Biografía
de Héctor Francisco Gagliardi: Fue un destacado poeta, recitador y
letrista de tango argentino, conocido por sus poesías y textos en lunfardo. Fue
probablemente el poeta que mayores ventas de libros alcanzó en la historia
argentina (si se exceptúa a José Hernández con su “Martín Fierro”), alcanzando un millón y medio de ejemplares.
Nació 29 de noviembre de 1909, en barrio de
Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, en la calle Lima al 900, viviendo
durante su infancia y juventud en el barrio de San Telmo. Reconocido hincha de Racing
Club de Argentina, le llegó a escribir más de un poema al club de sus amores.
Fue íntimo amigo
del poeta Celedonio Flores alías “el Negro Cele”, quien lo impulsó a recitar
sus versos en público.
Lo hizo por
primera vez en un bar de la cortada Carabelas, centro nocturno tanguero por
excelencia. Esa misma noche lo escuchó un productor y lo llevó a Radio Belgrano,
donde para recitar sus poesías en el programa de “Jabón Federal”, alcanzando gran éxito popular.
Su apodo de El
Triste, proviene de su debut, durante la Segunda Guerra Mundial, recitando su
poema «Reyes Magos», una emotiva composición sobre la guerra, los niños y los juguetes.
Su primer poema
fue «Medianoche», al que Troilo puso música pero nunca lo grabó. El tango
«Media noche» que registró Troilo es otro, compuesto por Eduardo Escaris Méndez
y Alberto Tavarozzi y cantado por Aldo Calderón.
Falleció el
jueves 19 de enero de 1984 en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, víctima
de un Infarto agudo de miocardio. El poeta Héctor Gagliardi tenía 74 años.
Un
Poema:
La Maestra...Tan
buena como mi vieja
Y como ella nerviosa,
de las que agrandan las cosas
y que por nada se quejan.
Tenía entre ceja y ceja
esa cuestión del aseo
y en lo mejor del recreo
revisaba las orejas.
Y como ella nerviosa,
de las que agrandan las cosas
y que por nada se quejan.
Tenía entre ceja y ceja
esa cuestión del aseo
y en lo mejor del recreo
revisaba las orejas.
Decía
que un pajarito
al oído le nombraba
los niños que conversaban
cuando salía un ratito.
Y si un grandote de quinto
armaba la tremolina,
parecía una gallina
cuando tiene los pollitos.
al oído le nombraba
los niños que conversaban
cuando salía un ratito.
Y si un grandote de quinto
armaba la tremolina,
parecía una gallina
cuando tiene los pollitos.
Nos
tomaba la lección
siguiendo el orden de lista
y obligaba con la vista
a seguir con atención;
Yo era medio remolón
porque andaba por la "G"
y cien veces me chasquié
al preguntar de a traición.
siguiendo el orden de lista
y obligaba con la vista
a seguir con atención;
Yo era medio remolón
porque andaba por la "G"
y cien veces me chasquié
al preguntar de a traición.
Se
pasaba todo el día
prometiendo malas notas
y que en vez de la pelota
estudiaran geometría.
Era mujer... ¡que sabía
de un golazo de boleo!...
por eso es que en el recreo
los muchachos se reían....
prometiendo malas notas
y que en vez de la pelota
estudiaran geometría.
Era mujer... ¡que sabía
de un golazo de boleo!...
por eso es que en el recreo
los muchachos se reían....
Pero
un vez se enfermo
y mandaron la suplente
que enseñaba diferente
y hasta un día de "usted" nos trató;
Y nosotros... ¡qué sé yo!...
sería mejor maestra
pero fieles a la nuestra
declaramos el boicot.
y mandaron la suplente
que enseñaba diferente
y hasta un día de "usted" nos trató;
Y nosotros... ¡qué sé yo!...
sería mejor maestra
pero fieles a la nuestra
declaramos el boicot.
Y
cuando vino al grado
después de la enfermedad
nos pusimos a gritar
que casi la desmayamos
y cuando vio tantas manos
que la querían tocar
de floja se echó a llorar
y nosotros la imitamos.
después de la enfermedad
nos pusimos a gritar
que casi la desmayamos
y cuando vio tantas manos
que la querían tocar
de floja se echó a llorar
y nosotros la imitamos.
¡Ah!
¡Pobre maestra mía!
¡Cómo estarás de vieja!...
Revísame las orejas
soy un chico todavía.
No sabes con que alegría
quisiera volverte a ver:
no me vas a conocer
pero entonces te diría:
¡Cómo estarás de vieja!...
Revísame las orejas
soy un chico todavía.
No sabes con que alegría
quisiera volverte a ver:
no me vas a conocer
pero entonces te diría:
Yo
ocupaba el tercer banco
al lado de la ventana
el que abría las persianas
cuando el sol no daba tanto.
El que se ahogaba de llanto
el día que te dejó
y que nunca te olvidó
y es por eso que te canto.
al lado de la ventana
el que abría las persianas
cuando el sol no daba tanto.
El que se ahogaba de llanto
el día que te dejó
y que nunca te olvidó
y es por eso que te canto.
Vos
sos la dulce canción
de la edad que ya se fue
hoy he venido otra vez
para darte la lección:
Pregúntame de a traición
maestra del cuarto grado
que cuanto me has enseñado
lo llevo en el corazón…
de la edad que ya se fue
hoy he venido otra vez
para darte la lección:
Pregúntame de a traición
maestra del cuarto grado
que cuanto me has enseñado
lo llevo en el corazón…
Héctor
F. Gagliardi
Libro:
Versos de mi Ciudad - Pinceladas Porteñas.