Sierra Mixe, el extraño maíz
mexicano que podría salvar al mundo
En un análisis publicado en la revista Nature en 2009, un
equipo de expertos identificó los grandes problemas ambientales a los que se
enfrenta la Tierra. Dos son sobradamente conocidos, y he hablado sobre ellos en
numerosas ocasiones: la amenaza a la biodiversidad del planeta (con miles de
especies extinguidas o a punto de desaparecer) y el calentamiento global. Solo un
poco por detrás, aunque igualmente preocupante, se encuentra el grave problema
de la contaminación por nitrógeno.
Maiz indígena de Sierra Mixe. (Crédito imagen: Mars Incorporated/
LiveScience).
Este elemento,
el más común en nuestra atmósfera (un 78% de ella es nitrógeno), juega un papel
fundamental en el reino vegetal, ya que las plantas lo usan como nutriente.
Curiosamente, muy pocas plantas pueden secuestrar directamente el nitrógeno del
aire que las rodea para nutrirse con él, razón por la que los agricultores de
medio mundo (al menos los pudientes) se lo aportan a sus cultivos a través de
fertilizantes. El sistema dista mucho de ser perfecto, de hecho hay cálculos
que indican que el 57% del nitrógeno presente en los fertilizantes termina
contaminando el medio ambiente, y por eso los ingenieros agrónomos y los
expertos en ingeniería genética, darían lo que fuese por encontrar un método
que permitiese a las plantas poder
autoabastecerse como ya hacen – de forma natural – algunas especies
que cultivamos como la soja, las legumbres y la alfalfa.
¿Os imagináis
cultivos de importancia capital, como el trigo o el maíz, capaces de crecer sin
fertilizantes? El premio sería formidable, pero a la altura del
beneficio se encuentra el reto biológico, y es que en efecto el
nitrógeno aéreo es abundantísimo en la Tierra, pero se encuentra en forma de dos
átomos ligados fuertemente entre sí. Romper esa unión para poder
acceder a formas “útiles” del nitrógeno como el amoniaco (una molécula de
nitrógeno enlazada a tres moléculas de hidrógeno) o el nitrato (un nitrógeno
enlazado a tres oxígenos), requiere de un montón de energía. Si hay plantas que
lo consiguen, como las citadas anteriormente, es porque cuentan con la ayuda de
bacterias cuyas enzimas pueden “fijar” el nitrógeno atmosférico.
Detalle de las raíces aéreas del maíz de Sierra Mixe.
(Crédito imagen: Universidad de California en Davis).
Bien, una vez
explicado el problema vamos con la noticia propiamente dicha. En la Sierra de distrito
de Mixe (estado de Oaxaca, México), los indígenas cultivan desde hace
generaciones una extraña variedad gigante del maíz endémica cuyo
aspecto desconcierta. Sus cañas pueden llegar a medir 5 metros de
altura, y extendiéndose a partir de ellas, a una buena altura sobre el suelo,
se aprecian sus raíces aéreas, las cuales tienen el aspecto de dedos rojizos
recubiertos de una mucosidad.
El maíz de
Sierra Mixe es notable por algo más que su aspecto alienígena, se trata de la
única variedad conocida por la ciencia capaz de tomar del aire el
nitrógeno que precisa para crecer. Si los científicos fueran capaces de imitar
este comportamiento en los principales cultivos para la humanidad, la reducción
de contaminación por nitrógeno podría cambiar el mundo.
No obstante,
como digo el reto es formidable y el problema no va a solucionarse de
un día para otro. El mundo no podría lanzarse a la producción en masa
de esta variedad, por ejemplo, ya que tarda 8 meses en madurar. El maíz
convencional lo consigue en apenas tres meses.
Sin embargo las
habilidades del maíz de Mixe han despertado el interés de los científicos.
Estudiándolo han averiguado que es capaz de fijar entre un 29 y un 82%
de su propio nitrógeno, una cifra muy notable pero aún por debajo de
las necesidades que los agricultores tienen en sus campos. Sin embargo, conocer
el funcionamiento del truco efectuado por esta variedad indígena podría ayuda
los ingenieros a crear o hibridar variedades de maíz capaces de fijar su propio
nitrógeno. Esto sería de una importancia capital para alimentar a la
creciente población humana, especialmente en zonas pobres del mundo donde los
agricultores no pueden permitirse el uso de fertilizantes industriales.
Si pudiéramos desarrollar una tecnología
así y funcionase para otros cultivos además de para el maíz, los beneficios
ambientales serían fabulosos. Hay que tener en cuenta además que el
fertilizante industrial que empleamos en el primer mundo se produce en fábricas
que requieren de un uso muy exigente de energía, en procesos muy contaminantes
que contribuyen con sus emisiones a empeorar otro problema mayúsculo, el del
calentamiento global.
Por ello no es
de extrañar que muchas startups tecnológicas, en incluso la fundación Gates
dediquen grandes cantidades de dinero a diseñar cultivos que fijen su propio
nitrógeno. Aún es muy pronto para cantar victoria, pero el maíz de Mixe nos da
esperanzas. La naturaleza lo consiguió y tal vez nos esté enseñando el
camino.
El trabajo sobre
la fijación del nitrógeno llevada a cabo por esta variedad “Mixe” de maíz se ha
publicado recientemente en PLOS Biology.
Fuente: Livescience / Could This Slimy Corn
'Fix' One of Earth's Biggest Pollution Problems? / Marcos Woo / 3 de septiembre
de 2018. https://www.livescience.com/63435-what-is-nitrogen-fixation.html