EFEMÉRIDE
11 de Septiembre
DÍA DEL MAESTRO
La Comisión Directiva de la Biblioteca Popular Rotaria
de Isidro Casanova, saluda, agradece y felicita a las Maestras y los Maestros
en su día.
¡Feliz Día del Maestro!
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Mas información
Marco General (1)
Cada 11 de septiembre, en toda América Latina se recuerda
el fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, ocurrido en el año 1888 en
Asunción del Paraguay. En honor a su tarea como educador y propulsor de la
educación pública, laica y gratuita en nuestro país durante el siglo XIX,
festejamos el Día de la maestra y el maestro como una manera de reconocer,
también hoy, el trabajo de quienes diariamente asumen la responsabilidad social
de educar en un mundo cada vez más complejo.
En el calendario escolar de la provincia
de Buenos Aires, esta fecha es una de las más significativas para la comunidad
educativa. Maestras y maestros, educadoras y educadores se reconocen como parte
de una historia común y cuyos debates, aún abiertos, siguen presentando la
necesidad de reflexionar y proponer nuevas estrategias y soluciones colectivas.
Una caracterización del lugar de Sarmiento
en el panteón nacional invita a pensar en él como una figura polémica,
polisémica y fuertemente contradictoria. Aun
así, es innegable su contribución a la construcción y organización del sistema
educativo público y nacional.
Nacido en 1811 en la provincia de San
Juan, Domingo Faustino Sarmiento fue docente, intelectual, escritor romántico,
periodista, militar y político. Rebelde y disciplinado, unitario en el
interior, provinciano en Buenos Aires, estuvo exiliado y fue presidente de la
Nación entre 1868 y 1874.
La dialéctica civilización
o barbarie,
explicada en el libro Facundo (2) (para muchas personas obra cumbre de la literatura argentina),
condensa su mirada romántica sobre la realidad social de América Latina. En
ella se contrapone el admirado mundo europeo: citadino, educado, reglado,
comercial; con las expresiones culturales irregulares de un mundo americano,
rural, salvaje, indígena y gauchesco.
Con un talento literario prodigioso y a
través de la figura de Facundo Quiroga, Sarmiento manifiesta su profundo
rechazo por ciertos actores de la época. Con un ideario racista, distinguía a
los indios (sobre quienes no pensaba en ningún tipo de inclusión) de los
gauchos y mestizos, culturalmente inferiores pero posibles de civilizar. La
presencia de Quiroga como un fantasma latente que amenaza el progreso de la
nación fundamenta las ideas de Sarmiento para la construcción de las
instituciones. En este contexto, la educación resulta la herramienta
fundamental para la civilización de la barbarie.
Junto con otros intelectuales y políticos
de la época, agrupados en lo que se conoció como “Generación del ‘37”,
Sarmiento sostenía una preocupación por las formas en que debía organizarse el
país después del proceso independentista. Para Sarmiento, el problema principal
que enfrentaba la Argentina era la inmensidad de su territorio (al que llamaba
“desierto”) y la manera de enfrentarlo era a través de la expansión de las
ciencias e industrias, donde la educación cumplía un rol clave.
En su libro Educación
Popular (3), sienta las bases sobre cómo deberían
ser, según sus ideas, los sistemas educativos en América Latina: describe y
explica los lineamientos curriculares, el rol que debía cumplir la disciplina,
cómo organizar las rutinas escolares, la inspección, qué materias debían
incluirse y cuáles eran los materiales necesarios. Su obsesión lo lleva a
profundizar en cada detalle. Un largo viaje en el que estudia de cerca los
sistemas educativos de Suiza, España, Prusia, Inglaterra, Francia y Estados
Unidos, le da una mirada global y un conocimiento aún más amplio sobre el tema.
Hacia fines del siglo XIX, a
partir del triunfo de la escuela moderna y de la construcción de escuelas en
todo el país, fue necesario formar un cuerpo de profesionales especialistas en
la enseñanza. Fue el Estado quien asumió la responsabilidad de preparar a las
maestras y los maestros y con este objetivo se organizó el sistema magisterial
a través de la fundación de Escuelas Normales en varias provincias. Estas
escuelas estuvieron inicialmente dirigidas por educadoras norteamericanas
convocadas y contratadas por Sarmiento durante su presidencia. Si bien en un
primer momento las Escuelas Normales fueron pensadas con una modalidad mixta,
unos años después el acceso se restringió solo para mujeres, quienes a la vez
estaban excluidas del ingreso a los Colegios Nacionales.
Durante la década de 1870 y
1880 llegaron más de 60 maestras norteamericanas. Entre ellas podemos mencionar
a Mary O’Graham, Jennie Howard, Jeannette Stevens. En la actualidad algunas de
las escuelas normales llevan el nombre de estas mujeres, Por ejemplo, el Normal
N° 1 de la ciudad de La Plata “Mary O’Graham”.
Estas escuelas tienen una larga
historia y se han ido transformando según el devenir de las distintas políticas
públicas educativas. En la actualidad funcionan como unidades académicas que
incluyen desde el nivel inicial al superior, muchas de ellas en los mismos
edificios centenarios que las vieron nacer.
El legado de Sarmiento en su
constitución es muy importante, pero también lo es el de muchas mujeres
anónimas que formaron parte de este proceso.
En este período también desarrolla su
amplia carrera Juana Manso, una educadora, escritora y periodista destacada que
trabajó mano a mano con Sarmiento en su proyecto educativo. En Brasil fundó una
revista destinada a las mujeres y abiertamente feminista que luego fue
replicada en una publicación conocida como Álbum
de Señoritas. Juana Manso era propietaria de este periódico sobre literatura,
moda, bellas artes y teatro, algo inusual para una mujer en aquellos tiempos. Fue directora de la Revista
Anales de la Educación Común de la provincia de Buenos Aires entre los años 1865 y
1875, en cuyas páginas inscribió sus análisis y propuestas para la educación
común, y fue la primera funcionaria mujer en integrar el Consejo Nacional de
Educación. En esos años, propuso un proyecto de Ley Orgánica de la Enseñanza
Común, en el que buscaba profesionalizar la formación docente y mejorar los
salarios, entre otros objetivos.
Si bien cada nivel y modalidad tiene su
particularidad y es necesario considerar distintas complejidades según las
edades de las niñas, los niños y las y los jóvenes, las efemérides siempre
convocan a pensar, reactualizar, o incluso cuestionar, aquellos valores e ideas
que las sociedades muchas veces sostenemos de manera naturalizada. Siempre es
un ejercicio reflexivo muy interesante para hacer desde el presente y en las
aulas.
El 11 de septiembre, entonces,
constituye una fecha importante para revisitar la historia de nuestro sistema
educativo nacional, poner en valor el trabajo docente en el pasado y en el
presente y proponer nuevos horizontes centrados en la defensa de la educación
pública, inclusiva y de calidad.
Biografía
1)-El
marco general fue elaborado a partir del material “Maestras de la patria”
de la colección “El género en la patria”. Disponible en el Portal
Educ.ar.
2)-Sarmiento,
D. Facundo o Civilización y Barbarie en
las pampas argentinas. (1845).
3)-Sarmiento, D. Educación
popular.
(1849).
Fuente consultada