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OPINIONES
El "precio esencial"
para el dólar no está garantizado hasta octubre
La
autoridad monetaria anunció su sexto esquema de intervención cambiaria. Es una
"muestra de la incapacidad" para doblegar al dólar.
El reciente
anuncio del Banco Central deja de lado las bandas de flotación para volver a un
régimen de intervención discrecional. En menos de un año, la autoridad
monetaria ensaya el sexto esquema de intervención cambiaria.
Antes del
acuerdo con el FMI regía un esquema de intervención como el recientemente
anunciado, le siguió una intervención firme a un determinado precio (USD5.000
millones a $25 en el MAE), luego vino la libre flotación, la flotación entre
bandas, el congelamiento de las bandas y, ¿finalmente?, el regreso a la
intervención discrecional.
Las idas
y vueltas en materia de política cambiaria son una muestra de la incapacidad
oficial para doblegar el dólar pero también, las tensiones que cada régimen
cambiario despierta. Más específicamente, el desmanejo de la política
cambiaria refleja la tensión entre las aspiraciones políticas del gobierno, la
huída de Argentina de algunos sectores económicos y el objetivo del FMI de
priorizar el pago de la deuda.
Las
chances oficiales de lograr la reelección de Mauricio Macri, requieren un dólar
relativamente planchado hasta octubre. Sólo de esa manera, los
anuncios de precios esenciales y créditos con fondos de la ANSES, pueden llegar
a tener algún efecto en la coyuntura económica electoral tal como señalamos en
una nota anterior.
Es que la
devaluación de, por lo menos, un 20% implícita en las extintas bandas congeladas,
tiraba por la borda el acuerdo de precios y la consiguiente inflación, licuaba
el efecto en el consumo de los créditos a jubilados y beneficiarios de la
Asignación Universal por Hijo.
Pero para ello,
debía superar la oposición del FMI a la venta de reservas para mantener el
valor del dólar. El organismo multilateral, como representante de los intereses
de los acreedores externos, busca preservar el uso de las reservas para el pago
de la deuda externa.
Para ello,
quería evitar que sus dólares financien una breve recuperación económica
electoral (con su consecuente déficit comercial, de turismo, y de demanda
minorista de billetes). Pero, sobre todo, intenta oponerse a que sus dólares
sean utilizados masivamente para financiar la fuga de capitales de los grupos
económicos locales en el ocaso del régimen político de Macri.
La experiencia
del blindaje, donde los fondos del FMI se evaporaron financiando la fuga de
capitales en un vano intento de sostener el 1 a 1, era un antecedente de dicha
posibilidad. También las subastas de (ex presidente del BCRA, Luis) Caputo que
se comieron un porcentaje relevante de los primeros u$s 15.000 millones
entregados por el Fondo.
¿Qué llevo al
FMI a aceptar que sus dólares se usen para financiar la fuga en un desesperado
intento de lograr una primavera económica electoral? Difícil saberlo. Los
intereses geopolíticos de los EEUU intentando mantener gobiernos alineados
puede ser una razón. Pero, a su vez, la exposición financiera del organismo que
concentró el 61% de su cartera de crédito en Argentina, lo pone en una posición
de debilidad.
La supuesta
recomendación de Durán Barba en la última reunión de gabinete (“cáguense en el
Fondo y usen la guita”), fue justificada al señalar que el FMI se vería
obligado a avalar a intervención, so pena de quedar expuesto de haber entregado
un crédito de proporciones históricas a un gobierno que, una vez que recibió la
“guita”, desconocía abiertamente las recomendaciones del organismo.
Más allá de las
razones que llevaron al FMI a aceptar el uso discrecional de sus fondos, todavía
no está garantizado que el BCRA logre un precio esencial del dólar hasta
octubre. El éxito del nuevo régimen cambiario para planchar el dólar,
dependerá en gran medida de cómo utilice su capacidad de intervención. La
improvisación característica del “mejor equipo de los últimos 50 años”, permite
dudar del eficaz uso que le dé a la nueva herramienta de intervención.
Por Andrés Asiain*
* Director de
Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO)
Fuente: Diario Ámbito Financiero, 30-abril-2019.