jueves, 16 de febrero de 2017

Rueda de Dharma

El sermón de Benarés, donde empieza a girar la rueda del Dharma
Siddharta Gautama alcanzó el conocimiento que le convirtió en el Buddha (el Despierto) bajo un árbol Bodhi, cuyo descendiente se conserva y reverencia en el mismo lugar, Bodhgaya. Yo tuve la fortuna de visitarlo hace unos años y poder disfrutar de la sombra de este árbol, sin duda el más famoso del mundo, visitado por cientos de miles de peregrinos cada año. Como biólogo me emociono cuando se venera la naturaleza.
Dicen las escrituras que no le fue nada fácil, Siddharta llevaba varios años de entrenamiento exhaustivo y tomo la firme determinación de apostarlo todo a esa noche, en la que se juró que no se levantaría de la meditación hasta no haber descubierto el origen del sufrimiento humano. Lo consiguió y fue al darse cuenta del funcionamiento íntimo de la mente cuando vio como se co-crea la realidad. Siddharta emergió de su trance como una persona distinta, se dice que alcanzo la iluminación o el despertar a una nueva vida gracias a ese conocimiento o Dharma, se convirtió en el Buddha.
Después estuvo varios días dudando que hacer con este conocimiento, si lo podría compartir o era mejor guardarse de explicarlo a otras personas. Finalmente decidió divulgarlo y se encamino hacia Benarés (ahora Varanasí), que ya debía ser una ciudad sagrada entonces. Allí cerca, en el parque de los ciervos se encontró a sus antiguos compañeros de prácticas ascéticas, que recibieron su primer sermón. Este sermón que es la primera enseñanza del Dharma del Buddha que la podemos resumir en estas palabras:
“Y el Bienaventurado habló así a los cinco ascetas:
Esta es la noble verdad del sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, el desgaste es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento. La presencia de los objetos que odiamos es sufrimiento, la ausencia de los objetos que amamos es sufrimiento; no conseguir lo que deseamos es sufrimiento. En una palabra: el apego a la existencia es sufrimiento.
Esta es la noble verdad de la causa del sufrimiento: el anhelo, que lleva al renacimiento, acompañado de placer y de concupiscencia, que encuentra aquí y allí su placer. (Este anhelo es triple), a saber: anhelo de placer, anhelo de existir, anhelo de prosperidad.
Esta es la noble verdad de la cesación del sufrimiento: (cesa con) la cesación completa de este anhelo, una cesación que consiste en la ausencia de todas las pasiones; con el abandono de este anhelo, con la renuncia a él, con la liberación con respecto a él, con la destrucción del deseo.
Esta es la noble verdad del sendero que lleva a la cesación del sufrimiento, el noble sendero óctuple, es decir, la recta creencia, recta aspiración, recta habla, recta conducta, rectos medios de vida, recto esfuerzo, recta memoria, recta meditación…
¿Y qué es, monjes, la recta visión? Es el conocimiento del sufrimiento, el conocimiento de la causa del sufrimiento, el conocimiento de la cesación del sufrimiento y el conocimiento del camino que lleva a la cesación del sufrimiento. A esto, monjes, llamo recta visión.
¿Y qué es la recta intención? La intención de renunciar, la intención de no herir, la intención de no dañar. A esto, monjes, se llama recta intención.
¿Y qué es la recta habla? Abstenerse de la falsedad, de palabras maliciosas, de palabras duras, de palabras frívolas. A esto, monjes, se llama recta habla.
¿Y qué es la recta acción? Abstenerse de quitar la vida, de apropiarse de lo ajeno, del mal trato carnal.
 A esto, monjes, se llama recta acción.
¿Y qué son los rectos medios de vida? Aquí un noble discípulo, abandonando un falso modo de ganarse la vida, obtiene su sustento mediante los rectos medios de vida. A esto, monjes, se llama rectos medios de vida.
¿Y qué es el recto esfuerzo? Aquí un monje, al no producirse pensamientos malos y ruines que aún no han surgido, ejercita la voluntad, intensifica el esfuerzo, empieza a ejercitarse, aplica y ejercita su mente. Al rechazar los malos y ruines pensamientos que han surgido, ejercita su voluntad, intensifica el esfuerzo, empieza a ejercitarse, aplica y ejercita su mente… A esto, monjes, se llama recto esfuerzo.
¿Y qué es la recta atención (Mindfulness)?… Sobre los pensamientos, permanece contemplando sus pensamientos, ardiente, atento, consciente, disipando su anhelo y desaliento con respecto al mundo. A esto, monjes, se llama recta memoria.
¿Y qué es la recta meditación?
1) Un monje libre de pasiones y malos pensamientos alcanza el primer trance del gozo y del placer, que va acompañado de razonamiento e investigación, y que surge del retiro, y en él permanece.
2) Al cesar el razonamiento y la investigación, en un estado de serenidad interior, con su mente fija en un solo punto, alcanza el segundo trance del gozo y el placer, que surge de la concentración, y que está libre del razonamiento y la concentración, y en él permanece.
3) Con ecuanimidad e indiferencia con respecto al gozo, permanece atento y dueño de sí, y en su cuerpo experimenta el placer que los nobles llaman ‘morada con ecuanimidad, atenta y feliz’, y alcanza el tercer trance y en él permanece.
4) Desechando el placer y el sufrimiento, e incluso antes de que desaparezcan el júbilo y la depresión, alcanza el cuarto trance, en que no hay placer ni sufrimiento, y que lleva consigo la pureza de la memoria y de la ecuanimidad, y en él permanece. A esto, monjes, se llama recta meditación.”
Donde el Buddha dice sufrimiento, en realidad usaba dukkha una palabra que también se puede traducir como insatisfacción, irritación o incluso estrés, por eso tiene mucho sentido atención o Mindfulness para la reducción del estrés. Además, a semejanza de la ciencia, el Buddha aborda con rigor la enfermedad del sufrimiento, donde tenemos las cuatro nobles verdades que equivalen a las 4 fases de la medicina moderna:
1. La observación del síntoma o signo del sufrimiento.
2. El diagnóstico.
3. El pronóstico de las posibilidades de recuperación.
4. La prescripción de un tratamiento, el Óctuple Sendero de vida.
Este óctuple sendero de vida es una estrategia que opera a tres niveles; Cuerpo, Mente y Corazón, para vivir libre se sufrimiento y se puede resumir en tres ámbitos de práctica; Ética, Meditación, Sabiduría, como se explica a continuación.
Sabiduría Corazón
Noble Visión (o Comprensión)
Noble Intención (Pensamiento)
Ética – Cuerpo
Noble Palabra o Habla
Noble Acción
Noble Medio de vida
Salud mental Mente
Noble Esfuerzo
Noble Atención (Mindfulness)
Noble Meditación (o Concentración)
Estas 8 ramas no solo tienen un valor especial, sino que además operan en concordancia con las otras 7, de manera que cualquier avance en una de ellas resulta beneficioso para las otras. Tradicionalmente se representan como los 8 radios de una rueda, ya que, de igual manera que la rueda facilita el transporte de cargas, el camino óctuple facilita la vida a los que lo practican.
Así, en este sermón de Benarés, el Buddha puso en marcha la rueda de las enseñanzas para liberarse del sufrimiento, que se conoce como la rueda del Dharma. Compartiendo su conocimiento experimental sobre el funcionamiento de la mente humana abrió un camino para abandonar la vida como un continuo sacrificio y pasar a vivir con la sabiduría de la conciencia. Una sabiduría que no está basada en creencias o en existencias de mundos después de la muerte, sino en la experiencia de que se puede vivir de otra forma aquí y ahora. Y dicen las escrituras que con este sermón no solo convenció a sus escépticos amigos, sino que toda la tierra se regocijó con su mensaje, como un aplauso cósmico, como si se hubiera producido un milagro.
Por Andrés Martín
Fuente: http://andresmartin.org/2017/02/sermon-benares-girar-la-rueda-del-dharma/