Un Chéjov
con acento argentino
El director argentino David Amitín
estrena en la sala El Umbral de Primavera El hombre inexistente, una
ácida comedia basada en textos de Chéjov.
Elenco de la obra El hombre inexistente
Este febrero promete ser el mes
de Argentina en la capital española. Al importante desembarco artístico que se
producirá desde el día 22 en el marco de la Feria Internacional de Arte
Contemporáneo ARCOmadrid, donde la república sudamericana ejerce de país
invitado con la presencia de 12 galerías, se unen otras
iniciativas como el Ciclo de Teatro Argentino que celebra desde enero la sala
El Umbral de Primavera y que presenta esta tarde uno de sus platos fuertes, El
hombre inexistente, del director y dramaturgo David Amitín.
Residente en Madrid desde
principios del los 2000, Amitín basa su obra en el cuento de Antón Chéjov El
hombre enfundado, "una historia muy poco conocida que presenta
un personaje originalísimo y una peripecia de vida muy singular, un hombre que
no se parece a ningún otro y cuya historia sorprende en todo momento.",
explica el argentino. Ese hombre es Platón, un excéntrico profesor de
griego que tiene aterrorizado a todos sus compañeros y vecinos.
Es un personaje singular que prácticamente no habla con nadie, parece aislado
del mundo, y tiene una constante e irresistible inclinación a cubrirse con algo
que lo proteja de cualquier influencia exterior. "Su mundo no es el de
esta realidad, para él no existen los amigos, las mujeres, la familia o el
placer. Encerrado en su rigidez, Platón nos hace ver el absurdo de su
existencia y en cierta forma el de toda existencia".
La historia se complica cuando
aparece Fedora, la hermana de un nuevo profesor nada comedido (Archibaldo) que
se incorpora al colegio. Entonces todos los vecinos y compañeros deciden que
hay que casar a Platón... y ahí comienzan las desgracias del protagonista. La
estructura narrativa es libre, por momentos la acción se desarrolla
exclusivamente entre los personajes, en otros momentos se interpela al público.
El humor alterna con la exasperación y el patetismo con la ternura. Este
espectáculo, en el límite del teatro absurdo, cuenta con "un lenguaje
teatral para ser decididamente inventado con los actores, ya que el texto hace
una apelación constante al imaginario actoral", explica Amitín.
"He cambiado el título, los
nombres de los personajes, he incluido situaciones que no existían en el
cuento, y lo he llevado a una especie de tierra de nadie, con lo cual podría
suceder en cualquier lugar de Europa", reconoce Amitín. Pero a pesar de
los cambios, la obra es puro Chéjov y aborda en tono de
comedia, muy cercana a la farsa, algunos de los temas más habituales del
escritor ruso: la hipocresía, la rigidez, el tedio, la crueldad,
el chismorreo y la mediocridad. El elenco está formado por siete actores:
Bernardo Riaza, Juan Rueda, Iván Mínguez, Beatriz Pasamón, Serigo de Lucas,
Ernesto Sierra y Verónica Bardera.
Tráiler de espectáculo: El
hombre inexistente
Link del Video: https://www.youtube.com/watch?v=ppT2Gft1pJI
Amitín resulta conocido por su
extensa trayectoria internacional en países europeos como Bélgica, Alemania,
Austria o España, en la que ha montado textos de grandes autores como
Shakespeare, Büchner, Beckett, Dostoievski, Strindberg, o Ibsen,
pero su trabajo también ha tenido un amplio desarrollo en Buenos Aires. En
2005, decide crear su propia compañía en Madrid, concebida como plataforma de
creación y experimentación teatral, por lo que es un buen conocedor de ambas
escenas.
Sobre el teatro argentino de los
últimos tiempos, asegura que "hubo una crisis importante en 2001, cuando
sucedió lo del "corralito". Como respuesta a eso los
teatros off
se extendieron y se desató una actividad muy importante. Se
abrieron muchas salas nuevas, en algunos casos se trataba de simples espacios
de Escuelas de Teatro los que, los fines de semana, funcionaban como pequeñas
salas". En este sentido, recalca que en comparación con España, "las
condiciones técnicas son muy exiguas, no hay posibilidad de escenografías o
iluminación, básicamente son espectáculos de actores",
pero asegura que precisamente por ello, "le aportan una gran vivacidad a
la escena teatral de Buenos Aires en este momento".
En cuanto a la comunicación
existente entre la escena española y la argentina, Amitín considera que es una
relación un poco hipertrofiada, pues "en Argentina existe una enorme admiración
por el teatro de Lorca y el de Valle-Inclán y las obras de estos dos autores se
representan muy a menudo. También los clásicos del Siglo de Oro español se
representan en los teatros oficiales, nacionales y municipales". Pero
asegura que en sentido inverso, "el teatro argentino es muy
poco conocido en España. Mencionaría especialmente el caso de Griselda Gambaro,
una extraordinaria autora cuyos títulos más importantes no se han representado
en España". Aunque tampoco los autores contemporáneos españoles son
especialmente abordados allende el océano, "tienen menos aceptación y sus
obras se dan raramente y casi siempre en el circuito del off".
Potenciar el conocimiento del
teatro argentino en nuestro país es el sentido del Ciclo de
teatro que monta la sala El Umbral de Primavera, que este mes
de febrero acoge también las obras Mala praxis, de Lisandro Fiks (11 y
18), que habla de la tendencia que tenemos a buscar culpables para todo,
alguien a quien hacer responsable de nuestras desgracias; y La
lechera, una obra de Carlos Correa que narra la historia de dos
gauchos en permanente disputa que pelean por una vaca que decide desaparecer y
abstraerse del conflicto.
Esta última obra podrá verse
únicamente el día 25, pues llega a Madrid unos días antes con motivo del citado
festival ARCO, que este año incluye en su programación un ciclo de teatro.
Algo, que a Amitín le parece más que pertinente, pues afirma el director que
"el arte y el teatro han ido de la mano siempre a lo largo de la
historia, sobre todo a partir de comienzos del siglo XX. El
surrealismo, el expresionismo y varios de los movimientos de ruptura en la
pintura tuvieron sus ecos y equivalentes en el ámbito del teatro con el
expresionismo alemán, el surrealismo de Jarry o el Teatro del Absurdo en
Ionesco, Beckett y Adamov".
ANDRÉS SEOANE
Fuente: El Cultural
(03-02-2017)
http://www.elcultural.com/noticias/escenarios/Un-Chejov-con-acento-argentino/10397