CULTURA
Música:
Reeditan en vinilo del primer disco de Los Gatos Salvajes
“Es una
alegría que lo hayan recuperado”
Litto Nebbia celebra la noticia, 52 años después de la
grabación original, y gracias a la recuperación del catálogo histórico de Music
Hall por parte del INAMU. “Pensar que lo grabamos en dos canales y con el paso
de la cinta rota”, recuerda el líder de la banda pionera del rock local.
Litto Nebbia junto a Diego Boris, del INAMU, en la
emotiva presentación que se realizó en Pista Urbana. Imagen: Sandra
Cartasso
Un winco
empotrado en la pared, más el disco de vinilo apoyado sobre él. Imposible una
síntesis icónica mejor para graficar el hecho: la reedición masterizada de las
cintas originales del primer y único disco de Los Gatos Salvajes –en vinilo,
claro-- cincuenta y dos años después. “Pensar que lo grabamos en dos canales, y
con el paso de la cinta rota“, evocó Litto Nebbia, protagonista imprescindible
del notición vinculado directamente al logro del Instituto Nacional de la
Música: la recuperación del catálogo histórico de Music Hall. Por eso, en la
emotiva presentación que se realizó en Pista Urbana, los que ladearon a Nebbia
fueron Diego Boris y Celsa Mel Gowland, presidente y vice del INAMU. “Es un
milagro que esa cinta que se grabó hace más de cincuenta años se haya mantenido
intacta, sobre todo por el estado del depósito en el que la encontramos“,
apuntaló maquinita Boris, antes de pasarle el micrófono a su compañera. “Sí,
fue una suerte que se hayan recuperado. Y que hayamos tenido la posibilidad de
que sea Gustavo Gauvry quien la digitalice. Como ejemplo, recuerdo la noche
entera que nos pasamos en el INAMU desenredando la cinta de Lo que vendrá,
esa maravilla de Piazzolla”, contó Mel Gowland sobre otro de los incunables
recuperados para el presente y la posteridad.
Bajo un colorido
y simbólico contexto (enmarcado por retratos del Polaco Goyeneche, Edmundo
Rivero y Astor Piazzolla) y antes de proyectar el video institucional que
recorre la recuperación del catálogo, Nebbia viajó hacia el origen. “Yo era
chiquito, estaba por cumplir 15 años, y Los Gatos Salvajes era de ese tipo de
grupos que los padres se conocen entre ellos y saben cómo están los chicos, qué
pilchas se van a poner, en fin, así era el grupo, hasta que vinimos a Buenos
Aires y pudimos grabar este disco”. La reedición del vinilo que en la Argentina
había tenido dos correlatos en cd (uno en 1994, y otro en 2005, ambos con yapa
y el segundo, incluso, con reunión del grupo incluida) replica la tapa
original: Chango Pueblas, Tito Adjaiye, Litto, Ciro Fogliatta y Guillermo
Romero apoyados sobre la cornisa de un pared, en el plano de arriba, y los
mismo cinco pero tocando, en el de abajo. La contratapa, en tanto, muestra dos
fotos grupales más que acompañan la lista de temas, y el típico texto anónimo
con que los sellos presentaban las novedades. En aquel caso, afirmando que Los
Gatos Salvajes no era un grupo nuevaolero más, sino algo especial por su
creatividad, sentimiento e imaginación.
Como plus, la
reedición incluye los logos de Melopea, de Pentimento Récords y de INAMU
Discos; el consabido código de barras, y una réplica fotográfica del simple que
contenía “Talkin about` you” e “I`m crying”, que no están en el long play.
También agrega dos temas inéditos a las doce piezas originales: “Como yo vivo”,
del mismo Nebbia, y una versión en castellano de “Congratulations”, de Mick
Jagger y Keith Richards. “Yo me acordaba que, cuando terminamos de grabar el
disco, ya tenía temas nuevos porque, como saben, siempre fui un ansioso.
Entonces empecé a hincharle a los tipos para hacer otro disco que no se terminó
nunca, pero llegamos a grabar cuatro canciones que quedaron mezcladas…. toda la
vida me pregunté dónde estarían y entonces se lo comenté a Diego, las buscaron,
y las encontraron en medio de una cinta que también tenía boleros, chamamés, y
otras cosas inéditas. Me da una gran felicidad que se hayan podido recuperar”,
dijo uno de los padres del rock argentino genuino.
“Los otros dos
temas los dejamos para cuando, dentro de 52 años, publiquemos otra vez el
disco”, fue el chiste que siguió, por parte del presidente del INAMU. “Ahora en
serio --siguió Boris-- la verdad es que estamos dando un paso importante,
porque muchas veces los discos quedan rehenes de la decisión del gerente de una
compañía, que no entiende mucho de música, e impide así que toda una sociedad
pueda estar disfrutando de un patrimonio cultural. Entonces, ¿quiénes tienen
que tener la posibilidad de que las obras se reediten?... los artistas que
intervinieron de su creación, ¿no? Por suerte, hoy estamos frente a alguien que
sabe mucho de cómo defender los derechos de propiedad de un fonograma, que son
los derechos de los músicos”. Tras evocar determinadas secuencias de Los Gatos
Salvajes que lo hicieron emocionar hasta las lágrimas y contestar ciertas
preguntas de rigor, Nebbia aprovechó el elogio para denunciar un problema que lo
hace llorar, pero no de emoción. La sentencia desfavorable que se dictó por la
demanda que el músico había iniciado a la editorial Warner Chappell Argentina,
hace más de tres años.
“Los tipos son
unos estafadores extraordinarios, y les inicié una demanda para recuperar
ciento ochenta músicas mías, que son las únicas que me faltan rescatar, porque
el resto de mis canciones, unas mil doscientas, no las tengo en ninguna
editorial. Puntualmente, inicié la demanda porque pasan los años y los tipos no
hacen absolutamente nada con tu música… lo único que hacen es cobrar los
derechos de quien toque tu música en todo el mundo. Cuando firmás el contrato
te prometen algo que no van a cumplir nunca, y te seducen con un anticipo que
devolvés largamente con los derechos de autor. Pero el tema es que le permite a
los tipos presentarse en el mundo como dueños de tus canciones, y es imposible
de comprobar cuántas veces las graban. A mí me paso con un cantante mexicano
(Nicho Hinojosa), que grabó “Solo se trata de vivir” y vendió un millón
doscientos mil copias, sin que yo me enterara. Cuando lo hice, fui a SADAIC y
cobré 300 pesos. Así comenzó la cosa. Cuando se lo reclamé a la compañía, me
prometieron agrandar el adelanto, yo dije que no, que quería volver a ser el
dueño de mis temas, y al final perdí… presenté cincuenta pruebas, el juez no
reconoció ninguna, y como castigo por `molestar` a los abogados, tengo que
pagar 300 mil pesos, más intereses. ¿Por qué cuento esto?, porque quiero que lo
sepan los jóvenes, y para desahogarme ante ustedes”, se explayó Nebbia,
mientras, para matizar la bronca, volvió a lo suyo. Se sentó al piano y, feliz
por el sonido, se despachó con dos gemas de su acervo menos tardío: “Está en
tus manos”, publicada por primera vez en el disco Corazones &
Sociedades (2001) y “Cuando yo me transforme”, compuesta junto al
músico cordobés Juan Carlos Ingaramo, que vio la luz ocho años después, en un
disco en vivo: A su aire.
Por Cristian
Vitale
Fuente: Diario Página 12 (martes 20 de
marzo de 2018) https://www.pagina12.com.ar/102778-es-una-alegria-que-lo-hayan-recuperado