ACTUALIDAD
HISTORIA
Nota Periodística
“La película Oppenheimer y
el retrato de San Martín en la Oficina Oval
En el film
estrenado recientemente se reproduce la entrevista del físico Oppenheimer y el
presidente Harry S. Truman. Allí aparece un reconocido cuadro del general José
de San Martín. La historia real.
Por Marcelo
Calabria
El Embajador Argentino en EEUU Dr. Oscar
Ivanissevich y el Presidente de ese país Harry S. Truman.
Este fin de
semana, compartimos junto a mi esposa Patricia López Pájaro una de nuestras más
grandes aficiones en común el cine, asistimos a la función de la película
estadounidense Oppenheimer, con la dirección Christopher Nolan y cuyo guion
está basado en el libro: Prometeo Americano: el triunfo y la tragedia de J.
Robert Oppenheimer, el destacado físico americano que fue considerado en su
tiempo: "el padre de la bomba atómica", una gran obra del 7mo arte
que nos introduce de manera magistral en esa parte trágica y transcendental en
la historia reciente de la humanidad.
Promediando
el film, terminada la guerra se reproduce la entrevista del Físico Oppenheimer
y el Presidente Harry S. Truman, en ese momento la sala completa produjo una
gran exclamación al ver sorpresivamente en la escena el famoso retrato del
Libertador José Francisco de San Martín, envuelto por la bandera argentina, que
cuelga de la pared de la oficina oval justo detrás del sillón donde está
sentado el protagonista de la película; esta réplica del retrato que tenía el
Presidente Argentino Juan Domingo Perón, por esa misma época en su despacho y
que refiere al cuadro que hoy se encuentra en el Museo Histórico Nacional y que
el libertador conservara en su cuarto hasta el fin de sus días ya que
posiblemente era la pintura que más le gustaba, y también a su hija quien
realizaría copia a través de su pincel junto a otras obras de su autoría como:
copia del estandarte de Pizarro, Retrato de Bolívar, copia de un cuadro de
Cristóbal Colón, del Parmigiano, y el Retrato de San Martín, según
daguerrotipo, todos de gran calidad artística; incluso años después la hija
menor de Merceditas y nieta del libertador doña Josefa Dominga Balcarce y San
Martín de Gutiérrez Estrada en carta al general Bartolomé Mitre, con fecha 4 de
septiembre de 1886, diría sobre dicho cuadro: "era el mejor de todos y que
mi madre prefería por su semejanza, la energía y viveza característica de su
mirada así como por su mérito artístico."
Esta
réplica del famoso retrato fue obsequiada por el embajador argentino en EEUU
Dr. Oscar Ivanissevich al Presidente de ese país Harry S. Truman, sin duda en
una muy inteligente medida diplomática, quizás ordenada o consensuada con el
mismo Presidente Perón, ya que desde ese momento y por varios años el cuadro
estuvo presente en la oficina oval junto al cuadro de George Washington,
libertador y primer presidente de Estados Unidos, y junto también al del otro
libertador americano Simón Bolívar. Otro de los obsequios realizados por el
embajador argentino a dicho presidente fue una réplica en miniatura de la
estatua ecuestre del Libertador de América y que Truman también conservó
durante los restantes años de su mandato.
Volviendo
al famoso retrato conocido como el "cuadro de la bandera", ahora
incluso más famoso en todo el mundo gracias a este film, podemos decir que
según el destacado artista Pablo C. Ducros Hicken: "Los dos retratos más
aceptables son el llamado de la bandera y la litografía de Juan Bautista Madou
- Jean Baptiste Madou -, que lo representa en traje militar, pero, he aquí que
esta último no guarda tampoco semejanza con la otra estampa que le dibujó el
mismo artista en la misma época", según el artículo del pintor escrito
para el Diario La Prensa de Buenos Aires en 1959 titulado: "El General San
Martín y el cuadro de la bandera".
J. Robert Oppenheimer: El
Prometeo Americano.
Ducros
Hicken, autor además de muchas maravillosas obras del libertador, entre las que
se destacan: San Martín en el Cuartel del Retiro, La Entrevista de Guayaquil,
San Martín en Los Andes, El Espíritu de San Martín, Los Tres Libertadores,
resalta en la citada columna del Diario La Prensa que: "...Entre el óleo y
la litografía citados existe una gran concordancia, no manteniendo estas dos
obras ninguna relación con las demás pinturas hechas en Chile y Perú.
Autorizadas en cierto modo por el modelo, (es decir el mismo San Martín) ambas
imágenes han merecido de la posteridad su difusión en todo género de
reproducciones. El cuadro de la bandera está sin firmar ni fechar. De él poco
sabemos... (Así)...
La leyenda que el cuadro fuera pintado por una profesora o preceptora de
Mercedes San Martín de Balcarce, queda ya descartada. La técnica es la de un
artista muy capacitado, cuya identidad puede llegar a determinarse sin gran
esfuerzo si se dispone un peritaje al respecto. Existen ya algunos indicios que
tal vez puedan conducir a resultados positivos".
El autor Jorge César Estol,
con quien tuvimos oportunidad de colaborar en su gran obra Pinacoteca Virtual
Sanmartiniana, ubica dicho cuadro de "la bandera" entre los años 1825
y 1829 siendo uno de los pocos retratos tomados del natural o ejecutados
durante la vida del libertador, no más de una veintena, por la reticencia de
San Martín a posar y someterse a las incómodas sesiones de pintura que exigían
al modelo del retrato, y también por su ya conocida y exagerada modestia y
que Juan Bautista Alberdi describía en su encuentro con el Libertador diciendo
sobre dicha manía de la modestia y humidad excesiva: "He aquí la manía,
por decirlo así del general San Martín; y digo la manía, porque lleva esta
calidad más allá de lo conveniente a un hombre de su mérito".
Los tres libertadores en la
oficina oval de la Casa Blanca.
Lo cierto
que este famoso cuadro tan querido por el mismo San Martín y su familia, y que
acompañó, como ya lo hemos referido, al Gran Capitán hasta el fin de sus días
es considerado por muchos autores, artistas y retratista como uno de los más
fidedignos del rostro de quien fuera el Gobernador
de Cuyo y Libertador de América, y por tanto
una de las obras que nos dan indicio de como lucía el propio José en vida,
quizás por todos estos atributos una obra de gran valor y que los argentinos
podemos disfrutar en la réplica del dormitorio de la Casa de Boulogne Sur Mer,
presente hoy en el Museo Histórico Nacional y que todo el mundo puede admirar
gracias a esta gran película, la que dicho sea de paso recomiendo, no se la
pierdan.” (1)
Más
información
Recorte
periodístico de época (2)
Fuente
consultada
1)-Memo, Cultura, La película Oppenheimer y el
retrato de San Martín en la Oficina Oval, 14-07-2023