Fenómeno
La lluvia
convirtió al desierto de Atacama en un jardín florido
Más de 200 especies permanecen bajo la tierra seca durante años
para emerger cuando cae la lluvia. Con el cambio climático, el fenómeno es cada
vez más frecuente.
Explosión de colores en el
desierto de Atacama, en Huasco AFP PHOTO / Martin BERNETTI
Las fuertes
lluvias que cayeron en los últimos meses en el norte de Chile vistieron de
verde el desierto de Atacama, el más árido del mundo, convirtiéndolo en un
jardín florido con una explosión de vegetación y colores. Esto sucedió en la
zona de Huasco a unos 1.000 kilómetros de San Pedro de Atacama.
El cambio climático
está contribuyendo a que el "Desierto Florido", como lo denominan los
chilenos, sea un fenómeno cada vez más frecuente. Este año se espera que las
copiosas precipitaciones lo iluminen como nunca antes.
Desierto
florido en la región de Huasco, 600 kilómetros al norte de Santiago /AFP PHOTO
/ MARTIN BERNETTI
Más de 200
especies, la mayoría endémicas, permanecen agazapadas debajo de la tierra seca
durante años para emerger triunfantes cuando les cae la lluvia.
"Tienen
estrategias de supervivencia", dice Gloria Rojas, jefa del área de
Botánica del Museo de Historia Natural de Santiago.
Algunas son
simples semillas, otras son bulbos, rizomas, tubérculos. Otras como la argylia
radiata, "es prácticamente un árbol debajo de la tierra con unos
rizomas muy extensos", dice la botánica, quien espera que este año el
fenómeno sea largo porque siguió lloviendo en Atacama.
El
fenómeno se puede observar hasta fines de septiembre AFP PHOTO / Martin BERNETTI
Desde principios
de agosto empezó la procesión de turistas y botánicos para contemplar este
espectáculo único, que empieza al norte de La Serena (unos 500 km al norte de
Santiago) a lo largo de 1.600 km hacia las fronteras peruana y boliviana,
aunque el momento álgido de la floración es a partir de ahora y hasta fines de
septiembre.
Ya se aprecian
grandes manchas de colores, como el blanco, el amarillo o el morado, los más
típicos.
Hay diversidad
de huillis (desde blanco a liliáceo), añañucas (rosadas-blancas, amarillas y
rojas), nolanas (blanca, celeste y azul), cristarias (lila palido), malvillas
(blancas, rosadas y moradas) y solanáceas.
"Son mantos
de colores, hojitas muy pequeñas, que dependiendo de la cantidad de agua pueden
crecer más o menos". Cuando llueve mucho, como este año, sale bastante
pasto vistiendo de verde un paisaje habitualmente color ocre.
El
desierto de Atacama está en el norte de Chile, entre la Cordillera de los Andes
y el océano Pacífico AFP PHOTO / Martin BERNETTI
A veces, uno se
encuentra con auténticas composiciones florales donde cactus, nolanas -una
especie de campana invertida- 'patas de guanaco' (Cistanthe grandiflora), la
flor amarilla de la Argylia radiata, el 'carbonillo' (Cordia decandra), un
arbusto de flores grandes y abundantes que contrastan con su oscuro follaje, y
muchas otras especies se convierten en un festín de belleza y armonía.
Dependiendo de
si es desierto costero o interior, las sorpresas pueden ser diferentes, así
como la hora del día. En un día soleado y a mediodía, las flores estarán
totalmente abiertas. Si es de mañana, está nublado o está anocheciendo, es
posible que no se vean, advierte Rojas.
Los cerros
amarillean gracias, entre otras, a la 'rosita' Cruckshanksia y la Balbisia
pencularis tapiza sobre todo el desierto costero.
Un
fenómeno cada vez más frecuente por el cambio climático AFP PHOTO
"La que es
muy especial es la 'garra de león' (Bomarea ovallei), típica del desierto
costero", dice la botánica, quien recuerda que no todos los "eventos
del desierto florido son iguales".
Pero no solo de
plantas vive el desierto florido. A la sombra de esta vegetación exuberante, se
pueden encontrar gran variedad de aves, abejas que vienen a libar el néctar de
las flores, lagartijas e insectos.
El desierto de
Atacama -el más árido del planeta- tiene un ancho de 180 km, está encajonado
entre la cordillera de los Andes y el océano Pacífico.
Flores en primer plano y turistas que viajan para presenciar este fenómeno AFP PHOTO / Martin BERNETTI
En sus entrañas
esconde recursos minerales como el cobre, del que Chile es el mayor productor
del mundo con cerca de un tercio de la producción, hierro, oro y plata, así
como importantes depósitos de boro y litio, nitrato de sodio y potasio.
Fuente:
Diario Clarín (28-08-2017) https://www.clarin.com/viajes/lluvia-convirtio-desierto-atacama-jardin-florido_0_B1nP_BeY-.html