lunes, 13 de febrero de 2017

Impacto Ambiental de Fukushima

Japón
La radiación de Fukushima ha contaminado todo el Océano Pacífico, y se pone cada vez peor
El desastre nuclear ha contaminado el océano más grande del mundo en sólo cinco años y aún continúan escapándose 300 toneladas de desechos radiactivos cada día.
¿Cuál fue el desastre nuclear más peligroso de la historia mundial? La mayoría de la gente diría el desastre nuclear de Chernobyl en Ucrania, pero estarían equivocados. En 2011, un terremoto, que se cree fue una réplica del terremoto de 2010 en Chile, creó un tsunami que causó un colapso en la planta nuclear de TEPCO en Fukushima, Japón.
Tres reactores nucleares se derritieron y lo que sucedió después fue la mayor liberación de radiación al agua en la historia del mundo. Durante los próximos tres meses, los productos químicos radiactivos, algunos en cantidades aún mayores que Chernobyl, se filtraron en el Océano Pacífico.
Sin embargo, los números pueden en realidad ser mucho más altos, tal como las estimaciones oficiales japonesas han sido probadas por varios científicos como deficientes en los últimos años.
Como si esto no fuera lo suficientemente malo, Fukushima sigue produciendo 300 toneladas de desechos radiactivos en el Océano Pacífico cada día. Continuará haciéndolo indefinidamente ya que la fuente de la fuga no puede ser sellada ya que es inaccesible tanto para humanos como para robots debido a temperaturas extremadamente altas.
No debería sorprender, pues, que Fukushima haya contaminado todo el Océano Pacífico en sólo cinco años. Este podría ser el peor desastre ambiental en la historia de la humanidad y casi es mencionado por los políticos, los científicos convencionales, o por las noticias.
Es interesante notar que TEPCO es una filial de General Electric (también conocida como GE), una de las compañías más grandes del mundo, que tiene un control considerable sobre numerosas corporaciones de noticias y políticos.
¿Podría explicar esto la falta de cobertura de noticias que Fukushima ha recibido en los últimos cinco años?
También hay evidencia de que GE sabía sobre el mal estado de los reactores de Fukushima durante décadas y no hizo nada. Esto llevó a 1.400 ciudadanos japoneses a demandar a GE por su papel en el desastre nuclear de Fukushima
Incluso si no podemos ver la radiación en sí, algunas partes de la costa occidental de América del Norte han estado sintiendo los efectos durante años. No mucho después de Fukushima, los peces de Canadá comenzaron a sangrar por sus branquias, bocas y globos oculares.
Esta «enfermedad» ha sido ignorada por el gobierno y ha diezmado poblaciones de peces nativos, incluyendo el arenque del Pacífico Norte. En otros lugares del oeste de Canadá, científicos independientes han detectado un aumento del 300% en el nivel de radiación.
Según ellos, la cantidad de radiación en el Océano Pacífico está aumentando cada año. ¿Por qué esto es ignorado por los principales medios de comunicación?
Podría tener algo que ver con el hecho de que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han prohibido a sus ciudadanos hablar de Fukushima para que «la gente no se asuste».
Más al sur en Oregón, Estados Unidos, estrellas de mar comenzaron a perder piernas y luego se desintegraron completamente cuando la radiación de Fukushima llegó allí en 2013. Ahora, están muriendo en cantidades extremadamente altas, poniendo en peligro todo el ecosistema oceánico en esa área.
Sin embargo, funcionarios del gobierno dicen que Fukushima no es culpable a pesar de que la radiación en el atún de Oregón se triplicó después de Fukushima.
En 2014, la radiación en las playas de California aumentó en un 500 por ciento. En respuesta, los funcionarios del gobierno dijeron que la radiación provenía de una misteriosa fuente «desconocida» y no era motivo de preocupación. Sin embargo, Fukushima está teniendo un impacto más grande que solo la costa del oeste de Norteamérica.
Los científicos ahora están diciendo que el Océano Pacífico ya es altamente radioactivo y en la actualidad es por lo menos 5-10 veces más radioactivo que cuando el gobierno de los EE.UU dejó caer numerosas bombas nucleares en el Pacífico durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: Ecoportal.net (13-02-2017)
Información auxiliar
El Cesio-137 es un isótopo radiactivo del cesio que se produce principalmente por fisión nuclear.
Tiene un periodo de semidesintegración de 30,23 años, y decae emitiendo partículas beta a un isómero nuclear metaestable de Bario-137 (Ba-137m).
El Ba-137m tiene una vida media de 2,55 minutos y es el responsable de todas las emisiones de rayos gamma.
Las características del Cesio-137 que es soluble en agua y sumamente tóxico en cantidades ínfimas.
Una vez liberado al medio ambiente, sigue estando presente durante muchos años, dada su vida media.
Puede causar cáncer 10, 20 ó 30 años a partir del momento de la ingestión, inhalación o absorción, cuando una suficiente cantidad ingresa al organismo.

Los efectos de la tragedia de Fukushima

Los reactores ya tienen suministro eléctrico y se ha conseguido taponar la fuga de agua radioactiva. ¿Y ahora qué? Se preguntan los científicos. El daño se ha hecho y el tiempo irá dando la solución.

Eduardo Sánchez Gómez - divulgaUNED.es Pasada la tragedia de Fukushima ahora vienen las consecuencias. Los reactores ya tienen suministro eléctrico y se ha conseguido taponar la fuga de agua radioactiva. ¿Y ahora qué? Se preguntan los científicos. El daño se ha hecho y el tiempo irá dando la solución.
Lo más preocupante es la evidencia de agua radiactiva encontrada en un edificio junto al reactor. La Agencia Nuclear de Seguridad Industrial de Tokyo, informó de la presencia de cloro-38, un isótopo radiactivo con una vida media de sólo 37 minutos, que se forma cuando el cloro-37 es golpeado por neutrones de fisión. “Podría ser evidencia de que el combustible ha agrupado a trozos suficientemente grandes para reiniciar las reacciones nucleares”, señala Ferenc Dalnoki-Veress físico en el Instituto de Estudios Internacionales de Monterrey en California, a la revista Nature. “Estas ráfagas pueden poner a los trabajadores en grave riesgo de exposición a la radiación durante la limpieza y advierte, que será un trabajo muy laborioso” continúa Dalnoki-Veress.
En el agua vertida el mayor número de partículas radiactivas corresponden a yodo-131 y el resto se lo reparten entre cesio-137 y cesio-134. El yodo-131 es menos peligroso ya que su pervivencia es de 40 días. El cesio-134 tiene actividad durante una década; sin embargo, el cesio-137 tiene una vida media de 30 años y en ser inocuo 150 años.
Lo que más se afecta a corto y largo plazo es el entorno marino y con ello toda la cadena alimenticia pesquera, lo que ha llevado a la Unión Europea a empezar a tomar medidas. Es por ello que España ha realizado diversos ajustes, entre ellos el control de los productos procedentes de Japón. “Para más seguridad, hemos decidido multiplicar por cinco los controles que sugería la UE, a pesar de que ya en Japón están obligados a controlar el 100% de todos los productos alimenticios” explicó a El Mundo la ministra de Sanidad Leire Pajín.
“El mayor peligro de las partículas radiactivas es que se distribuyan en algunas especies migratorias como el atún” comenta a El Mundo Eduardo Rodríguez-Farré, profesor de investigación del CSIC y miembro del Comité Científico de la UE sobre Riesgos para la Salud. “Se puede haber capturado un pescado en Filipinas, pero puede venir de Japón”.
Por su parte, Rafael García Tenorio, catedrático de Física Nuclear de la Universidad de Sevilla e investigador asociado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), comenta que el peligro principal está en el entorno de la central nuclear, en donde se acumulan dosis de radiactividad de 400 milisievert por hora. La dosis legalmente permitida que puede absorber una persona es de 50 milisievert al año.
“En el mar los isótopos radiactivos pueden tomar dos caminos. Si son solubles se diluyen en el Pacífico y serán inocuos para la salud; si no son solubles, sedimentarían cerca de la central, con lo cual la contaminación a distancia sería nula”, continúa García Tenorio.
La ONU cree que el accidente de Fukushima no tendrá graves consecuencias para el pueblo nipón. “La salud de los japoneses no se verá afectada por el accidente de la central nuclear de Fukushima”, ha dicho el director del Comité Científico de Naciones Unidas sobre los Efectos de la Radiación Atómica, Wolfang Weiss.
Los efectos medioambientales de lo ocurrido, no son tan peligrosos como el de Chernóbil (Ucrania), pero sí más grave que el de Three Mile Island (Estados Unidos) de 1979. Refiriéndose a los productos alimenticios contaminados, Weiss ha afirmado que, “las cantidades de 1 milisievert o 5 milisievert, son poco importantes en términos de impacto sanitario”. También ha elogiado a las autoridades japonesas que ya han comenzado a hacer pruebas, para detectar cáncer de tiroides en niños, el único efecto que se demostró en Chernóbil.
Asimismo, se ha incorporado de forma imprevista el buque Hespérides, a las tareas respecto a medir la contaminación radiactiva en el Pacífico. “Normalmente este buque, se dedica a estudiar el cambio global y la biodiversidad marina, más en aguas profundas, en todos los océanos, además de impulsar la oceanografía española”, recuerda a El País el presidente del CSIC Rafael Rodrígo.
El coordinador de la expedición Malaspina a bordo del Hespérides Carlos Duarte, comentó a El País, “Vamos a medir las trayectorias de yodo-131, cesio-134 y cesio 137, aunque no creo que encontremos yodo-131 porque tiene una vida media muy corta”. “Con unos aerosoles instalados en cubiertas para filtrar el aire, tomaremos muestras atmosféricas; también tomaremos muestras de agua y de larvas y huevos de plancton que están en la superficie del agua que es donde se depositan los radioisótopos”, comenta Duarte. (Habrá que esperar aún mucho tiempo, para determinar con precisión el daño que ha causado la central nuclear de Fukushima).
Fuente: Divulgación y Cultura Científica Iberoamericana
http://www.oei.es/historico/divulgacioncientifica/noticias_816.htm