SOCIEDAD
El bombero
voluntario que quedó cuadripléjico e impulsa una ley de ART para sus colegas
Cuando la solidaridad
es un trabajo de riesgo
Damián Lucero
tiene 41 años. Es bombero voluntario de Bariloche desde los 16. Cuando tenía 27
intervino en un incendio y desde entonces está cuadripléjico. Impulsa una ley
para que los accidentes de trabajo de los bomberos voluntarios tengan
cobertura.
Damián Lucero lleva la casaca de bombero
voluntario en el corazón.
Imagen: Joaquín Salguero
Damián Lucero viste un jogging y un sweater azul oscuro. En
su brazo derecho se ve bordada la insignia que lleva con orgullo: la de bombero
voluntario de Bariloche. Empezó el curso de ingreso en febrero de 1993, cuando
tenía 16 años. Rodeado por sus amigos y colegas, se ríe de sus bromas y los
escucha atento. Damián Lucero tiene 41 años y está sentado en una silla de
ruedas.
Una intoxicación
sufrida en un incendio, en 2004, lo dejó cuadripléjico. Tiene serias
dificultades motrices y no puede caminar ni hablar. Se comunica a través de su
computadora en la que escribe usando un palito para presionar las teclas que
con su habilidad parece una suerte de varita mágica. Luego, alguien lee en voz
alta lo que escribió.
Pero la
intensidad de su mirada es lo que más toca a su alrededor.
Cuando PáginaI12
le preguntó por qué decidió ser bombero voluntario, miró de forma burlona a
Claudio Reiner, su amigo y jefe del cuartel de Bariloche Centro. Claudio está
sentado al lado suyo. Y entonces Damián escribió presionando maravillosamente
el palito en su computadora: “Por culpa de él”.
Damián sigue
ejerciendo como bombero voluntario. Aunque ya no puede subirse al camión y
apagar incendios, se dedica a cargar datos y hacer estadísticas para el cuartel.
También redactó proyectos de ley para mejorar las condiciones de trabajo y de
vida de sus colegas. Eso es lo que los trae a Buenos Aires a él y a su mujer,
Liana Domínguez: un proyecto de ley para que los 43 mil bomberos
voluntarios que hay en el país puedan contar con una ART. Cada 15 días, Damián
y Liana dejan a sus cuatro hijos al cuidado de los abuelos y vienen a la CABA
para seguir e impulsar el proyecto de ley, que cuenta con el apoyo de la
senadora rionegrina Magdalena Odarda. “Para él, esto es una lucha personal, es
para que sus compañeros no tengan que pasar por la misma situación”, afirmó la
senadora.
“Damián me decía
que quería ser bombero y un día, por cansancio, lo llevé”, recordó sonriente
Reiner, amigo de Lucero desde el secundario. Ambos se incorporaron como
aspirantes y recién a los 18 pudieron jurar como bomberos voluntarios de
Bariloche. “Es una formación bastante intensa, tiene mucha carga horaria tanto
teórica como práctica”, afirmó el jefe del cuartel de bomberos de Bariloche
Centro.
A principios de
2004, hubo una seguidilla de incendios en la ciudad y Damián participó de todas
las intervenciones. El 21 de marzo, cuando fue a apagar un incendio en un
supermercado cerca del Centro Cívico, debió ingresar al edificio en llamas. A
pesar de haber usado la protección respiratoria, inhaló mucho humo. Cuando
volvió a su casa, le dolía la cabeza. “Se desmayó y quedó en coma por 20 días
con lesiones cerebrales. Tuvo síntomas de intoxicación por monóxido de
carbono”, contó Reiner. La protección respiratoria que tenían era vieja, había
sido donada por bomberos australianos y no tenían certeza de cuán segura era.
Después del
accidente, Damián estuvo un mes en terapia intensiva y 8 meses en el Hospital
Fleni. “El abandono con el que nos encontramos fue terrible”, afirmó Carolina
Flandes, amiga de Damián y su familia. “Los bomberos voluntarios se integran
por vocación de servicio y le dan a la comunidad lo que pueden aportar desde su
lado solidario. El Estado que los llama cuando los necesita es el mismo que los
abandona y no les da ni siquiera contención física y psicológica”, manifestó.
Reiner recordó que tuvieron que hacer una marcha para que el gobierno
provincial trasladara a Damián al Fleni. “Es donde el médico dijo que iba a
estar mejor”, contó.
“Estuve más de
un año sin ir al cuartel. Es muy feo escuchar que suene la alarma y no poder
ir”, dijo Damián a PáginaI12. Cuando se reincorporó, sus compañeros pasaban a
buscarlo para llevarlo al cuartel. “Los chicos suben a Damián en brazos a los
pisos superiores, que es donde están las oficinas”, detalló Flandes. “Está tan
integrado a la vida cotidiana que un día se lo olvidaron. Dami empezó a chocar
la silla y hacer ruido para que lo buscaran”, contó entre risas. “Hoy tenemos
que entrenar a nuevas generaciones de bomberos para que suban y bajen a Dami”,
agregó divertida.
Damián se dedica
a cumplir tareas administrativas en el cuartel. Empezó a escribir manuales de
capacitación y a cargar datos de las intervenciones para realizar estadísticas.
“Incluso se recibió de Técnico Superior en Emergencias Médicas, él ya era
paramédico”, acotó su esposa. Los proyectos de ley que redactó proponían la
incorporación de desfibriladores en espacios públicos, la reducción de tarifas
en cuarteles y la jubilación para bomberos voluntarios. En el caso del proyecto
de ART, el primer paso fue qué antecedentes existían en otros países. “En Chile
tienen hace 40 años un sistema de ART”, informó Damián.
Todas las
iniciativas contaron con el apoyo de Odarda, a quien Damián conoció cuando era
legisladora provincial. “Propuse hacerlo ciudadano ilustre, porque las
historias de gente como él quedan en el anonimato”, afirmó la senadora
rionegrina. Además, destacó el sentimiento de amistad y hermandad que une a los
bomberos de Bariloche y Dina Huapi.
“Bariloche se
pone de pie, sabemos que tenemos que gritar para que nos escuchen”, sostuvo
Flandes y contó las iniciativas que han llevado adelante los bomberos
voluntarios para conquistar sus derechos. Sacar los camiones de bomberos a la
calle, organizar remadas en el Nahuel Huapi e incluso una jornada de zumbatón.
“En todas las actividades estuvo Dami, siempre bancando y apoyando a sus
compañeros”, afirmó.
Informe: Ludmila Ferrer
Fuente: Diario Página 12 / Sociedad / 17 de octubre de 2018.
https://www.pagina12.com.ar/149256-cuando-la-solidaridad-es-un-trabajo-de-riesgo