Día
Internacional de The Clash y el espíritu revolucionario de la música
El arte,
desde que se concibe como una actividad humana, ha despertado la consciencia de
las personas para convertir transformar su realidad, y una de esas
artes que han provocado más cambios, e incluso revoluciones, es la música en
todos sus tiempos, distintas épocas, sonidos, intenciones y a través del
espacio.
Una de
las bandas que representan esta situación y el poder de la música sobre las
personas es The Clash, la legendaria agrupación británica de punk y
rock que utilizó el sonido y las letras para crear consciencia social sin
perder uno de los primeros objetivos de ésta: divertirse y pasarla bien. Por
eso, hoy se ha proclamado el Día Internacional de The Clash.
El arte,
desde que se concibe como una actividad humana, ha despertado la consciencia de
las personas para convertir transformar su realidad, y una de esas
artes que han provocado más cambios, e incluso revoluciones, es la música en
todos sus tiempos, distintas épocas, sonidos, intenciones y a través del
espacio.
Una de
las bandas que representan esta situación y el poder de la música sobre las
personas es The Clash, la legendaria agrupación británica de punk y
rock que utilizó el sonido y las letras para crear consciencia social sin
perder uno de los primeros objetivos de ésta: divertirse y pasarla bien. Por
eso, hoy se ha proclamado el Día Internacional de The Clash.
The
Clash, conformado por Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Topper Headon,
desde sus inicios en la década de los 70, hizo de cada una de sus
canciones una especie de himno que servía como antídoto contra las reglas
establecidas, cultural, política y socialmente hablando, de las instituciones
que siempre han velado por los intereses personales de las personas que están
en el poder y no de la sociedad en sí.
Canciones que
hablaban de un “error nuclear” (“London Calling”), la brutalidad
policial (“Police & Thieves”), realidad social (“Ghetto Defendant”), el
racismo (“White Riot”), las imposiciones del sistema (“Guns On the Roof”)…
para resumir, no había nada que no pudieran decir ni cantar.
En 1977
lanzaron su disco debut The Clash con las
canciones que les abrieron las puertas de la revolución ideológica que
sentó las bases del punk como una forma de protesta. Sin embargo, y como prueba
de que lo que cantaban y decían era la verdad “nada más que la verdad”, en
Estados Unidos se negaron a sacar el disco porque era demasiado crudo y no iba
funcionar para las estaciones de radio que servían como una forma de difundir
lo políticamente correcto.
Después de un segundo
disco, Give ’Em Enough Rope en 1978, la banda demostró que la verdad
tiene mil un ritmos para salir a la luz con canciones como
“Drug-Stabbing Time”, “Guns On the Roof” o “English Civil War”. Pero la
verdadera sorpresa llegó su tercer disco, London Calling, en 1979, que
más que un álbum de música es un statement, una
cordial invitación para dejar de pelear contra sí mismo y entablar una lucha en
contra de la realidad que nadie escogió… “London Calling”, “Revolution Rock”, “The Guns
of Brixton”, “Death or Glory”.
Sandinista!,
quizá el álbum más experimental de la banda era un tres en uno que los hizo
acreedores, por segunda vez, de un Pazz & Jop. Dos años después
salió Combat Rock en el que se percibe una clara mezcla
de reggae y funk, presentes en su mayor éxito comercial “Rock the
Casbah” junto a “Should I Stay Or Should I Go”.
La banda comenzó
a separarse cuando sólo quedaron Strummer y Simonon como miembros
originales para sacar el último disco de The Clash: Cut the Crap,
el menos apreciado y escuchado de la banda.
Si aún no queda clara la importancia de “la única banda que importa”,
entonces lo primero que se debe hacer es voltear al pasado y revisar la
historia mientras se escucha a la banda. Así que bienvenido sea el Día Internacional de The Clash que se celebra
desde 2013 y que, incluso, John Tory, el alcalde de Toronto, Canadá, lo hizo
oficial.