LITERATURA
Yo te cielo,
en el amanecer
de tus ojos abiertos.
Yo te cielo,
entrelazados nuestros pies
en el deseo mutuo,
de soltarlos caminando juntos,
en arenas movedizas,
venturosas sin explorar.
Yo te cielo,
en el bendecir del plato diario.
Yo te cielo en las desfiguradas sombras
propias del atardecer.
Yo te cielo,
en el ocaso delirio estrellado,
luna llena de sonrisas,
que en el cielo que yo te cielo,
nos abraza el fuego
del astro rey cada día que te cielo.
Patricia Suñer