Cultura y Espectáculos
El editor Juan Casamayor será
premiado por la FIL
El
“loco” militante del cuento
El creador de la editorial Páginas de Espuma
recibirá de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el Homenaje al
Mérito Editorial “por su militancia, empeño y especialización en torno al
cuento, género que ha promovido con tenacidad y paciencia”.
Por Silvina Friera
Juan Casamayor y Encarnación Molina arrancaron con la editorial Páginas
de Espuma en 1999.
Imagen: Bernardino Avila
“Tú estás loco.” El diagnóstico surgió de la
boca de Encarnación Molina –“Encarni”– cuando Juan Casamayor le propuso crear
una editorial dedicada al cuento. “El gusanillo de la edición”, que poco tiene
de cuerdo, es una terca criatura que no admite vacilaciones. La locura se
materializó en septiembre de 1999. Entonces la pareja firmó el acta notarial de
Páginas de Espuma, un sello que ha publicado a muchos de los cuentistas
contemporáneos más importantes como Guillermo Arriaga, Ana María Shua, Luisa
Valenzuela, Fernando Iwasaki, José María Merino, Guadalupe Nettel, Samanta
Schweblin, Clara Obligado, Andrés Neuman, Eduardo Berti, Edmundo Paz Soldán,
Antonio Ortuño, Ignacio Padilla y Eloy Tizón, entre tantos otros autores, junto
con clásicos como Antón Chéjov, Honoré de Balzac, Fiódor Dostoievski, Émile
Zola, Miguel de Unamuno, Eugène Ionesco y Guy de Maupassant. El tiempo le dio
la razón al “loco”. Casamayor recibirá el Homenaje al Mérito Editorial de la
Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) “por su militancia, empeño y
especialización en torno al cuento, género que ha promovido con tenacidad y
paciencia”. Este reconocimiento lo han obtenido en otras ediciones Antoine
Gallimard, Beatriz de Moura, Jorge Herralde, Inge Feltrinelli, Adriana Hidalgo,
Daniel Divinsky y Anne Marie Métailié.
“Asumo el premio
como algo colectivo”, reconoce Casamayor desde Madrid. “En una editorial
independiente, pequeña, muy militante y perseverante como Páginas de Espuma, no
cabe otra concepción de cómo se recibe un reconocimiento así. Un editor se
multiplica y tiene que hacer muchas cosas para que todo funcione, pero hay una
constelación de mucha gente que ayuda. Una ineludible es Encarni, que lleva
veinte años aguantándome en la vida y dieciocho como editora de Páginas de
Espuma. El premio representa un umbral de emociones, de alegría y felicidad,
con unos nervios que me recorren de arriba hacia abajo y que hablan de la
responsabilidad o de un posible punto de inflexión para una mayor visibilidad
de la editorial. Mi carácter germánico llama a la puerta y pregunta cómo vamos
a armar el día a día de todo esto”, confiesa el editor español en diálogo con
PáginaI12. Desde un balcón con mandarinos, donde funciona las oficinas del
sello, Casamayor subraya que uno de los pilares de esta distinción ha sido el
trabajo con la narrativa breve, pero agrega que también influye el compromiso
de la editorial con América latina. “Creo que se premia una forma distinta de
editar durante estos últimos veinte años en los que el paradigma del libro
naufraga entre modelos viejos que no valen y nuevos por validar”.
–¿Qué
significa militar en favor del cuento?
–La palabra
militancia la he usado en muchísimas ocasiones y la ha recogido la FIL de
Guadalajara en su texto. Es una militancia necesaria en torno al cuento, incluso
tiene algo de resistencia, como aquellas antologías que muy exquisitamente
Andrés (Neuman) tituló Pequeñas resistencias, que fueron semillas de la
editorial y resumen ese inicio más combatiente, más militante, incluso en las
portadas de nuestros libros poníamos “cuentos”. Sabíamos que podía ser difícil
y que las personas iban a decir “el cuento no vende”. Esa militancia ha sido
necesaria, pero no en el aspecto literario. El cuento no necesita que lo
defienda Páginas de Espuma a nivel literario. Ese debate está muerto, es tierra
yerma. Pero sí hemos tenido que realizar una militancia sobre la viabilidad del
cuento como lectura final para un lector del siglo XXI; un trabajo de
convicción con los interlocutores, que va desde el propio lector al librero y
muchas veces también a los periodistas, para poco a poco ir allanando el
camino. Quiero pensar que Páginas de Espuma en ese espacio lector, que es
obligación de todo editor, ha podido aportar algo. La irrupción de talleres de
escritura en los últimos veinte años en España ha sido radicalmente importante
para el cuento, pero también la difusión por las nuevas tecnologías, desde las
páginas webs hasta los blogs. Es verdad que ahora los editores mantienen un
recelo distinto al que había ante los libros de cuentos. Estamos asistiendo a
un crecimiento de lectores. Eso sí lo he notado en estos años y sería tonto
negarlo.
–Una
parte destacada del catálogo de Páginas de Espuma está constituida por autores
latinoamericanos. ¿Qué importancia tiene América latina para la editorial?
–Ser editor es
ser lector. Un lector y editor nacido en los años ‘60 en España se formó como
lector con el cuento latinoamericano. En el arranque de la editorial no hubo
una premeditación de decir: “voy a publicar autores latinoamericanos, así iré
creando una distribución”... América latina se fue acercando y nosotros nos
fuimos aproximando. El compromiso latinoamericano se ha hecho fuerte en Páginas
de Espuma, pero no solo como editor y como editorial. Latinoamérica es
diecinueve realidades, con sus diferencias y semejanzas, y España solo es una.
Es difícil publicar literatura en español y dejar a diecinueve partes de veinte
afuera, aunque nuestra editorial esté en Madrid. Pero lo que más me importa y
por eso sigo viajando a América latina, leyendo textos latinoamericanos,
publicando autores latinoamericanos, es que me he enriquecido como persona con
el trato con otras latitudes y con otras formas de mirar y de entender el
mundo. Creo que eso me ha enriquecido tanto como para llevarme a una situación
fronteriza en mi contacto con otras realidades lectoras, literarias y humanas.
Mi compromiso latinoamericano es ser una editorial fronteriza a todas las
formas de convivir.
Fuente: Diario Página12 (14 de septiembre de
2017) https://www.pagina12.com.ar/62741-el-loco-militante-del-cuento