Psicología
clínica
Estoy triste: 9
cosas que puedes hacer cuando te sientes mal
Varias
estrategias psicológicas pueden aliviar nuestro malestar y salir del círculo
vicioso.
Por Xavier
Molina
La tristeza puede
ser una mochila pesada, pero hay formas de ir aligerando la carga
El
estado de ánimo, a veces, nos puede jugar malas pasadas. Incluso las
personas con una vitalidad más a prueba de balas son vulnerables ante las
complicaciones de la vida diaria.
Una ruptura
sentimental, un despido laboral, un encontronazo con alguien a quien
apreciamos, la pérdida de un ser querido… son solo algunos ejemplos de
obstáculos que nos pone la vida. Depende de varios factores el hecho de que
podamos asumir este contratiempo existencial con entereza o, por el contrario,
que la tristeza nos embargue y nos sumamos en un estado de apatía y
desmotivación
“Estoy triste”:
¿qué podemos hacer para abandonar la tristeza?
Una de
las frases más escuchadas en los consultorios de psicología y terapia es la
siguiente: “Estoy triste”. En ocasiones, la tristeza puede tener una
causa bien identificada, como las anteriormente enumeradas. Sin embargo, en
otros casos esta sensación de desesperanza puede no tener un motivo en
concreto, sino ser más bien el cómputo global de varias circunstancias
adversas.
Incluso, en
algunos casos, el causante de esta tristeza es un desequilibrio neuroquímico en
el cerebro y su causa originaria es muy complicada de detectar.
9 cosas y actividades para aliviar el bajo estado de ánimo
Sea cual sea la
causa, lo realmente importante es contar con distintas herramientas
psicológicas que nos permitan detectar e intervenir en una situación de
tristeza y desesperanza.
Tanto si eres un
profesional de la salud mental como si tú mismo/a estás padeciendo algún
síntoma que te preocupa, hay distintas cosas que puedes hacer para aliviar este
estado mental. Te vamos a proponer un total de nueve cosas y actividades para
empezar a superar las emociones negativas que sientes.
1. Lee libros
Si te has parado a reflexionar, es probable que hayas detectado que tu
tristeza se deba, al menos en parte, a que estás dándole demasiadas vueltas
a los errores y disyuntivas del pasado. Este estado mental de rumiación te
hace caer en el ensimismamiento, y se genera un bucle del que es difícil
escapar.
2. Haz ejercicio físico
Hacer deporte activa tu cerebro y lo fuerza a cubrir ciertas necesidades de
nuestro organismo. Esto, además, viene ligado a la descarga de neuroquímicos comúnmente
asociados a la activación y a la felicidad (serotonina, adrenalina…). Esto no
significa que ir a correr durante media hora vaya a resolver tu sensación de
estar triste, pero si aplicas este consejo y lo conviertes en un hábito diario,
es muy probable que empieces a ver la vida con otros ojos.
Si el ejercicio es de moderada intensidad y es al aire libre, mejor que
mejor.
3. Acércate a la naturaleza
Pasear por la playa, hacer excursiones por el bosque, practicar senderismo,
escalada, rafting… Cualquiera de estas actividades implica adentrarse en un
entorno natural, alejados de humos, prisas, coches, estrés…
Entrar en contacto con la naturaleza nos devuelve un poco a nuestros
orígenes, y nuestro cerebro lo agradece y nos refuerza positivamente.
4. Rodéate de personas de confianza y
optimistas
Cuando le confiesas a un amigo o familiar cercano que estás triste,
seguramente recibas de vuelta ciertos comentarios que, aunque son
bienintencionados, pueden no ayudarte a salir de ese estado. Frases como:
“anímate”, “tienes que salir de casa” o “no hay para tanto”, desde luego no
hacen milagros precisamente, sino que te hacen sentir más culpable.
Sin
embargo, existen personas que tienen las habilidades de empatía y
comprensión suficientes como para resultar de gran ayuda. Te van a
ofrecer su comprensión y apoyo para lo que necesites, invitándote a explicarles
cómo te sientes si así lo deseas, o a hacer alguna actividad en común, etc. De
todos modos, no olvides que el único responsable de salir de este estado de
tristeza eres tú mismo/a. No delegues esa responsabilidad en otra persona…
simplemente, si alguien te apoya, valóralo y date cuenta de que no estás solo:
hay gente que te entiende y que va a hacer lo posible para que salgas adelante
y recuperes la confianza.
5. Colabora con alguna causa solidaria
Se suele decir que somos más felices cuando prestamos nuestro tiempo a
otras personas que cuando recibimos estas mismas cosas (regalos,
atenciones…). Si te sientes triste, como hemos comentado, es probable que estés
ensimismado y veas el mundo con unas gafas cuyo cristal está empañado por las
emociones que campan a sus anchas por tu mente.
Colaborar con una ONG o un proyecto solidario no solo te va a permitir
socializar y mantenerte activo, sino que te va a hacer notar que hay personas
que también sufren y que eres útil para la comunidad.
6. Come saludablemente
En algunas ocasiones, la tristeza viene ligada a momentos de ansiedad. Si
también sufres ansiedad, te habrás dado cuenta de que, o bien comes
compulsivamente y en cantidades mayores a las que solías comer, o bien estás
comiendo poco y mal porque no sientes hambre. En cualquier caso, si notas que
tu peso corporal o tu talla varían de forma súbita en cuestión de pocas
semanas, tienes que tomar cartas en el asunto ya que la alimentación es un
factor de gran importancia para tu salud mental.
Comer bien va a hacer que tu organismo asimile correctamente los nutrientes
necesarios para que físicamente estés en buena forma. Y esto
también implica que tu salud cerebral y psicológica se verá reforzada. Acude a
un dietista si crees que puede darte ciertas pautas para mejorar en este
aspecto.
7. Practica meditación y Mindfulness
Los estados depresivos o de tristeza prolongada van unidos a situaciones
estresantes y sensación de agobio. Para aliviar estas sensaciones negativas,
nada mejor que aprender a meditar y/o practicar Mindfulness.
Estas técnicas nos permiten relajarnos y focalizar nuestra atención en el
momento presente.
8. Deshazte de malos hábitos
Beber, fumar, pasar demasiadas horas frente a una pantalla, tratar mal a
quienes te rodean, tomar refrescos azucarados o comida rápida… Son hábitos
perniciosos para tu salud en general, y pueden ocasionarte problemas que, más
tarde o más temprano, repercuten en tu estado anímico.
Si ves que alguno de estos factores puede estar alterando tu día a día, es
razonable que seas capaz de identificarlos y ponerle remedio.
9. Acude a un psicólogo
En ocasiones, la tristeza persiste y, aunque no es agradable vivir con esta
mochila a cuestas, puede ser muy complicado salir del bucle negativo. En estos
casos, el apoyo de un profesional de la salud mental puede ser de gran ayuda.
Los psicólogos y psicólogas pueden dotarte de ciertas herramientas para
manejar los síntomas vinculados al malestar, además de hacerte comprender mejor
el origen del problema y que tú mismo/a puedas reinterpretarlo y dejar de
sentirte culpable.
Fuente: https://psicologiaymente.com/clinica/estoy-triste-cosas-puedes-hacer