Una noticia de actualidad, donde se busca la verdad,
para aclarar un hecho triste de nuestra Argentina.
Río Negro
El minero que trata de
resolver un misterio a 80 metros de profundidad
Se llama Guillermo Tufiño y trabaja en el jagüel de
una estancia en Choele Choel para encontrar a Daniel Solano, que
desapareció en 2011 tras ser detenido por la Policía.
Tufiño
trabajó en minera Santa Cruz. Ahí hacía minería subterránea, con experiencia en
toda clase de explosivos, y conocimientos sobre geología y topografía.
El minero
Guillermo Tufiño (40) aceptó la difícil y peligrosa tarea de descender
al fondo de un pozo de unos 80 metros con la única esperanza de
llevarle paz a la familia de Daniel Solano, el joven salteño que
desapareció en 2011 luego de ser detenido por la policía en Río Negro.
"Fui
testigo del caso Solano no bien se comenzó a investigar. Yo antes trabajaba en
minera Santa Cruz. Ahí hacía minería subterránea y además tengo experiencia en
toda clase de explosivos, tengo conocimientos sobre geología y topografía. Decidí
venir acá porque sabía que iba a dar una mano para buscar al chico",
explica en diálogo con Clarín.
El
29 de enero pasado recibió la autorización del juez de garantías Roberto Gaviña
para inspeccionar el fondo del jagüel de la
estancia La Manuela, ubicada en el kilómetro 977 de la Ruta Nacional 22,
a 28 kilómetros de Choele Choel, donde se cree que están los restos de Solano.
Guillermo Rafael Tufiño preparándose para descender al fondo del pozo.
Tufiño explicó
que su compromiso con la búsqueda se intensificó luego de una charla que
mantuvo con Gualberto Solano, el padre de Daniel, que viajó desde Salta
para supervisar las tareas en ese lugar.
"Él está
esperanzado en que podamos encontrar los restos de su hijo ahí. Me contó que en
un sueño su hijo le decía 'quiero que me lleves, no quiero que me dejes
acá papá'", relató.
La última foto de Daniel Solano en un boliche de Choele Choel, antes de desaparecer.
Por
eso, el minero subraya que "lo único importante" es poder encontrar
el cuerpo del joven "para que ese pobre
padre se lleve los restos de su hijo a Tartagal" luego de
tantos años de misterio.
El
minero al bajar cuidadosamente para buscar los restos de Daniel Solano.
Su primer
descenso al jagüel fue lento. Le tomó más de una hora y en el fondo encontró
hierros, escombros y basura. "El primer día bajé una vez.
El lunes bajé ocho veces para inspeccionar y para sacar unos fierros
que habían puesto y todo lo que era basura, para que se pudiera trabajar
tranquilamente con la máquina perforadora que trajeron", recuerda.
"Lo que
encontré abajo en el jagüel es que parece que le echaron cemento, que
le hicieron unas placas de cemento. Así que comencé a limpiar y
comenzaron a perforar. Además, en la filmación de 2015 había una heladera que
no está, había un parante que tampoco está, así que el jagüel está adulterado.
Ahora estamos viendo cómo se puede romper el cemento", advirtió.
Tufiño corta los hierros que impedían perforar en el fondo del jagüel.
La colaboración
de Tufiño fue clave para acceder al fondo del pozo y continuar con la
investigación que trata de determinar qué sucedió con Solano, a quien se
vio por última vez en la madrugada del 5 de noviembre de 2011, cuando policías
lo sacaron de un boliche de la zona y se lo llevaron.
"Al chico
lo conocía de vista porque jugaba al fútbol acá en la zona. Él era de Salta y yo
también: él era de Tartagal y yo soy de Orán", dice el minero.
Fuente: Diario Clarín (06-02-2018) https://www.clarin.com/policiales/minero-trata-resolver-misterio-80-metros-profundidad_0_rJt5wgxIG.html