Gral. San Martín, 1 de octubre de 2018
Estimado Sr. Representante del Pueblo de la Nación:
Me desempeño como Bibliotecaria, en una Biblioteca
Popular del Gran Buenos Aires. Las Bibliotecas Populares, fueron una idea
genial del Gran San Juanino. Fueron y son motor de la educación pública y de la
educación no formal. Abren sus puertas en los lugares más lejanos y desolados, allí
donde el Estado, no está presente. Podrá no haber una escuela, pero sí hay una
biblioteca popular. Han cumplido con la tarea de
alfabetizar, difundir la lectura, a través de los distintos formatos. Hoy día
se preparan para los desafíos tecnológicos.
Desfinanciarlas como se
piensa hacer desde la nueva ley de presupuesto reduciendo el aporte de la
Nación a las Bibliotecas Populares, es una grave injuria. Se piensa en un
recorte de entre un veinticinco a un cuarenta por ciento.
No se debe recortar en EDUCACION,
las Bibliotecas Populares son la mayor red de contención, de difusión cultural,
con que cuenta el Estado.
En los Estados Unidos de
Norteamérica existe una fuerte Red de Bibliotecas que al igual que en Europa
son sostenidas en un todo por el Estado.
En nuestro caso, el
esfuerzo lo hacen los dirigentes que no cobran absolutamente una moneda,
empleados pocos, muchas veces monotributistas, sin grandes sueldos y se ofrece
un servicio de calidad en todo el territorio nacional, no teniendo el Estado,
ni empleados ni teniendo que preocuparse por los gastos que genera la
prestación de sus servicios.
Si usted realmente se
siente un representante del pueblo, no lo defraude, y por lo menos insista en
que se mantengan los números para con las Bibliotecas Populares.
Seguramente de no hacerlo
así muchos argentinos pensarán que no han sido tenidos en cuenta.
Vale la pena jugarse por
causas nobles.
Susana G. Defunchio.
Bibliotecaria
Este mensaje fue enviado a la Comisión de Presupuesto
y Hacienda.
Podrían enviarlo a las otras comisiones y también a
medios radiales y televisivos.
Gracias.