Economía
¿Cómo empezó la obsesión
argentina por el dólar?
La
divisa norteamericana es un termómetro social y político del país. Los
sociólogos Mariana Luzzi y Ariel Wilkis, autores del libro “El dólar: historia
de una moneda argentina”, explican por qué.
El dólar marca el ritmo de la realidad argentina
¿A qué
precio cotizaba el dólar oficial para la venta el 26 de febrero de 2015? La
pregunta brilla en nítidas letras azules sobre la pantalla de la tevé. El
conductor Santiago del Moro se la lee en voz alta a una concursante de Quién
quiere ser millonario (Telefe). Las opciones en pantalla son: A) 4,45; B)
14,55; C) 8,73; D) 18,98. Esta edición salió al aire el 8 de abril de 2019,
cuando el dólar cotizaba a 44,6 pesos el tipo vendedor. En otros países, sólo
profesionales de la economía o personas vinculadas al comercio exterior tienen
presente la información sobre la cotización del dólar; en la Argentina, forma
parte de la cultura general del gran público. Cada mañana, lo primero
que necesitamos saber es temperatura, estado del tránsito y cotización del
dólar. Datos esenciales para la vida cotidiana en la gran ciudad.
Desde la década
del ‘30, pero fundamentalmente desde los años ‘50, se desarrolló el
lento pero progresivo proceso de la popularización del dólar en la Argentina.
A lo largo de este extenso período, la información sobre la moneda
estadounidense pasó de ser un asunto de interés exclusivo para el mercado
financiero o el comercio exterior, a convertirse poco a poco en un tema y
problema de relevancia pública y política para sectores sociales cada vez más
amplios.
La historia de
la popularización del dólar entre mediados del siglo XX y las primeras décadas
del XXI da cuenta de por qué conocer la cotización del dólar en una fecha
pasada puede ser necesario en 2019 para ganar en un programa de preguntas y
respuestas.
Agosto de 2019: escalada cambiaria después de las PASO
Los ‘40: el problema son las divisas
“Dicen algunos
traficantes que existen dentro del país que no tenemos dólares. Yo les pregunto
a ustedes, ¿han visto alguna vez un dólar?”. Dos años y medio después de asumir
por primera vez la presidencia de la Nación, en agosto de 1948, Juan Domingo
Perón dirigía a los obreros ladrilleros la pregunta que se volvería célebre
décadas más tarde. Eran los años de posguerra y de la definición de una
política industrialista en la cual el control de las importaciones desempeñaba
un papel central.
La
acción monetaria, fiscal y comercial del Estado estaba en discusión. El
dólar, sin embargo, sólo aparecía esporádicamente en escena con nombre propio.
En general, la preocupación eran las divisas y las referencias eran básicamente
técnicas.
Una década más
tarde, ese panorama empezaría a cambiar. Cuando, a mediados de 1958, Arturo
Frondizi asumió la Presidencia de la Nación, las expectativas económicas se
cifraban en buena medida en el valor que alcanzara el tipo de cambio tras el
largamente esperado Plan de Estabilización. Así lo mostró en enero de 1959 la
enorme afluencia de porteños hacia la calle San Martín, una vez reabierto el
mercado de cambios tras las medidas anunciadas por el gobierno.
“Dicen algunos traficantes que existen dentro del país
que no tenemos dólares. Yo les pregunto a ustedes, ¿han visto alguna vez un
dólar?”
Juan Domingo
Perón, 1948
Si en 1948 Perón
había podido sostener que la preocupación por el dólar no era sino la de
aquellos que negociaban clandestinamente con divisas, en
1959 y a lo largo de toda la década de 1960 la City porteña se iría llenando
progresivamente de pequeños especuladores y simples curiosos, atraídos por la
suerte de la moneda norteamericana. En ella encontrarían una
fuente de pequeñas (o grandes) ganancias, como aquellas sobre las que ya
ironizaba Tato Bores en un monólogo de 1962, en el que los laburantes llegaban
a jactarse de haber “ganado 14 mangos” sin “hacer nada”.
La cotización
del dólar se convierte en esos años en una cifra que comprenden no sólo los
profesionales que operan con divisas sino también los curiosos que cogotean
delante de las vidrieras de las casas de cambio, aprendiendo a la vez a
descifrar las informaciones de las pizarras y a descubrir posibles negocios.
En la historia
de cómo el dólar devino una moneda central en el pulso del país, los años ‘60
son el momento en que la divisa norteamericana comienza a convertirse en una opción
de inversión y ahorro para franjas crecientes de sectores de clase media.
En una década marcada por devaluaciones regulares y la preocupación creciente
por la inflación en aumento, el dólar va instalándose así como guía para
moverse en diferentes universos de transacciones.
"El dólar. Historia de una pasión argentina", de Luzzi y Wilkis, sociólogos e investigadores del Conicet.
Los ‘80: casas y pelotas
La
popularización del dólar en la sociedad argentina siguió ritmos e intensidades
variables afectando a mercados y transacciones de forma dispar. La
dolarización del mercado inmobiliario fue una inflexión profunda de este
proceso. El gobierno militar iniciado en 1976 impulsó leyes que desregularon
los precios de los alquileres y disminuyeron los gravámenes de las
construcciones destinadas a ese fin, buscando así impulsar activamente la
inversión inmobiliaria.
En 1977
aparecieron los primeros avisos clasificados que nominaron en dólares los
precios de los inmuebles a la venta. La inflación creciente y el estímulo a la
inversión inmobiliaria habían llevado a los operadores del sector a promover la
publicación de precios en dólares para evitar las renegociaciones
frecuentes de precios en pesos.
Para esa época,
también se dolarizó el mercado de la compra y venta de jugadores de fútbol.
Cuando en septiembre de 1975 Leopoldo Luque pasó de Unión de Santa Fe a River,
el acuerdo se estableció en 7.500.000 pesos ley. En cambio,
cuando en febrero de 1981 el goleador volvió a Unión, se pagaron por él 122.000
dólares. En ese contexto, el pase de Maradona de Argentinos a Boca
sacudió no sólo al ambiente futbolístico. El 12 de febrero de 1981, Clarín
tituló: “Boca paga 9 millones de dólares por Maradona”.
Verano de 2002: protestas contra la pesificación de los depósitos.
Los ‘90: en la cabeza de la gente
Las crisis
hiperinflacionarias de 1989 y 1990 llevaron la popularización del dólar a
niveles nunca vistos: la moneda norteamericana gobernaba la vida cotidiana en
un sinnúmero de transacciones corrientes y también ocupaba la atención casi
total en el espacio público. Los ideólogos del Plan de Convertibilidad
implementado en 1991 (con Domingo Cavallo a la cabeza) supieron defenderla con
referencias fácticas: “el dólar ya estaba en la cabeza de la gente”.
“Si el mercado quiere dólares, le vamos a dar con el
látigo.”
José Luis
Machinea, 1989
La
Convertibilidad se proponía menos transformar las prácticas económicas de los
argentinos que contenerlas en un orden nuevo. Cinco años después de su
lanzamiento, había cumplido el objetivo de legalizar la instalación del dólar
entre los argentinos.
Pocas semanas
antes de las elecciones presidenciales de 1995, un chiste de Roberto
Fontanarrosa da cuenta del peso político de la expansión del sistema financiero
y su enlazamiento con la recuperación del consumo interno posterior a la
hiperinflación. En la viñeta, en un segundo plano se encuentra un orador
delante de un estrado; mano en alto y mirada aguerrida, que afirma frente a un
público que no se ve: “¡Y nuestro movimiento se guía y se conduce por la
imagen, siempre viva, de Jorge Washington!”. En primer plano, un hombre explica
a otro de quién se trata: “Es del Partido de los Endeudados en Dólares”.
Deberán pasar
seis años para que la crisis acerque el chiste de Fontanarrosa a la realidad,
convirtiendo a los endeudados en dólares en un grupo
movilizado en las calles tras la salida de la Convertibilidad.
9 de septiembre de 2019. Cotización del dólar tras las medidas anunciadas por el gobierno. Foto: Mario Quinteros
2019: La democracia verde
Antes de que
concluyera el primer trimestre de 2019, las interpretaciones y apuestas a
futuro del gobierno y de la oposición ya giraban en torno a lo que sucediera con
el mercado cambiario.
A mediados de
marzo, en un contexto de fuerte alza de la inflación (que ese mes fue del 4,7%,
cuando en febrero había sido de 3,8%), el equipo económico logró comprometer un
nuevo desembolso del FMI, y la autorización para utilizarlo para “calmar” al
mercado cambiario. El objetivo: aquietar el dólar hasta octubre.
La meta parecía
ser suficiente para garantizar competitividad electoral a la fórmula
presidencial de Mauricio Macri y Miguel Angel Pichetto, anunciada en el mes de
junio. Las encuestas mostraban un acercamiento entre los competidores y algunas
indicaban incluso una paridad técnica entre los candidatos oficialistas y la
fórmula Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Sin embargo, los
resultados del 11 de agosto golpearon duro las aspiraciones de reelección de la
alianza Cambiemos. La noche de las primarias se cerró con una ventaja de 15
puntos para el candidato del Frente de Todos. Mientras en un búnker se
festejaba, en otro se guardaban prolijamente los globos.
La verdadera
tormenta, sin embargo, tuvo lugar al día siguiente, lejos de las
concentraciones de las respectivas militancias. Tras una jornada
intensa en el mercado de cambios, el dólar cerraba a 58 pesos, 12 más caro que
el último día de operaciones antes de las elecciones.
Desde 1983 y a
medida que pasaron los años, el mercado cambiario fue consolidándose en una
verdadera institución política de la democracia realmente existente en nuestro
país. Los actores políticos (oficialistas y opositores) miden sus chances de
éxito o fracaso a través del escurridizo valor de la moneda norteamericana. Más
se escapa el dólar, más se aleja para el gobierno la posibilidad de un triunfo
electoral. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie no pueden dejar de
prestar atención a las oscilaciones del billete verde. En ellas leen el rumbo
de la economía, y también las alternativas de la política. Ignorar esa cifra
que los medios de comunicación informan a diario equivale a quedar excluidos de
la vida política. Unos y otros atan su suerte al dólar, una moneda argentina y
popular.
Fuente:
Diario Clarín, 13/09/2019.