CULTURA
PINOCHO:
Una novela iniciática.
Pocos son los que saben que
Pinocho, el muñeco de madera salido de la mente y la creatividad del escritor
italiano Carlo Lorenzo Fillipo Giovanni Lorenzini; más conocido por su
pseudónimo de Carlo Collodi, no es un cuento infantil. De hecho, por su extensión
es una novela, pero su pretendida trama infantil no pasa de ser el vehículo a
través del cual Collodi pretendió entregar un profundo mensaje espiritual,
iniciático, esotérico y de desarrollo interior y personal.
En efecto, lo primero que habría
señalar es que el autor, Carlo Collodi, fue miembro de la Orden Masónica,
institución que guarda y estudia las antiguas tradiciones herméticas atribuidas
a Hermes Trimegisto, a la Gnosis, al Kabbalah, el Yoga, matemática pitagórica,
etc.
Collodi escribió “Las aventuras
de Pinocho” que fue publicado en 1882, bajo un ambiente convulsionado en la
reunificación italiana que también estuvo dirigida por otro masón José
Garibaldi.
Un análisis superficial de la
obra revela una apología de la educación y una denuncia del vicio y la
holgazanería.
Ideales propios de la cultura
occidental, pero que constituyen mandatos ineludibles para las órdenes
esotéricas.
Walt Disney, que inmortalizó
esta historia en el cine de animación fue también masón.
Con algunas variaciones en el
argumento original de Collodi, trató de mantener las enseñanzas esotéricas e
iniciáticas del cuento.
Cabe resaltar que en esos años o
tiempos idos la masonería estaba realmente constituida para el desarrollo
integral de la consciencia humana, todos les enseñaban el camino iniciático, no
buscaban el poder personal si no el de ser libres en lo interno y externo y así
lo expresó en este cuento maravilloso. Hoy en día todo esto se perdió y solo
buscan el poder y el dominio de las masas con conocimientos extraordinarios que
nos dejaron de herencia grandes maestros.
SIMBOLOGÍA DEL CUENTO DE
PINOCHO.
El cuento de Pinocho es la
historia del Alma Humana en su viaje de evolución espiritual. Pinocho es creado
bajo la influencia de dos personajes, uno masculino y otro femenino, los cuales
simbolizan los dos aspectos de Dios. Es tallado por el carpintero Geppetto y el
Hada Azul la cual le da vida.
Al mismo tiempo, el Hada elige a
un grillo llamado Pepe y le encomienda una misión: permanecer junto a Pinocho y
ser su conciencia; Esto significa que Dios pone junto a cada alma la conciencia
de la verdad, que la acompaña siempre dentro de sí misma.
El mayor deseo de Geppetto es
que Pinocho llegue a ser un niño de verdad. Y sabe que su deseo sólo puede
hacerse realidad si Pinocho aprende y crece, por lo que lo envía a la escuela;
esto representa nuestro desenvolvimiento que es un proceso de aprendizaje
permanente.
Pinocho sale por la puerta
principal conducido por su padre, y lo hace cargado de propósitos, con el
anhelo profundo de convertirse en algo superior: en un niño de verdad.
Pero cuando sale al mundo surgen
los problemas.
Haciendo uso de su libertad
recién descubierta, Pinocho toma algunas decisiones equivocadas, y sucumbe ante
la tentación del orgullo como se dice se deja llevar por su ego o por los 7
pecados capitales.
A pesar de las protestas de Pepe
Grillo. Sigue a Juan el Honrado y se une a una compañía de circo.
La característica fundamental
del alma es el libre albedrío, que es el poder en cada momento elegir.
En su representación teatral
Pinocho recibe grandes aplausos, y está muy contento, pero después de la
actuación lo encierran en una jaula.
El dejarnos llevar por el
orgullo, por el “yo” (EGO), puede darnos placer, pero a la larga siempre
produce dolor, porque esclaviza el alma.
El Hada Azul acude a él,
preguntándole la causa de su encierro, y Pinocho intenta justificarse ante ella
diciendo mentiras; pero con cada mentira que dice le crece la nariz. Entonces
Pinocho descubre que el mal no puede ocultarse, y reconoce sus errores con
honestidad, arrepintiéndose de ellos. Lo mismo ocurre con nosotros; mientras
nos auto justificamos y no reconocemos nuestros errores ante Dios y ante
nosotros mismos, no podemos aprender.
El Hada entonces le libera y
recibe otra oportunidad.
Pepe Grillo está decidido ayudar
a Pinocho a no salirse del buen camino, pero tardan poco en presentarse nuevas
tentaciones.
Vuelve aparecer Juan el Honrado,
que le invita a la Isla del Placer, un lugar donde los niños pueden divertirse
todo el día y satisfacer todos sus deseos.
Pinocho no puede resistir la
atracción de viajar a la Isla y se une al grupo.
Nuestra gran tentación es no
tener que esforzarnos, recibirlo todo a cambio de nada.
Y ocurre que cuando Pinocho y
los demás niños llevan en la Isla demasiado tiempo, empiezan a convertirse en
burros y a olvidarse incluso de hablar, el burro representa a la mente y así lo
mostró el más grande iniciado de todos los tiempos Jesús el CRISTO cuando entro
a Jerusalén montado en el burro, es el intelecto humano, la mente que te domina
o monta sobre ti.
Lo mismo pasa con el alma
humana, cuando se embrutece por la indiferencia y la satisfacción permanente
del deseo; se olvida de quién es y de cuál es su misión.
Una y otra vez Pinocho recoge lo
que siembra. Sus malas acciones lo llevan a una vida desgraciada, donde el
muñeco paga con sufrimiento el karma generado.Pero Pinocho se da cuenta a
tiempo.
Cuando descubre que les están
saliendo orejas y rabo de burro, se dirige a Pepe Grillo para pedirle ayuda.
Esto le salva, porque Pepe Grillo sabe cómo puede escaparse de la Isla.
En cuanto están libres empiezan
a buscar a Geppetto.
Pero vuelven a su casa y
descubren que ha desaparecido; ha ido a buscar a Pinocho.
Esta imagen tiene una
importancia fundamental, pues nos da a entender que no sólo buscamos nosotros a
Dios, sino que Dios nos busca a nosotros.
Pinocho recibe indicaciones
sobre el paradero de su padre.
Podrá encontrarlo en el fondo
del mar, en el vientre de una gran ballena que se tragó la barca de Geppetto.
El animal marino es un antiguo
símbolo de la reconciliación del espíritu y la materia.
El mar es un símbolo del
inconsciente. Así, el cuento nos dice que encontraremos nuestra inspiración
espiritual, nuestra verdadera naturaleza, en nuestro propio yo inconsciente, en
el fondo de nosotros mismos.
Recuerden el pasaje bíblico de
Jonás que vive en el vientre de la ballena aquí hay más sabiduría del alma.
Cuando Pinocho y Pepe Grillo
buscan a Geppetto en el mar, los traga la misma ballena. El interior de la
ballena representa la cámara de reflexiones masónica, el descenso al centro de
la Tierra. En el vientre de ésta tiene lugar una alegre reunión de Pinocho con
su padre, pero pronto se dan cuenta que deben escaparse para seguir juntos a la
luz del día y en tierra firme.
Dicho de otro modo, nuestro
viaje espiritual no termina cuando empezamos a reencontrarnos con nuestras
profundidades espirituales en nuestros sueños, en nuestras oraciones, o en
nuestras meditaciones.
El paso siguiente es llevar este
estado superior de la conciencia a la vida diaria, y eso suele ser lo más
difícil. A luz de la vela, Pinocho medita sobre su suerte y decide cambiar,
dejando atrás su pasado de inconsciencia.
En el cuento, Pinocho tiene un
plan.
Se le ocurre un modo de escapar,
que requiere mucha fuerza y valor, y lo consigue.
Pero cuando están en medio del
mar, Geppetto parece que se va ahogar y Pinocho se sacrifica para salvarle. Y
esta es precisamente la clave, lo que le va hacer merecedor de ser un niño de
verdad; el amor desinteresado.
Cuando la necesidad del otro es
más importante que la mía, cuando “yo” dejo de ser yo y el centro de mi vida,
se abre la puerta que deja paso al milagro.
Al volver Geppetto en sí en la
playa, se encuentra a su lado el cuerpo sin vida de su hijo Pinocho quien no
sobrevive a la furia del océano y finalmente se ahoga. Esta muerte del muñeco
es la “muerte mística” del profano al ser iniciado, la muerte total del ego o
de los 7 pecados capitales.
Muy afectado, se lo lleva a casa
y lo deposita en la cama. Pero la acción de amor del niño, dando su vida por su
padre, le ha hecho merecedor de ser un niño de verdad. Este resucita y se
cumple así su destino; ser un niño verdadero.
Este cuento es el símbolo de
nuestro propio viaje de desenvolvimiento espiritual.
El significado de la vida es que
seguimos el proceso de reconocer nuestra verdadera naturaleza en Dios.
Conscientes y cocreadores.
Toda la clave para ello es el
amor, la ofrenda desinteresada, que significa a su vez la renuncia al “yo”
personal y egoísta. El propósito de la vida que compartimos todos los hombres
es manifestar en lo finito lo infinito, llevar lo divino a lo humano y dar
expresión individual a nuestras cualidades espirituales.
Hay más cuentos que les llaman
de Hadas pero son el símbolo viviente de la sabiduría interior y
lamentablemente está humanidad ya perdió la sabiduría del alma, solo se dirige
a su mente e intelecto, impidiendo que su consciencia actúe en su diario vivir.
Cabe aclarar que el EGO se ha
disfrazado de los atributos de la consciencia y ahora cree que es el grillo el
que le habla en su interior cuando es el EGO el que lo hace.
Pero Pinocho se da cuenta a
tiempo.
Cuando descubre que les están
saliendo orejas y rabo de burro, se dirige a Pepe Grillo para pedirle ayuda.
Esto le salva, porque Pepe Grillo sabe cómo puede escaparse de la Isla.
En cuanto están libres empiezan
a buscar a Geppetto.
Pero vuelven a su casa y
descubren que ha desaparecido; ha ido a buscar a Pinocho.
Esta imagen tiene una
importancia fundamental, pues nos da a entender que no sólo buscamos nosotros a
Dios, sino que Dios nos busca a nosotros.
Pinocho recibe indicaciones
sobre el paradero de su padre.
Podrá encontrarlo en el fondo
del mar, en el vientre de una gran ballena que se tragó la barca de Geppetto.
El animal marino es un antiguo
símbolo de la reconciliación del espíritu y la materia.
El mar es un símbolo del
inconsciente. Así, el cuento nos dice que encontraremos nuestra inspiración
espiritual, nuestra verdadera naturaleza, en nuestro propio yo inconsciente, en
el fondo de nosotros mismos.
Recuerden el pasaje bíblico de
Jonás que vive en el vientre de la ballena aquí hay más sabiduría del alma.
Cuando Pinocho y Pepe Grillo
buscan a Geppetto en el mar, los traga la misma ballena. El interior de la
ballena representa la cámara de reflexiones masónica, el descenso al centro de
la Tierra. En el vientre de ésta tiene lugar una alegre reunión de Pinocho con
su padre, pero pronto se dan cuenta que deben escaparse para seguir juntos a la
luz del día y en tierra firme.
Dicho de otro modo, nuestro
viaje espiritual no termina cuando empezamos a reencontrarnos con nuestras
profundidades espirituales en nuestros sueños, en nuestras oraciones, o en
nuestras meditaciones.
El paso siguiente es llevar este
estado superior de la conciencia a la vida diaria, y eso suele ser lo más
difícil. A luz de la vela, Pinocho medita sobre su suerte y decide cambiar,
dejando atrás su pasado de inconsciencia.
En el cuento, Pinocho tiene un
plan.
Se le ocurre un modo de escapar,
que requiere mucha fuerza y valor, y lo consigue.
Pero cuando están en medio del
mar, Geppetto parece que se va ahogar y Pinocho se sacrifica para salvarle. Y
esta es precisamente la clave, lo que le va hacer merecedor de ser un niño de
verdad; el amor desinteresado.
Cuando la necesidad del otro es
más importante que la mía, cuando “yo” dejo de ser yo y el centro de mi vida,
se abre la puerta que deja paso al milagro.
Al volver Geppetto en sí en la
playa, se encuentra a su lado el cuerpo sin vida de su hijo Pinocho quien no
sobrevive a la furia del océano y finalmente se ahoga. Esta muerte del muñeco
es la “muerte mística” del profano al ser iniciado, la muerte total del ego o
de los 7 pecados capitales.
Muy afectado, se lo lleva a casa
y lo deposita en la cama. Pero la acción de amor del niño, dando su vida por su
padre, le ha hecho merecedor de ser un niño de verdad. Este resucita y se
cumple así su destino; ser un niño verdadero.
Este cuento es el símbolo de
nuestro propio viaje de desenvolvimiento espiritual.
El significado de la vida es que
seguimos el proceso de reconocer nuestra verdadera naturaleza en Dios.
Conscientes y cocreadores.
Toda la clave para ello es el
amor, la ofrenda desinteresada, que significa a su vez la renuncia al “yo”
personal y egoísta. El propósito de la vida que compartimos todos los hombres
es manifestar en lo finito lo infinito, llevar lo divino a lo humano y dar
expresión individual a nuestras cualidades espirituales.
Hay más cuentos que les llaman
de Hadas pero son el símbolo viviente de la sabiduría interior y
lamentablemente está humanidad ya perdió la sabiduría del alma, solo se dirige
a su mente e intelecto, impidiendo que su consciencia actúe en su diario vivir.
Cabe aclarar que el EGO se ha
disfrazado de los atributos de la consciencia y ahora cree que es el grillo el
que le habla en su interior cuando es el EGO el que lo hace.
Paz Inverencial