondientes indemnizaciones.
Lo cierto es que
la compañía de capitales nacionales y que ya cumplió 66 años tuvo un lugar de
preponderancia en el sector de las bombitas de agua, globos y preservativos. Primero,
logró gran repercusión con su marca Bombuchas que se instaló en el imaginario
argentino de las fiestas de carnaval. Pero también fue la primera empresa de
Argentina y Latinoamérica en producir preservativos utilizando látex como
materia prima. En este segmento, incursionó con las marcas Exotic y Camaleón y
llegó a exportar a países limítrofes.
La firma no pudo
soportar esta última y profunda crisis que atraviesa la economía argentina y
eso se evidencia en sus números. Según se desprende de los registros oficiales,
desde hace más de un año no concreta los aportes correspondientes a sus
empleados. Además, a la fecha, cuenta con una deuda bancaria de apenas
$100.000, que está en situación 2 (con atrasos en los pagos). Antes, en
septiembre de 2017, comenzó a mostrar dificultades para pagar sus deudas
bancarias que en ese momento, el BCRA ubicó en categoría 5 Irrecuperable
(implica un atraso de más de 365 días).
Sus últimos
balances tampoco son muy alentadores. En el ejercicio
anual concluido en abril de 2018 (último conocido), con ingresos de $64,4
millones tuvo que afrontar una pérdida después de impuestos de $7,7 millones.
Un año antes, con ingresos de $53,7 millones, el resultado negativo fue de poco
más de $3,8 millones y finalmente en abril de 2016 con ventas por $26 millones,
llegó a perder $4 millones.
En este
contexto, los empleados decidieron medidas de fuerza y ocuparon las
instalaciones productivas. Desde la empresa detallaron que no están en
condiciones de reactivar la producción porque por el momento no cuentan
siquiera con materia prima. Y busca negociar con el gremio los pasos a seguir.
Fuente:
Diario Ámbito Financiero, 08 octubre 2019.