lunes, 19 de diciembre de 2016

A 15 años del Estallido Social la Crisis del 2001

Breve reseña contemporánea a 15 años de los sucesos de los días 19 y 20 de Diciembre de 2001 con la renuncia del presidente Fernando De la Rúa y el estallido social.
Introducción Histórica: La crisis de diciembre de 2001 en Argentina, o crisis de 2001, también referida como el Cacerolazo o el Argentinazo, fue una crisis política, primero fue económica, social e institucional, potenciada por una revuelta popular generalizada bajo el lema "¡Qué se vayan todos!", que causó la renuncia del entonces presidente de Argentina Fernando de la Rúa, dando lugar a un período de inestabilidad política durante el cual cinco funcionarios ejercieron la Presidencia de la Nación. Sucedió en el marco de una crisis mayor que se extendió entre 1998 y 2002, causada por una larga recesión que disparó una crisis humanitaria, de representatividad, social, económica, financiera y política.
En medio de una crisis social, económica e institucional sin precedentes, el presidente Fernando de la Rúa presentó su renuncia. El día anterior había decretado el estado de sitio, lo que originó una represión que dejó más de 30 muertos.
Ante la acefalia provocada por la renuncia de Fernando De la Rúa, el presidente provisional del Senado, Ramón Puerta, asumió interinamente la Presidencia de la República. De acuerdo con la Ley de Acefalía 20.972, dentro de las siguientes 48 horas Puerta convocó a la Asamblea Legislativa para designar quién desempeñaría la Presidencia hasta la elección de un nuevo presidente mediante el voto popular.
El  19 y 20 de diciembre de 2001 fueron parte de un proceso inolvidable para la República Argentina. Saqueos, cacerolazos, represión y el grito de “Que se vayan todos” resuenan en el aire cuando se conmemora  una de las jornadas más trágicas de la historia de nuestro país.   
En los últimos años, pocas jornadas deben haber sido tan largas para los argentinos como las del esos días. Las noticias de saqueos a supermercados llegaban a través de imágenes que se transmitían por televisión y la crisis económica azotaba a las familias. Frente a la movilización popular, el presidente De la Rúa decretó el estado de sitio. Pero el pueblo no acató y esa misma noche salió con toda su desesperación a la calle.
La Plaza de Mayo se convirtió, en pocas horas, en el epicentro del reclamo, donde el “Que se vayan todos” resonó con fuerte indignación. Pero, como suele suceder, las fuerzas de seguridad no estuvieron a la altura y la represión no tardó en llegar. El resultado fueron 39 personas fallecidas por la policía –durante las dos jornadas– entre ellos, nueve menores.
El corralito financiero que impuso el por entonces ministro de economía, Domingo Cavallo, dejó en la lona a cientos de familias de clase media, que veían cómo sus ahorros se esfumaban y salieron a la calle a reclamar junto a los sectores populares. Así nacieron los “caceroleros”, mientras los saqueos continuaban produciéndose en distintos puntos del país. Muchos comerciantes, desesperados ante la pérdida de su mercadería, decidieron bajar las persianas. La imagen de un hombre con rasgos orientales llorando a la entrada de su comercio saqueado se multiplicó en las señales de televisión.
Las protestas se extendieron durante la madrugada del 20 de diciembre frente a la casa del Ministro de Economía Domingo Cavallo, que más tarde anunciaba su renuncia. A pesar del estado de sitio decretado por De la Rúa, las calles de Buenos Aires y de otras ciudades del país se llenaron de manifestantes.
Había enfrentamientos en Córdoba, La Plata y la gente llegó a cortar el puente en Corrientes, mientras el conurbano era un nudo de tensión y las provincias ardían.
La masacre de Plaza de Mayo del 20 de diciembre de 2001 fue una matanza de personas en la Plaza de Mayo de Buenos Aires (Argentina) y sus alrededores sucedida el 20 de diciembre de 2001.
En la misma fueron asesinadas cinco personas (Carlos Almirón, Gustavo Ariel Benedetto, Diego Lamagna, Alberto Márquez y Gastón Marcelo Riva), se intentó asesinar a otras cuatro (Marcelo Dorado, Martín Galli, Sergio Rubén Sánchez y Paula Simonetti) y sufrieron lesiones otras 227. Los hechos se produjeron bajo la presidencia de Fernando de la Rúa en el contexto de la crisis de diciembre de 2001 en Argentina, una pueblada generalizada en todo el país, durante la cual fueron asesinadas entre 36 personas, entre ellas siete niños de entre trece y dieciocho años.
El juicio contra diecisiete acusados de la masacre comenzó el 24 de febrero de 2014 y se estima que la sentencia será dictada en el primer semestre de 2016.