EFEMÉRIDES
HISTORIA
1818 – 5 de Abril – 2021
Batalla de Maipú
“La Patria es Libre"Al mediar la tarde del domingo 5 de abril de 1818, José Francisco de San Martín, sin desmontar de su caballo, dictaba al Teniente Coronel y Cirujano Mayor del Ejército Diego Paroissien el primer parte de batalla del triunfo de Maipú, exponiendo al Director Supremo de Chile lo siguiente: “Acabamos de ganar completamente la acción. Un pequeño resto huye precipitadamente; nuestra caballería los persigue hasta concluirlo. La patria es libre”.
Al amanecer de ese día el ejército realista, desplegando toda su fuerza, había iniciado su marcha a tambor batiente en camino a Valparaíso; triunfador en la acción de Cancha Rayada se lanzaba confiado a la reconquista de Chile. San Martín, observando los movimientos de las tropas enemigas en compañía de su ayudante Capitán O’ Brien, exclamó: “¡Qué brutos son estos godos! Osorio es más torpe de lo que yo pensaba, el triunfo de este día es nuestro. ¡El Sol por Testigo!.
Antes de la Batalla, el gran capitán había divido el ejército unido en tres grandes cuerpos el primero a las órdenes de Las Heras - el ala derecha-, el segundo a las de Alvarado en el ala izquierda y el tercer cuerpo en reserva al mando de Hilarión de la Quintana, confiando al General en Jefe Sustituto Brigadier Antonio González Balcarce el mando general de la infantería, en tanto que reservó para sí el de la caballería y la reserva. Así impartió instrucciones precisas a sus oficiales previniéndoles que: “... los batallones debían formar siempre en columna de ataque... y que todo cuerpo de infantería o caballería cargado al arma blanca no esperaría la carga, debiendo salir al encuentro del enemigo a sable o bayoneta... no se recogería ningún herido durante el fuego, porque, necesitándose cuatro hombres para cada herido, se debilitaría la línea e un momento... La enseña del cuartel general sería una bandera tricolor, y cuando se levantasen tres banderas, la tricolor de Chile, la bicolor de Argentina y una encarnada, gritarán todas las tropas ¡Viva la Patria! Y cada cuerpo cargará al arma blanca al enemigo que tuviese enfrente”.
Órdenes inequívocas a las que convencido agregaba: “Esta batalla va a decidir de la suerte de toda América, y es preferible una muerte honrosa en el campo del honor a sufrirla por manos de nuestros verdugos... yo estoy seguro de la victoria con la ayuda de los jefes del ejército, a los que encargo tengan presentes estas observaciones”.
Al mediodía de la jornada señalada los ejércitos rompieron fuego en una lucha encarnizada por más de cuatro horas en las que destacaron la bravura y valentía de las tropas argentinas y chilenas. Finalizado el cruento combate, alrededor de las cinco de la tarde San Martín vio aparecer en el campo de Batalla a su gran amigo el Director de Chile Bernardo O ‘ Higgins, quien no había podido participar en la acción por la herida recibida en Cancha Rayada, quedando a cargo de la defensa de Santiago por un posible contraste. Ante las aclamaciones y vivas de la soldadesca, con el “brazo derecho en cabestrillo y la herida sangrante”, estrechó a San Martín en un efusivo abrazo exclamando: “Gloria al Salvador de Chile”, a lo que el Libertador respondió que la patria no olvidaría la valentía del director quien se presentaba con su herida abierta en el campo de batalla.
Maipú aseguró la libertad de Chile, despejó la amenaza de la contrarrevolución sobre Buenos Aires y abrió la ruta hacia la campaña libertadora del Perú. Los tambores de la victoria redoblaron en toda América y desde diversos rincones llegaron las salutaciones al Libertador: desde Salta Martín Miguel de Güemes le escribía: “Las armas de la Nueva Nación manejadas por la diestra mano de V.E., repiten sus triunfos dando mayor timbre al valor americano, y sirviendo de terror y espanto al orgulloso peninsular. Muy pronto verá este que el estandarte de la liberad flamea aún en sus mismos muros... ya que la suerte no ah querido que al lado de V.E. tenga mi espada una pequeña parte en la venturosa gloria del día 5 del actual, quiera al menos dar acogida al amor y respeto con que tengo el honor de felicitar a V.E. y acompañarle desde aquí...”
Este triunfo, el más contundente obtenido por las huestes patriotas desde el inicio de la revolución, retempló el espíritu de la causa en todo el continente, puso en aprietos a las armas de rey e impulsó a los ejércitos bolivarianos a redoblar sus esfuerzos por la libertad sudamericana.
El mismo Simón Bolívar desde Nueva Granada, en su proclama del 15 de Agosto de 1818, exclamó: “El Día de la América ha llegado. Ningún poder humano puede retardar el curso de la Naturaleza...y el sol no completará el curso de su período, sin ver en todo vuestro territorio altares a la libertad”.
Por último, desde Tucumán, otro gran amigo y compañero de causa, Manuel Belgrano escribía a San Martín diciendo: “Nunca se manifiesta el sol con más brillantez y alegría que después de una tempestad furiosa: el azaroso acontecimiento del 19 de marzo en los campos de Talca, le dio palpablemente el último grado de importancia e inmortalidad al venturoso del 5 del corriente en los de Maipú...Circunscribo los plácemes que doy a V.E. a la extensión de mi característica sinceridad... complaciéndome la infalibilidad, de que la nación en masa, entrando yo en parte, elevará en el centro de su corazón el monumento de su eterna gratitud que inmortalice al héroe de los Andes”.
Palabras, todas, de gratitud eterna para quien fue el protagonista de este gran hito en la historia del continente y que constituye el primer eslabón en la unidad e integración americana.
Lic. Juan Marcelo Calabria
Fuente: "San Martín Modelo de Líder Americano". 1ra. Edición Impresa, Bs.As. 2014. Edición digital Ebook, Mendoza, Septiembre 2020.