HISTORIA
1953 - 15 de Abril - 2023
A 70 años del atentado en la Plaza de Mayo
"El atentado en la Plaza de Mayo del 15 de abril de 1953 fue un ataque terrorista perpetrado por un grupo
antiperonista con militantes de la UCR que consistió en la detonación de dos
bombas mientras se realizaba un acto sindical organizado por la Confederación General del Trabajo (CGT) en la Plaza de Mayo (frente a la Casa de Gobierno) de Buenos Aires (Argentina).
Como resultado murieron seis personas y más de
90 quedaron heridas, entre ellos 19 mutilados.1 2 Luego de la masacre algunos grupos peronistas quemaron locales
identificados con la oposición antiperonista.
Tras el Golpe de Estado de 1955 que derrocó a Juan Domingo Perón, el
grupo terrorista responsable fue amnistiado.3
La
explosión tuvo lugar en la céntrica Plaza de Mayo de Buenos
Aires y la línea A de subterráneos que corre por debajo de la
misma, mientras el entonces presidente Juan Domingo Perón se dirigía
a los presentes desde la Casa Rosada.
Los terroristas también
habían colocado bombas sobre la azotea del edificio del Banco de la Nación,
con la intención de que la mampostería se desplomara sobre la multitud apiñada
en sus cercanías.
Afortunadamente,
estas bombas —que hubieran causado un número mucho mayor de víctimas— no
estallaron. Días después los terroristas responsables de los atentados de la
Plaza de Mayo, jóvenes profesionales y universitarios pertenecientes a familias
de clase media alta, fueron detenidos y procesados por la Justicia.4
El grupo
terrorista estuvo conformado por Roque Carranza, Carlos Alberto González
Dogliotti, y los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse, apoyados por el capitán
Eduardo Thölke, que les proveyó los explosivos.
El
ataque terrorista provocó la reacción de varios manifestantes que incendiaron
locales de los grupos que asociaban con los terroristas.
El
jefe del operativo terrorista, Arturo Mathov, tuvo cierta notoriedad pública al
llegar a ser diputado nacional por el radicalismo en 1960.
Con
respecto a las bombas, el historiador Félix Luna, citado por Galasso,
sostiene que se trataba de un grupo de jóvenes, activistas habituales de
la FUBA, que se habían adiestrado en el manejo de armas y explosivos, y ya
habían intentado matar a Perón en uno de sus viajes.
Casi
todos pertenecían a familias tradicionales de buena posición económica.5”
Daños
en el subterráneo luego del atentado.
Fuentes
1- Elsa
Portugheis (coord.) (2010). «Atentado del 15 de abril de 1953». Bombardeo
del 16 de junio de 1955. Buenos Aires: Secretaría de Derechos Humanos de la
Nación Argentina. pp. 70-71. Archivado desde el original el 2 de
abril de 2015.
2- «Noticias | El día en que radicales atentaron
contra el gobierno de Perón». noticias.perfil.com.
Consultado el 1 de septiembre de 2022.
3- Brión,
Daniel (2008). «A propósito de la memoria
por el “Nunca Más”: Estación de subte, línea D, Ministro Carranza». En: Pensamiento Nacional, 2008.
4- Cafiero, Antonio (3 de
junio de 2003). «La tarde del 15 de abril
de 1953». La Nación. Consultado el 1 de marzo
de 2015. «Con el tiempo, todos los terroristas responsables de los atentados de
la Plaza de Mayo, jóvenes profesionales y universitarios pertenecientes a
familias de clase media alta, fueron detenidos y procesados por la Justicia
ante los jueces competentes, con todas las garantías de la Constitución y de la
ley. Nadie sufrió agravio o condena otra que la dispuesta por la Justicia...
los atentados terroristas de aquella infausta tarde marcaron el comienzo de una
etapa de violencia, dolor y muerte que habría de extenderse durante treinta
años de historia argentina... Aquellos vientos sembrados en la tarde del 15 de
abril trajeron estas tempestades posteriores. Debo decirlo: fueron los
peronistas los que pagaron el tributo más alto a esta ordalía. Porque la
violencia tuvo dos caras. La del peronismo, durante la época de la proscripción
y del exilio (1955-1973), se caracterizó por una suerte de jactancias verbales
y el ataque a bienes físicos simbólicos, por cierto, muy valiosos y respetables.
En cambio, la del antiperonismo se caracterizó por el terrorismo brutal y el
desprecio al valor de la vida humana. Los peronistas fueron insolentes. Pero el
antiperonismo rezumaba odio. Los peronistas alardeaban: los antiperonistas
fusilaban. Hubo que esperar veinte años para alcanzar la reconciliación de
peronistas y antiperonistas que nos legaron Perón y Balbín.»
5- Norberto Galasso, Perón:
Formación, ascenso y caída, 1893-1955, pág. 312
Bibliografía
consultada
Wikipedia