NOTA PERIODÍSTICA
Prevención del suicidio: la necesaria participación del Estado y la
sociedad
El psicólogo Giancarlo Quadrizzi
analizó en Radio Universidad la estigmatización que sufre esta
temática y las acciones impulsadas por el Gobierno provincial en materia de
prevención.
El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial para la
Prevención del Suicidio, una palabra que genera silencio en muchos ámbitos, no
solo en los medios de comunicación. Es un tema difícil de tratar, sobre todo, cuando se intenta
informar la noticia; depende mucho el modo en que el comunicador lo haga, ya
que tiene la responsabilidad de generar conciencia y habilitar la posibilidad
de la palabra.
El suicidio es una situación
silenciada por varias razones: el estigma que lleva intentarlo o hacerlo, por
el misterio que implica para las personas que sobreviven a esta situación o por
la culpa que siente el entorno. Es una situación que tiene toda la complejidad
y rompe muchas creencias, pero que, a su vez, refuerza otras.
Es así como resulta fundamental
conversar sobre la temática y, puntualmente, sobre la prevención. Se trata de
una problemática de salud pública, no individual, porque resulta muy difícil
trabajar con una mirada clínica individual restringida a la persona. Asimismo,
podemos afirmar que es un problema social porque, en la región de las Américas,
no ha habido un descenso en las tasas de suicidio.
El rol del Estado en la
prevención del suicidio
El silencio es una especie de
bomba que puede explotar en cualquier momento. Es por esto que el Gobierno de
la provincia de Buenos Aires lanzó un programa de prevención llamado “Desactivemos el silencio”. La campaña brinda herramientas de promoción de
prácticas de cuidado y acompañamiento para abordar la problemática.
La propuesta de la Provincia
implica trabajar con los medios de comunicación a través de mesas
intersectoriales entre diversos sectores para generar canales. Los espacios de
diálogo no solo tienen que ser con profesionales, sino con su entorno; para que
una persona decida conversar con un especialista de la salud, debe pasar por
distintos momentos.
Hay que mencionar que el
silencio no es algo pasivo, sino que está construido por la estigmatización. En
cambio, al mencionar la problemática del suicidio, puedo iniciar la posibilidad
de conversarlo ya que, muchas veces, estas situaciones ocurren sin haber
señales. Poder formular los malestares es clave.
Asumir que el suicidio ocurre
únicamente cuando están presentes factores de riesgo hace que uno no active los
factores de protección. Si no hay conversaciones, debemos prestar atención
cuando una persona cambia sus conductas. Al prestar atención, la problemática
se visibiliza.
El hecho de que alguien pueda
mencionar su malestar es un paso muy importante y liberador. Esa tristeza
empieza a ser manejable y reconocida. Para lograrlo, no hay que juzgar ni
estigmatizar.
Por Giancarlo Quadrizzi*
*Licenciado en Psicología (MP
81.769).
Video:
PODEMOS PREVENIR LOS SUICIDIOS
Ver: https://www.youtube.com/watch?v=QDXKOKB-jfQ
Fuente consultada
El1 Digital, 15 de septiembre de 2024.