Navidad...
Celebramos el nacimiento de un niño pobre, marginado,
amenazado de muerte, exiliado, migrante, provinciano, que con el tiempo se
convirtió en un hombre apasionado y dio la vida por su Reino de Amor, en toda
la Tierra y para toda la Humanidad...
Amiga... amigo... seas o no creyente, que en esta
Navidad en tu corazón y en el mío crezca y dé fruto la esperanza de construir
un mundo cada día más fraterno, en el que a nadie le falte lo necesario para
vivir con dignidad...
Un abrazo con bendiciones.
Alegría, Paz y Bien.
Lía
Miersch