lunes, 26 de febrero de 2018

Pobreza

Definición
La pobreza es la situación de no poder, por falta de recursos, satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas de una vida digna (1), como la alimentación, la vivienda, la educación, la asistencia sanitaria, el agua potable o la electricidad. La pobreza puede afectar a una persona, a un grupo de personas o a toda una región geográfica.
También se suelen considerar pobreza las situaciones en que la falta de medios económicos impide acceder a tales recursos. Situaciones como el desempleo, la falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos.
Asimismo la pobreza puede ser el resultado de procesos de exclusión social, segregación social o marginación (de manera inversa, el que una persona se vuelva pobre también puede conducirla a la marginación). En muchos países del tercer mundo, la pobreza se presenta cuando no es posible cubrir las necesidades incluidas en la canasta básica de alimentos o se dan problemas de subdesarrollo. (2)
Pobreza Cero
El enriquecimiento económico desmedido de unas pocas personas a costa del empobrecimiento de millones de personas es intolerable, inmoral, inhumano, indigno. Es una desigualdad ocasionada por la riqueza obscena. Y la ocasión para hacer que nuestra voz se escuche alto y claro está a la vuelta de la esquina. El 17 de octubre es el “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza”, y como todos los años tenemos que salir a la calle para exigir al gobierno que se comprometa a poner en marcha medidas para acabar con la desigualdad obscena.(3)
Concienciar a la comunidad en la perspectiva de la desigualdad y la injusticia.
Comunicar en la opinión pública en la coyuntura que representan los objetivos de desarrollo sostenible.
Activar corrientes de opinión e influencia al cumplimiento de los derechos humanos.
Contribuir en las políticas de apoyo y colaboración.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
“La Asamblea de Naciones Unidas acaba de aprobar en Nueva York una nueva agenda internacional de desarrollo que marcará el itinerario y los objetivos de trabajo de los próximos 15 años para afrontar las grandes problemáticas que se viven actualmente en el mundo. Ampliar el alcance de los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), generar una propuesta más participativa y con mayor implicación de las distintas regiones, así como establecer una agenda universal que pueda diferenciar los indicadores, según las características de cada país o territorio, son algunos de los retos que se encuentran encima de la mesa de cara a la ejecución de los nuevos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS)”.
Los expertos en latín conocen bien el significado de la palabra agenda. Agenda significa “cosas que se han de hacer”. Y eso es lo que la agenda post-2015 significa para todas las organizaciones que integramos Pobreza Cero, un movimiento organizado por la Coordinadora de ONG para el Desarrollo España: “cosas que se han de hacer”.
Son diecisiete los objetivos de desarrollo sostenible:
1-Poner fin a la pobreza.
2-Hambre cero.
3-Buena salud.
4-Educación de calidad.
5-Igualdad de género.
6-Agua limpia y saneamiento.
7-Energía asequible y sostenible.
8-Trabajo decente y crecimiento económico.
9-Industria, innovación, infraestructura.
10-Reducir inequidades.
11-Ciudades y comunidades sostenibles.
12-Consumo responsable y producción.
13-Acción climática.
14-Vida marina.
15-Vida en la tierra.
16-Paz, justicia e instituciones fuertes.
17-Alianzas para los objetivos.
En comparación con los Objetivos del Milenio, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) suponen ampliar el alcance de la agenda internacional del desarrollo e incluir plenamente el cuidado de la casa común. Necesitamos un desarrollo humano, sostenible e integral. Es urgente tomar medidas contra el cambio climático y sus efectos. Nuestro mundo no aguanta un súper desarrollo derrochador y consumista. Necesitamos un mundo sostenible, justo y seguro para todos. Nuestro mundo no necesita más producción sino más justicia.
La agenda internacional de desarrollo implica, en primer lugar, a las autoridades políticas. Son ellas quienes deben asumir la responsabilidad de poner a la persona en  el centro y el fin de toda la vida económica y social. La participación y la transparencia deben ser características fundamentales de la acción pública en todo el globo. Los ODS apuntan a reducir inequidades y desigualdades no solo entre los países sino dentro de cada país. Necesitamos políticas ambiciosas para materializar la Agenda de trabajo. Los acuerdos comerciales no pueden ser un torpedo en la línea de flotación de los nuevos objetivos.
La Agenda implica también a todas nuestras organizaciones. Debemos ser actores y socios críticos para implementarla. Los ODS nos requieren a repensar cómo construimos el desarrollo. Estamos llamados a ser creadores e innovadores. La Agenda nos invita a estar atentos a la realidad, a sostener una mirada compasiva con quienes sufren y a desarrollar acciones que atiendan a las causas estructurales y sistémicas de la pobreza. Disminuir la desigualdad es una prioridad en el combate contra la pobreza extrema. Erradicar la pobreza y el hambre supone luchar por el derecho a la alimentación, por la seguridad alimentaria y por la mejora en la nutrición.
La educación nos implica en el camino que debemos transitar para hacer realidad todos los ODS. La lucha por la igualdad de género es la lucha por el progreso de toda la humanidad. Las mujeres son clave para lograr los objetivos de la Agenda. No podemos dejar a nadie atrás.
La mirada de nuestras organizaciones no se puede limitar a los objetivos aprobados. No podemos olvidar las propuestas nuestras que se han olvidado, como el fin de los paraísos fiscales y la imposición a las transacciones financieras internacionales. Sabemos que caminamos hacia una comunidad humana y debemos estrechar nuestros vínculos con organizaciones populares en aras de esa globalización de la solidaridad.
En este camino las tres generaciones de derechos humanos son irrenunciables. Los ODS son un plan de acción universal para los derechos. Sin libertades civiles y políticas no hay democracia. La segunda generación de derechos económicos, sociales y culturales se debe universalizar en aras del trabajo decente en todo el globo: el fin del trabajo infantil, de la trata, de la precariedad y del trabajo sin derechos deben ser una prioridad. Por último, los derechos de la tercera generación, la paz, el desarme y el cuidado de la casa común, son un imperativo moral para la acción.
La Agenda implica a las empresas y sindicatos, al conjunto de agentes sociales, que deben ser una fuerza positiva para conseguir los objetivos de desarrollo sostenible. Los agentes tienen un papel fundamental en la lucha contra la corrupción, en el cuidado de la naturaleza, en la promoción del trabajo decente y en el cumplimiento de nuestros deberes públicos.(4)
Fuentes
1)- Carreras, Ignacio (10 de junio de 2001). «El derecho a una vida digna». El País (Grupo Prisa).
2)- Agudo, Alejandra. «Menos pobres, pero más vulnerables. El PNUD alerta del peligro de una marcha atrás en los avances en la lucha contra la pobreza.». El País
4)- https://www.juspax-es.org/products/pobreza-cero-y-objetivos-de-desarrollo-sostenible/