ECONOMÍA
Dólar: ¿cuál es la real
demanda potencial de los depósitos privados?
El
mercado ya opera bajo los controles de cambio. Los argendólares continúan
mostrando una tendencia descendente que impacta directamente sobre las reservas
del BCRA. Ahora la plaza financiera está recalculando también qué puede pasar
con las colocaciones privadas en pesos.
Por Jorge Herrera
El panorama
financiero, por ahora, no ha cambiado. Por un lado se observa una mayor
estabilidad de los depósitos privados en pesos que en los nominados en dólares
(argendólares). En las últimas jornadas, sobre todo a partir del anuncio del
“reperfilamiento”, la sangría de los argendólares se intensificó. El
último dato oficial (correspondiente al jueves pasado) indica que la salida de
argendólares fue de u$s805 millones, cuando se venía registrando un promedio
diario de u$s328 millones. En trece jornadas luego
de las PASO los argendólares acusan una merma de u$s4.746 millones ubicándose
al 29 de agosto pasado en u$s27.754 millones. Según entidades consultadas ayer
pareciera que el retiro de argendólares fue de menor intensidad.
Frente a la
coyuntura actual hay que distinguir entre la demanda potencial de dólares de
los depositantes de plazo fijo en pesos y la sangría potencial de dólares de
los tenedores de argendólares. En primer lugar, porque a los
depositantes en pesos la devaluación ya se encargó de licuar parte de sus
tenencias. Vale señalar, por ejemplo, que antes de las PASO los
depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado representaban cerca de
u$s27.000 millones. En cambio ahora el stock actual de plazos fijos en pesos
privados equivale a menos de u$s21.000 millones. Mientras que los argendólares
son dólares constantes y sonantes. Según estimaciones privadas, tanto lo
acontecido el viernes pasado como en la primera jornada con las restricciones
cambiarias en vigencia (anteayer) la salida de argendólares se
intensificó de modo que el stock actual no llegaría a los u$s27.000 millones.
Ahora bien,
veamos cómo es la composición de los depósitos privados a plazo en pesos. En
primer lugar, la mayor parte de los plazos fijos está pactada a tasa fija no
ajustable por UVA. Por lo que ahí está el foco. Hay que distinguir ahora entre
los tenedores físicos (personas y familias) y las empresas. Se estima
que aproximadamente el 65% de los plazos fijos en pesos está en manos de
personas y el resto en empresas.
Los plazos fijos
en pesos de las personas (que se licuaron vía la devaluación en más de u$s3.000
millones) rondarían los $800.000 millones, o sea, algo equivalente a u$s13.400
millones. Aquí lo relevante es el plazo promedio pactado y el monto promedio. Los
plazos fijos de hasta $100.000 representan el 11% del total mientras que los de
entre $100.000 y $250.000 son el 19%, los de $250.000 a $500.000 representan el
21%, al igual que los que van de $500.000 a $1 millón. El resto, 28%,
son plazos fijos de más de un millón de pesos. Por lo tanto, las colocaciones
de menos de $250.000 representan unos u$s4.000 millones. Mientras que las
colocaciones medianas de hasta $1 millón son casi u$s5.600 millones, y las
grandes de u$s3.700 millones. Pero además hay que tener en cuenta el plazo promedio.
En tal sentido, se destacan las colocaciones de muy corto plazo, de entre 30 y
60 días, que son casi el 70% del total. Mientras que las pactadas entre 60 y 90
días son casi el 14%, entre 90 y 180 días el 11% y las de largo plazo, de 180 a
365 días menos del 5%. Los plazos fijos a más de un año no llegan al 1% del
total.
Hay que
distinguir entre las personas y las empresas, porque las segundas, que tienen
el 93% de los plazos fijos en pesos con montos de más de un millón, pueden
considerarse “estacionamiento de liquidez”, o sea, una especie
de dinero transaccional. Por lo que la demanda potencial de dólares se
concentra, principalmente, en el 70% de las colocaciones de las personas, sobre
todo, de montos inferiores al millón de pesos, que son más del 70% del total.
Por el lado de
los argendólares, se tiene que el 75% del total está colocado en cajas de
ahorro y el 23% en plazos fijos. Es decir que poco más de u$s20.000 millones
están en caja de ahorro y u$s7.000 millones a plazo fijo. Al respecto, el 56%
de estos está pactado a corto plazo, entre 30 y 60 días. Luego el 12% está a
plazos de 60 a 90 días, el 20% entre 90 y 180 días, y los más largos, entre 180
y 365 días son el 10% y el resto a más de un año no llega al 1%. En cuanto a
los montos, los plazos fijos de más de un millón de dólares son el 23% del
total. Por lo tanto, el principal drenaje viene por el lado de las cajas de
ahorro, que son usadas en general como símiles de cajas de seguridad.
Fuente: Diario Ámbito Financiero, 04 septiembre
2019.