miércoles, 5 de enero de 2022

5 de enero de 1939

EFEMÉRIDE

Historia

Lisandro de la Torre nació en Rosario el 6 de diciembre de 1868.

Después de recibirse de abogado en 1890, se unió a la Unión Cívica Radical y fue la referencia en Rosario durante la revolución de 1893.

En 1896 murieron Del Valle y Alem, dos referencias radicales.

De la Torre consideraba negociar políticamente con Bartolomé Mitre, pero Hipólito Yrigoyen se negó.

Acusando a Yrigoyen de anteponer "a los intereses del país y los intereses del partido, sentimientos pequeños e inconfesables" se alejó y fundó la Liga del Sur en 1908 y el Partido Demócrata Progresista en 1914.

Fue Legislador por Santa Fe y durante la década del 30 denunció la connivencia entre funcionarios de Agustín P. Justo (1932-1938) y frigoríficos extranjeros en el negocio de las carnes, acusando a Luis Duhau (Ministro de Agricultura) y a Federico Pinedo (Ministro de Hacienda).

En 1935, un altercado entre Duhau y De la Torre desató en el Senado un escándalo que se aquietó con disparos.

Enzo Bordabehere cayó herido de bala después de defender a Lisandro y murió.

Quien disparó fue Ramón Valdez Cora, un ex-comisario devenido en guardaespalda vinculado a Duhau.

Este evento, sumado a su mala situación económica y la muerte de su madre, llevó a que se pegara un tiro en el pecho, un día como hoy, 5 de enero de 1939.

A sus conocidos les dejó escrito:

"Queridos amigos, les ruego que se hagan cargo de la cremación de mi cadáver.

Deseo que no haya acompañamiento público, ni ceremonia laica ni religiosa alguna, ni acceso de curiosos y fotógrafos a ver el cadáver, con excepción de las personas que Uds. especialmente autoricen.

Si fuera posible, deberían depositarse hoy mismo mi cuerpo en el crematorio e incinerarlo mañana temprano, en privado.

Mucha gente buena me respeta y me quiere y sentirá mi muerte. Eso me basta como recompensa.

No debe darse una importancia excesiva al desenlace final de una vida, aún cuando sean otras las preocupaciones vulgares.

Si Uds. no lo desaprueban desearía que mis cenizas fueran arrojadas al viento.

Me parece una forma excelente de volver a la nada, confundiéndose con todo lo que muere en el Universo.

Me autoriza a darles este encargo el afecto invariable que nos ha unido.

Adiós"