Thomas Alva
Edison presenta la primera prueba pública de cine sonoro
La idea de combinar imágenes en
movimiento con sonido grabado es casi tan antigua como el propio concepto de
cine. El 27 de febrero de 1888, pocos días después de que el pionero
fotográfico Edward Muybridge diera una conferencia no muy lejos del
laboratorio de Thomas Edison, los dos inventores se reunieron en privado.
Muybridge más tarde afirmó que en esta ocasión, seis años antes de la primera
exhibición de una película comercial, propuso un esquema para el cine sonoro
que combinaría su proyector de imágenes zoopraxiscopio con la
tecnología de sonido grabado de Edison. No se llegó a ningún acuerdo, pero
durante un año Edison se encargó del desarrollo del Quinetoscopio,
esencialmente un sistema de «visionado rápido», como complemento visual para
su cilindro fonográfico. Los dos aparatos fueron refundidos en el
Quinetófono en 1895, pero el visionado individual de imágenes en
movimiento en un armario pasó pronto de moda por los éxitos en la proyección de
cine. En 1899 apareció un sistema de sonido de cine proyectado conocido
como Cinemacrofonógrafo, o Fonorama, basado principalmente en el trabajo que el
inventor suizo François Dussaud expuso en París; similar al Quinetófono, el
sistema requería el uso individual de auriculares. Un sistema mejorado
basado en el cilíndro, Phono-Cinéma-Théâtre, fue desarrollado por
Clément-Maurice Gratioulet y Henri Lioret de Francia, permitiendo presentarse
cortometrajes de extractos de teatro, ópera y ballet en la Exposición de
París de 1900. Estas parecen ser las primeras películas exhibidas
públicamente con la proyección tanto de imagen como de sonido grabado.
Sin embargo, tres importantes problemas
persistían llevando a las imágenes en movimiento y al sonido grabado a tomar
caminos separados durante una generación:
Sincronización – Las imágenes y el
sonido se grababan y reproducían por aparatos separados, que eran difíciles de
comenzar y mantener en sincronización. Aunque los proyectores de imágenes
en movimiento pronto permitieron que el cine se mostrara a audiencias más
grandes de teatro, la tecnología de audio, antes del desarrollo de la
amplificación eléctrica, no podía sobresalir para llenar satisfactoriamente
grandes espacios.
Fidelidad de la grabación – Los sistemas
primitivos de la era producían sonido de muy baja calidad, a no ser que los
intérpretes estuvieran colocados directamente en frente de los voluminosos
aparatos de grabación (altavoces de trompeta, por lo general), imponiendo
serios límites en el tipo de películas que podían crearse con sonido grabado en
directo.