domingo, 6 de julio de 2025

El Líder

COACHING

¿Quieres saber si tienes madera de líder?

Empezaré entonces por aclararte que, aunque una parte de tu capacidad para liderar sea innata (“el líder nace”), deberás cultivar y mejorar tus habilidades para mantenerte como figura de referencia, porque no es sólo cuestión de genética o de suerte, ya que sobre todo “el líder se hace”.

Hoy en día se habla mucho sobre las cualidades del liderazgo, y las organizaciones no las pasan por alto a la hora de seleccionar a sus líderes.

Algunas de las características de líderes son:

COMPROMETIDO Y COOPERANTE.

Los líderes son personas responsables que son capaces de comprometerse con su equipo y con las tareas a desempeñar; con ello buscan el éxito para la empresa, pero también el bienestar de aquellos a quienes lideran. Un líder transmite el valor del esfuerzo y a la vez se esfuerza para formar parte activa del proyecto. Pero, sobre todo: “un buen líder no ordena, sino que influye sobre los demás ‘seduciéndoles', ¡y trabaja más que nadie!”.

Ocuparse personalmente de conectar con las personas con las que se trabaja y de verificar la ejecución de las tareas es una cualidad muy bien valorada.

Humildes APASIONADOS.

La pasión por lo que se hace también caracteriza a los líderes, y debe ser así para que resulten creíbles: es posible disfrutar con el trabajo a pesar de las decepciones y los errores, la clave está en no perder la capacidad de aprender. Y a la vez los buenos líderes no alardean, tampoco se creen superiores ni imprescindibles: la sobrevaloración puede convertirse en un problema, especialmente si se está a cargo de un equipo de trabajo.

Dominando las habilidades de la COMUNICACIÓN.

Todos poseemos lenguaje (verbal y no verbal) pero no todos sabemos comunicar de una manera efectiva.

En el proceso de comunicación hay varias partes, a saber: mensaje, canal, emisor y receptor, y todas se deben cuidar para que la comunicación sea efectiva. Pero además los líderes deben ser capaces de transmitir sus intenciones, deseos, sentimientos con fuerza y entusiasmo, y deben escuchar a los miembros del equipo, porque todos tienen que aportar. Un buen líder tiene una extraordinaria capacidad de oratoria.

EXIGENTES Y DETERMINADOS.

Es muy importante que el líder sea autoexigente y exija a los demás: ten en cuenta que nada tiene que ver la amabilidad y la simpatía con la intención de cumplir objetivos para la empresa. Al perseguir un fin, la persona que lidera debe pedir a los demás y a la vez dejar que se autogestionen y darles autonomía; pero es necesario que revise el desempeño personalmente y realice las valoraciones pertinentes.

A la vez el líder pondrá en juego su capacidad para negociar: la exigencia coexiste con ser alguien accesible y razonable.

CONSTANTES Y PACIENTES.

La constancia es clave: perseverar y tener un carácter templado para manejar los imprevistos, poniendo la vista siempre en el fin a conseguir; está muy relacionada con la paciencia.

Los buenos líderes también son VALEROSOS.

Cuando te encuentras con alguien para el que las dificultades no son barreras y que es capaz de encontrar soluciones de una manera creativa, estás probablemente frente a un líder. Son personas que pueden sufrir decepciones, pero su éxito no depende de la valoración de los demás, sino de la propia capacidad de avanzar, por eso la palabra “rendirse” no existe en su vocabulario, a lo sumo reformulan su rol y redefinen objetivos.

Tienen muchísima confianza en sí mismo, y eso se nota.

Muestran buen MANEJO DEL ESTRÉS.

El entorno social y laboral en ocasiones se rodea de situaciones estresantes ante las que muchos nos bloquearíamos, pero el líder posee muchísimo autocontrol y tiene sus propios mecanismos para sobrevivir al estrés sin dejarse afectar.

Son VISIONARIOS.

Los líderes tienen ideas, pero también las acompañan de creatividad para favorecer su desarrollo, de lo contrario servirían de poco.

Otras cualidades son:

La importancia de dar buen ejemplo: créeme, el ejemplo es una de las más poderosas herramientas educativas y de liderazgo.

¿Cómo vas a resultar creíble si haces lo contrario de lo que predicas?

Flexibilidad: con actitud abierta y a la vez con visión de conjunto y capacidad de no perder de vista las metas. El mercado actual es cambiante y requiere personas flexibles y capaces de adaptarse, sin perder de vista aquello que se pretende conseguir.

Cada uno escoge el estilo de liderazgo que mejor le va: es la mejor - y única - forma de ser consecuente y ¡auténtico! Un buen líder no esconde su personalidad ni es influenciable.

Todos sabemos que una cualidad muy importante en el mundo laboral es “saber delegar”, pero en el caso de los líderes se hace aún más patente que deben poseerla. Cuando se delega se transmite confianza y ello repercute en un buen ambiente.

Poseer una muy buena organización personal y del conjunto de las tareas.

La MOTIVACIÓN es una cualidad indisociable del liderazgo.

Y sobre todo de ese liderazgo transformador que se ha mencionado al principio, pero en cualquier caso los líderes naturales (otro tipo) también la poseen: estar motivado para motivar; animar constantemente a su equipo, encontrar la forma de que el trabajo resulte agradable, estimular al cumplimiento de objetivos, transmitir entusiasmo.

Reconocimiento y gestión de las EMOCIONES.

La inteligencia emocional está relacionada directamente con el éxito en el liderazgo: todos necesitamos fortalecer esta cualidad, pero especialmente los líderes.

Está muy relacionada con la EMPATÍA, una clave para ser un buen líder que aún no tiene suficiente valoración a pesar de su importancia: conectar con el universo emocional de los demás es importante y necesario para que el otro se sienta comprendido, y para que uno mismo encuentre las estrategias adecuadas de motivación.

Los cinco tipos principales de liderazgo son: autocrático, democrático, laissez-faire, transaccional y transformacional.

1. Liderazgo Autocrático (o Autoritario): El líder toma las decisiones unilateralmente, con poco o ningún input del equipo. Este estilo puede ser efectivo en situaciones de crisis o cuando se necesita una acción rápida, pero puede generar resentimiento y desmotivación en el largo plazo.

2. Liderazgo Democrático (o Participativo): El líder involucra al equipo en la toma de decisiones, fomentando la colaboración y la participación. Este estilo crea un ambiente de trabajo positivo y fomenta el compromiso, pero puede ser más lento y requerir más tiempo para llegar a acuerdos.

3. Liderazgo Laissez-Faire: El líder delega mucha autonomía al equipo, permitiéndoles tomar decisiones y gestionar sus propias tareas. Este estilo puede ser efectivo con equipos altamente capacitados y motivados, pero requiere un alto nivel de confianza y puede llevar a la falta de dirección si no se maneja adecuadamente.

4. Liderazgo Transaccional: El líder motiva al equipo a través de recompensas y castigos, basándose en el cumplimiento de objetivos. Este estilo es útil para mantener la productividad y alcanzar metas a corto plazo, pero puede no fomentar la innovación ni el desarrollo a largo plazo.

5. Liderazgo Transformacional: El líder inspira y motiva al equipo a través de una visión compartida y un propósito común. Este estilo fomenta la creatividad, el crecimiento personal y el compromiso a largo plazo, pero requiere un líder con habilidades de comunicación y motivación excepcionales.

Estos cinco estilos de liderazgo no son mutuamente excluyentes y muchos líderes pueden utilizar una combinación de ellos en diferentes situaciones.

Puede que te reconozcas en las cualidades de liderazgo descritas... pero tengo que recordarte que (como se señala más arriba), los líderes ‘fundamentalmente se hacen’: una persona puede tener cualidades innatas, pero sin el trabajo y el esfuerzo esas destrezas no se desarrollarán a un nivel competente.

La actitud es tu gran herramienta de poder personal y bajo nuestro punto de vista, es lo único que no depende de las circunstancias, ni del entorno, ni de la empresa ni el equipo con el que trabajas.

"Al hombre se le puede arrebatar TODO salvo una cosa: la última de las libertades humanas, elegir nuestra ACTITUD, cualesquiera que sean las circunstancias".