CULTURA
Origen de la Palabra
A calzón quitado
En cierta época, cuando eran
corrientes los castigos corporales, se solía desnudar a la víctima para que
sufriera la flagelación sin contar con la protección de la ropa. Azotar a
alguien “a calzón quitado” significaba desnudarlo antes, una práctica que se
llevaba a cabo en los casos más graves.
En la actualidad, hablar con
alguien “a calzón quitado” es hacerlo con sinceridad absoluta y sin rodeos ni
remilgos, sin tener cuidado por el dolor que nuestras palabras le puedan
infligir al interlocutor; en ese sentido, equivale a hablar “sin pelos en la
lengua”.
El uso primitivo de la
expresión, aplicado al acto de ‘propinar una zurra’, aparece todavía en una
crónica peruana publicada en 1938, bajo la firma de Juan A. Corrales,
disponible en el corpus diacrónico de la Academia española:
[...] le sugirió la iniciativa
de disponer que se chapara a mi hombre con el objeto de propinarle una
latiguera a calzón quitado con fines terapéuticos.
Ricardo Soca
Foto: Flagelación pública de un
esclavo en Rio de Janeiro.
Jean-Baptiste
Debret (1829).
Fuente consultada